Liderazgo y trabajo en equipo IACC

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Quien decida entrar a alguna de estas congregaciones deberá pasar un largo periodo de prueba que le va haciendo avanzar en etapas en la vida de la congregación. Las etapas típicas de las congregaciones son:

Postulantado

Noviciado

Profesión temporal

Profesión Perpetua

En el postulantado los solicitantes se someten y tiene su primer acercamiento con las reglas de la congregación y comienzan la vivencia de la vida en comunidad. Las obligaciones son un poco menos estrictas para ellos o ellas, y en la medida que van avanzando en el caminar de la comunidad y luego de procesos de discernimiento espiritual y conversaciones con los Abad, Abadesa o superiores de la orden, pueden ir optando a los nuevos estados. Existen plazos máximos que se deben cumplir por cada estado, pudiendo solicitar prorrogas pero al fin del plazo debe hacer una opción de vida.

Para quienes no están cerca de esta forma de vida, se les hace muy difícil entender cómo una persona puede llegar a “aislarse” de la sociedad para “perderse” en un monasterio, pero luego de una suerte de crisis de los conventos, hoy es posible ver una suerte de resurgimiento de esta opción de vida, quizás para darle sentido a la vida de muchas personas que sintiendo el llamado de Dios a una entrega más radical de sus vidas a su servicio y al de sus hermanos en la humanidad.

Históricamente, las ciudades fueron creciendo en torno a los grandes monasterios, que eran autosustentambles y podían repartir alimentos a los más necesitados y la gente podía acudir a a sus templos para los servicios religiosos. Hoy en dia los monasterios buscan alejarse más y más del bullicio de las ciudades para permitirles a sus monjes llevar una vida de oración, trabajo y silencio.

San Benito decía entre sus escritos que es en el silencio en donde se descubre a uno mismo y se encuentra a Dios.

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Conclusión

La formación de las congregaciones religiosas y la pertenencia a ellas está dada fundamentalmente por el interés común de índole religioso de querer buscar y agradar a Dios con la entrega generosa de sus vidas en la oración y el trabajo por los hermanos.

En los monasterios es común escuchar la frase, rezamos por los que no rezan y eso los hace sentirse cooperadores con el plan de Salvación que Dios ha diseñado para la humanidad.

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Bibliografía

IACC (2012) Liderazgo y Trabajo en equipo. Dinámica de Grupos. Semana 7.-