La microeconomía se ocupa de las decisiones de producción en el ámbito de la empresa y de consumo en el de las familias o los individuos.

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Mercados de abastos, donde llegan los intermediarios a ofrecer sus productos. Los productos que más se comercializan son por lo usual, frutas y verduras frescas, granos y carnes, los cuales son en su mayoría traídos de las zonas rurales y son adquiridos por los minoristas urbanos, pero que asimismo se suple la demanda de particulares o consumidores directos.

Analizando estas dos formas de comercialización es oportuno detenernos a hacer un estudio de costos en los que incurre el productor al por mayor y por su puesto el supermercado que lo compra, por lo tanto el producto que compremos en estos establecimientos tendrá un precio mayor al que compremos en un mercado directamente al campesino, que igual que el anterior incurre en costos como transporte, fertilización, mano de obra, etc, pero en menor escala.

Adicionalmente, tanto en el Distrito Central como en San Pedro Sula, funcionan las llamadas Ferias del agricultor, que constituyen opciones importantes de compra para el consumidor, por los precios accesibles con los que en esos centros se comercializan los productos.

Debido al alza de los precios a nivel nacional, se ha observado que la población se inclina por hacer sus compras en los mercados o centrales de abasto, pues se encuentra variedad de precios, calidad y frescura en los productos.

Hablando de ahorrar o economizar hemos comprobado que hacer las compras de consumo diario en un mercado como los que se instalan ciertos días en diversos lugares estratégicos de las ciudades del país, significa un ahorro para el bolsillo de los consumidores.

Existen diferencias importantes al adquirir productos de una procedencia con respecto de la otra, en las que se encuentran ventajas y desventajas.

Por ejemplo, en los supermercados los productos están a la orden del día por encontrarse en ubicaciones estratégicas y por tener un horario extendido

Se encuentra variedad de verduras es en muchos casos más grande, pues se pueden encontrar opciones poco comunes

El manejo de los productos es más factible que cumpla regulaciones sanitarias.

Se puede comprar en efectivo, con tarjeta de crédito o hasta con vales.

En lo negativo se observa que las verduras se mantienen frescas por menos tiempo, su promedio de vida es de entre una semana a semana y media.

Por acarreo, almacenamiento, y otros costos en que incurre lo productos suelen tener mayor precio.

Entre las ventajas que encontramos de consumir productos del mercado o central de abastos tenemos que es beneficioso para la economía local ya que apoyamos el desarrollo sostenible de sus tierras, pues significa ingresos para los agricultores que es su principal fuente económica y ayudamos al sustento de muchas familias campesinas.

Al agricultor le podemos consultar todo sobre el producto: los cultivos y las variedades que producen, prácticas empleadas, etc. Datos que pueden ser importantes para saber qué tipo de producto estamos consumiendo.

También podemos decir que son productos más frescos pues el agricultor lo lleva al centro de comercialización recién cosechado.

Impides oligopolios, al apoyar a los pequeños productores sirve para ejercer el derecho a una soberanía alimentaria.

Comprar la cantidad de alimentos que realmente necesitas, ya que en los supermercados se venden grandes cantidades y alimentos en embalajes que en ocasiones no se ajustan a nuestras necesidades.

Sin embargo, aunque son muchos los beneficios que tenga comprar los productos comestibles en el mercado o mayoreo y a pesar de que muchas veces en los supermercados los precios son más altos, siempre hay una gran cantidad de personas que acuden a estos, por la comodidad, horarios y también por la seguridad.

DATOS ESTADÍSTICOS

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RECOMENDACIONES

- Lo más apropiado es que todos los consumidores apoyemos a los micro emprendedores, aquellas personas que cultivan y manejan la ganadería agricultura, etc. Ya que cuando ellos quedan de intermediaros la ganancia que obtienen es minimiza compara a la ganancia de los supermercados.

- Cuando realizamos la compra directamente del productor, los productos no están alterados, es decir, no tienen persevantes, están frescos y son más saludables para nuestra familia.

CONCLUSIONES

En un supermercado los precios son más elevados puesto que entre el fabricante de la materia prima y el supermercado hay intermediarios (garantía de calidad, transporte, etc.) lo que conlleva más gastos mientras que si adquieres directamente los productos de los fabricantes te cobrarán mucho menos.

El fabricante tendrá un precio inferior al que tienen los supermercados, estos son intermediarios, y no les sirve vender productos sino obtienen una mayor ganancia, no todos los fabricantes, venden al público al por menor, sino que prefieren vender a grandes empresas, en cantidad.