Los grandes Agentes Neurotóxicos

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A mediados de los cincuenta, ya se había comenzado a investigar un nuevo grupo de agentes tóxicos conocidos como “Grupo V” y sus propiedades representaban una toxicidad equivalente a 10 veces la del Sarín y una mayor estabilidad.

Los primeros agentes de este grupo, dentro de los que resalta el Amiton, fueron sintetizados por R. Ghosh y J.F. Newman, y fueron calificados como “muy buenos insecticidas”. Más tarde, resultaron ser armas mortales contra personas y no solo contra los insectos como se había pensado originalmente.

Los agentes neurotóxicos están íntimamente relacionados con los insecticidas. La diferencia entre ellos radica en que los elementos que componen la cadena organofosforada son sustituidos por otros menos reactivos.

De acuerdo a las propiedades periódicas de los elementos podemos observar que, en la estructura más débil de los insecticidas, los dobles enlaces con el oxígeno son sustituidos por dobles enlaces de azufre.

Según los estudios de electro-negatividades y afinidades electrónicas (capacidad de los átomos para atraer electrones y la fuerza con la que los átomos retienen a un electrón), podemos determinar la reactividad de cada elemento.

Así observamos que, al sustituir el oxígeno por el azufre, descendemos en el grupo 16 (familia VI-A de la Tabla Periódica), esto significa que el azufre tendrá un número cuántico mayor y por lo tanto sus electrones de valencia estarán más alejados del núcleo.

De aquí deducimos que la fuerza con la que el núcleo mantiene a los electrones a su alrededor, será menor y, por lo tanto, tendrá una electro-negatividad menor en comparación con el oxígeno. Así pues, su reactividad será menor. Esta es la explicación del porqué de la sustitución de dicho elemento para que su efecto sea menos peligroso.

La misma explicación tiene el porqué de la sustitución de los átomos de Flúor por grupos Nitrógeno-Carbono, los cuales son elementos menos electronegativos y en definitiva menos reactivos que el flúor, que como sabemos, es el más electronegativo. Ejemplo de ello es el Ácido Fluorhídrico que es el ácido con mayor reactividad.

La volatilidad de estos compuestos es variable. La de los Agentes pertenecientes al grupo G es alta. Varia ligeramente entre la del Tabún, que es el más volátil, pasando por la del Sarín que es ligeramente menor, hasta la del Somán cuya volatilidad es moderada.

Dentro del grupo V, la persistencia de los Agentes es mayor, ya que permanecen mucho más tiempo activo en el ambiente.

El potencial de estas armas se basa en el átomo de fósforo, cuyos enlaces son fácilmente deshechos por compuestos como el agua, o iones Alcalinos. (Sodio, Potasio, Calcio y otros). Este es el método que se sigue para la neutralización de estos gases tóxicos. Su disolución en agua, o en medios de pH neutro (7), acelerada por los iones Alcalinos, transforma estos peligrosos compuestos en un ácido fosfórico. El proceso más usado para la descomposición del Sarín es la hidrólisis en solución alcalina. El agente VX es frecuentemente descompuesto por cloración, mientras que el gas mostaza es destruido por incineración.

Los gases tóxicos actúan ingresando al organismo a través de las vías respiratorias, ojos, mucosas o mediante el contacto directo con la piel. Además, el mecanismo de intoxicación provoca distintos procesos de afección en la víctima:

∙ Si el Agente es inhalado, los síntomas tardan pocos minutos en aparecer, ya que pasan a la sangre directamente a través de los alvéolos, expandiéndose velozmente a través del sistema circulatorio, contaminando así el resto de órganos.

∙ Si el Agente ingresa por la vía cutánea, actúa más lentamente puesto que tarda más tiempo en actuar en el organismo. Este tiempo oscila entre unos 20 y 30 minutos. El mecanismo de acción una vez dentro del organismo es rápido y mortal.