LA FORMACIÓN PERMANENTE DEL PROFESOR UNIVERSITARIO Y SU RELACIÓN EN LA PRÁCTICA PEDAGOGICA DE LA UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA: CASO ALDEA SIMÓN PLANAS
Enviado por Christopher • 8 de Enero de 2019 • 14.003 Palabras (57 Páginas) • 443 Visitas
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toma de decisiones con relación a las alternativas de acción que consideren pertinente dentro de su práctica de enseñanza.
Asimismo, superar la disociación entre el pensamiento y la acción es decir entre el saber hacer entendido como un hacer técnico, y el desarrollo del pensamiento para analizar las situaciones típicas de la enseñanza, lo cual favorece la práctica reflexiva y el control racional de las situaciones didácticas, favoreciendo la relación entre la teoría y la práctica al reconocer la práctica educativa como objeto de conocimiento, de una formación comprometida con la transformación de la acción
De este modo, la formación permanente despierta en el docente universitario, una actitud crítica, reflexiva sobre su labor académica, obliga a hacer coincidir la teoría con su práctica, incrementa su sensibilidad para detectar aquellos problemas que requieren de investigaciones científicas para su solución, exige de una mejor planificación, organización de su trabajo.
En resumidas cuentas, un mejor uso de sus conocimientos, incremento sustancial de su espíritu crítico, autocrítico, para aceptar los cambios provocados por los procesos renovadores e innovadores, un mayor tiempo dedicado al estudio individual, a la lectura sobre temas de interés profesional y una reafirmación de sus motivaciones profesionales como docente y como investigador. En este contexto, Platero (2013) retoma las palabras de Gimeno Sacristán (1999) cuando menciona:
Una perspectiva compleja, crítica y constructivista de la formación del profesorado implica, como meta estratégica, una concepción investigativa del trabajo docente Es decir, la integración y reconstrucción de significados procedentes de diversas fuentes epistemológicas, desde los saberes: fenomenológico, ético e ideológico, disciplinar, didáctico, socio-político relacionado con los contenidos escolares y metadisciplinar, así como con las concepciones personales (p.84)
En consecuencia, el profesor universitario se convierte en un profesional autónomo que reflexiona críticamente sobre su práctica para comprender tanto las características específicas de los procesos de enseñanza-aprendizaje, como el contexto en que tienen lugar, de manera que su acción facilite el desarrollo autónomo y emancipador de los que participan.
Ahora bien, cabe indicar que con la expansión y el dominio del mercado, la educación universitaria dejó de tener como metas principales el desarrollo de una capacidad crítica, la conquista de la autonomía de pensamiento y el desarrollo de la capacidad de observar en forma global la historia de la humanidad. La fragmentación y la multiplicación de los conocimientos y de la información no consiguen explicar la complejidad y pluralidad de sentido de los fenómenos humanos. En este contexto, Boéssio y Portella (2013) señalan:
Es posible observar que la formación exigida a los docentes universitarios en sí, se ha limitado al conocimiento profundo de la disciplina que enseñan. Por ser un conocimiento práctico, o teórico originado en el ejercicio académico, poco o nada se ha exigido a los docentes en términos pedagógicos (p.4).
De esta manera, se puede inferir que el nivel universitario ha sido sostenido por docentes titulados que poseen un gran bagaje de conocimientos específicos, pero poca preparación pedagógica. La lógica predominante es que el profesional que labora en la universidad se debe preocupar únicamente de las cuestiones específicas referentes a su área de conocimiento, dejando de un lado la formación permanente pilar fundamental para su desempeño profesional. Al respecto, Tejada (2011) sostiene;
La falta de formación permanente genera un perfil académico del profesor universitario basado en la especificidad del conocimiento que funda su profesión. Ser profesor universitario supone el dominio de un campo específico de conocimiento y para equilibrar tendrían que apropiarse de conocimientos que contribuyan a la enseñanza (p.32)
Asimismo, la idea que se asoma es que entre más conocimientos específicos acumule el profesor, mejor será su desempeño profesional como docente universitario. Si los docentes traen consigo un gran cúmulo de conocimientos sobre sus respectivas áreas de ejercicio profesional, difícilmente se cuestionan sobre lo que es necesario saber para transmitir esos conocimientos.
De acuerdo a lo anteriormente señalado, se hace hincapié en que la falta de preparación del profesor universitario, afecta su desarrollo personal, profesional y por ende la calidad del servicio educativo que este presta en la generación de conocimientos y la solución de problemas educativos e institucionales. Al respecto, subraya Mendoza (2014):
En la actualidad, no existe ninguna institución universitaria que proporcione una completa formación profesional y permanente, indispensable para que los pedagogos de ese nivel educativo, puedan manejar la docencia, lo que va en menoscabo de su formación, capacitación y actualización por lo que no se promueve la reflexión del hecho educativo, la generación de conocimientos y resolución de problemas (p.12)
En efecto, las universidades del país se han visto afectadas por el bajo desarrollo de la función investigativa, pertinencia en este subsector y la formación de este conglomerado profesional lo que desvirtúa la esencia de la universidad. Todo ello, partiendo de las palabras de Valdés (2013): “la falta de formación permanente en el profesor universitario obedece a diversos factores, entre estos: presupuestos deficitarios, masificación estudiantil, ausencia de planificaciones y proyecciones, inadecuada preparación de los docentes y reformas improvisadas” (p.27).
Es necesario mencionar, que la falta de preparación y formación permanente del profesor en el sector universitario obedece, a la falta de formación del personal docente en las áreas académicas, situación que afecta su desarrollo personal, profesional y por ende la calidad del servicio educativo que este presta en la generación de conocimientos y la solución de problemas educativos e institucionales.
Cabe indicar, que esta situación, también se evidencia en la planta de profesores de la Universidad Bolivariana de Venezuela que realizan funciones académicas en la Aldea Simón Planas Estado Lara, en cuanto a su formación permanente considerando que el ejercicio de esta función es esencial en la universidad, se ve afectada por un conjunto de factores institucionales, profesionales y personales.
Es necesario subrayar, entre estos factores que no hay un presupuesto asignado para promover el área de extensión en la universidad que es la responsable de la formación permanente de la planta de profesores,
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