“La Vejez”

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Por otro lado entra en un nuevo rol que es el de ser abuelo, el cual es un poco menos complicado en cuanto al hecho de que no se tiene la misma responsabilidad que se tenía hacia los hijos, ahora no se trata de criar sino de mimar.

A medida que va envejeciendo, llega un momento en el que el adulto mayor deja de poder valerse por sí mismo, va perdiendo su autonomía y muchas veces entra en un estado de dependencia, tiene que mudarse a vivir con sus hijos o con algún familiar cercano y esto trae consigo algunas complicaciones tanto para la familia como para el anciano, ya que ambas partes se tienen que adaptar, aprender a compartir un espacio de la casa y a darle un lugar importante al abuelo en el rol familiar y en la toma de decisiones.

Este anterior es un punto muy importante y es la problemática a desarrollar, ya que vivimos en un país en el que se venera la belleza y la juventud y se respeta muy poco la madurez y la vejez y en este caso al adulto mayor, aun siendo éste de la propia familia y es entonces cuando surge un maltrato o una discriminación hacia el anciano.

Según cifras del Instituto Nacional de las Personas Mayores, todos los días en México ochocientas personas cumplen 60 años sin tener las circunstancias adecuadas para un retiro digno, para lo cual es necesario que el anciano tenga las condiciones económicas adecuadas. En nuestro país sólo 2 de cada 10 adultos mayores que se jubilan, son capaces de sostenerse económicamente por sí solos, y el resto vive en condiciones de carencia o dependencia.

“Los ancianos son un grupo muy vulnerable, de entrada son los más pobres, son los más discapacitados y son lo que menos utilizan los servicios de salud, y además muchos servicios de salud se les niegan por el simple hecho de tener más de 70 años".1

La sociedad forma parte de esta discriminación, dejando de contratar personas de cuarenta años o más, quitando jubilaciones, negando créditos bancarios por la edad, seguros de vida que no son autorizados, incluso, en la salud existe cierto tipo de discriminación ya que en México existen muy pocos médicos especializados en adultos mayores en todo el país. Es muy común ver que una vez que el anciano completó su vida laboral es considerado como una persona no productiva en la sociedad, incluso se le llega a percibir como un estorbo o alguien inútil.

Los ancianos también sufren maltrato o discriminación en el ámbito cultural, ya que su independencia se ve mermada por los prejuicios de la gente, la familia toma las decisiones más importantes para los viejos puesto que se cree que ellos no pueden o ya no son capaces de tomar sus propias decisiones o de razonar y por lo mismo ellos también lo terminan creyendo y siendo cada vez más dependientes de otras personas y sometiéndose a la voluntad de otros.

Existen varios tipos de maltrato hacia el adulto mayor, uno de ellos es el físico e incluye el uso de la fuerza y se puede manifestar con golpes, quemaduras o cualquier tipo de abuso físico, hay también otro tipo que es el psicológico, éste es cuando se le trata con agresiones verbales, ignorándolo, aislándolo, haciéndole amenazas, burlas o humillaciones, el simple hecho de no tener tiempo para escucharlo, no tenerle paciencia, decirle que lo que nos está contando ya lo había dicho o caminar de prisa y no tener el tacto para esperarlo es un maltrato psicológico.

La familia es quien principalmente genera maltrato hacia el anciano, ya que lo sienten como un generador de gastos o una carga económica, así que en ocasiones es desplazado a vivir en una sola habitación lo que le genera soledad, sensación de abandono y falta de afecto y esto conlleva a cambios en el estado de ánimo del adulto mayor. Muchas de las ocasiones no se considera su opinión, les hacen hincapié en la disminución de sus facultades o no se les tiene paciencia. [pic 4]

Algunas veces los familiares se sienten enojados o frustrados por tener que cuidar del adulto mayor por lo que se lo hacen saber, buscan la forma de que se entere que se ha convertido en una carga y el anciano, además de lidiar con todos los cambios que vienen con la edad, tiene también que afrontar la idea de que se encuentra sólo y esto lo puede llegar a sumir en una inmensa depresión o incluso a desear la muerte. La soledad es considerada en distintos países como el peor mal de la vejez, ésta se debe no sólo a la ausencia de los hijos que trabajan sino también a la actitud de la sociedad ante la vejez y al desinterés de las personas en general.

En cuanto al aspecto económico también se le puede causar un abuso al anciano, al robarle o hacer un mal uso o abuso de su propio dinero, ocultarle o privarlo de sus bienes materiales, etc. El maltrato por negligencia u omisión es muy común, muchos piensan que al no realizar un acto no están haciendo algo indebido y esto no es así, el hecho de no proporcionarle los servicios de salud necesarios, realizarle una mala higiene o nula, suprimir la ministración medicamentosa, llevarlo mediante omisión a una deshidratación o desnutrición es otro tipo de maltrato.

En una encuesta del Colegio de México realizada en 2009 en el Distrito Federal, se detectó que los adultos mayores reciben maltrato sobre todo de los hijos, con 36%, seguidos de la pareja, con 11%; los nietos, 10%, mientras que personas ajenas representan 17.4%. Reveló que en el seno familiar es donde eso se presenta más. Se desvalorizan las capacidades y autoestima de los viejos al ser ignorados, desatendidos y discriminados.

“En México, 16 de cada cien adultos mayores sufren maltrato psicológico o físico de familiares, instituciones públicas, privadas y gente ajena a su entorno”. 2

Anteriormente, el anciano era visto por algunas civilizaciones como símbolo de sabiduría, los miembros de las familias lo tomaban en cuenta para decidir sobre situaciones importantes y a cambio lo cuidaban y le hacían compañía, el adulto mayor contaba con el apoyo de sus hijos durante este periodo. En las culturas primitivas se le consideraba como una persona de mayor autoridad; en la cultura clásica se le ve como una persona enferma y en el mundo moderno se le considera como una persona jubilada.

Hoy en día, cambia el panorama para la vejez según el lugar del que se esté hablando, ya que tanto en áreas rurales del país como en otras culturas distintas a la occidental aún se ve de una forma positiva al anciano, se le respeta, se le consulta, se vela por él e incluso influye en las decisiones de la comunidad, mientras que en los espacios urbanos se rechaza a aquel que dejó de ser productivo o útil.[pic 5]

Las distintas culturas manifiestan una visión diferente