MIPYME.

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Hoy en día para las grandes compañías el Sistema de Gestión de Continuidad de Negocios es una idea ya desarrollada para la mayoría de ellas, esto debido a que cuentan con facilidades económicas que respaldan este proceso, mientras que las MIPYME además de tener una disputa en contra de las estadísticas, no son lo verdaderamente estables como para desplegar por si solas un sistema como este.

En Costa Rica un gran margen de las empresas MIPYME se encuentran laborando con recursos financiados, por lo tanto no cuentan con facilidad económica para promover un nuevo proyecto como lo sería el Sistema de Continuidad de Negocio, lo anterior se referencia con los operadores financieros los cuales “han colocado el 69% de sus recursos en créditos a microempresas, siendo el Banco de Costa Rica el que mayor porcentaje de sus recursos disponibles destina a este sector, aunque el Banco Nacional es el que posee mayor cantidad de avales totales de microempresas. El Banco Popular es el que en la actualidad ha destinado mayor proporción de sus recursos al financiamiento de medianas empresas (31%), mientras que el Banco Crédito Agrícola destaca en el financiamiento de pequeñas empresas, destinando 51% de sus recursos al financiamiento de este grupo de empresas” [Banco Central De Costa Rica, 2013].

Por lo tanto, para que las MIPYME puedan llegar a implementar dicho sistema de gestión de continuidad del negocio se propone un modelo híbrido basado en las fases propuestas por varios autores como Tellez y Deloitte en su “Guía Práctica para MIPYME: cómo implantar un Plan de Continuidad de Negocio”, de Deloitte en relación con la línea de pensamiento seguida en la norma ISO 22301 y principalmente, partiendo de la base de la conformación de cooperativas entre los mismos sectores, cuyos 7 principios característicos Instituto Nacional de Fomento Cooperativo (INFOCOOP), son:

- Adhesión libre y retiro voluntario.

- Control democrático de los miembros.

- Participación económica de los miembros.

- Autonomía e independencia.

- Educación, información y entrenamiento permanente.

- Integración cooperativa.

- Compromiso con la comunidad.

Asimismo, se propone a las MIPYME que deseen implementar esta ideología, solicitar la ayuda pertinente al Instituto Nacional de Fomento Cooperativo (INFOCOOP), el cual es una institución pública que se encarga del fomento y desarrollo del cooperativismo en Costa Rica y brinda servicios tales como:

- Asesoramiento en el surgimiento de emprendimientos.

- Asistencia Técnica, asesoría y seguimiento a las cooperativas.

- Educación y capacitación a las cooperativas y grupos de emprendedores.

- Supervisión para que las cooperativas funcionen según la norma legal.

- Financiamiento (diversas líneas de crédito para las cooperativas).

El fin de INFOCOOP es “contribuir en la creación de mejores condiciones de vida para los habitantes de escasos recursos, realizar una verdadera promoción del costarricense y fortalecer la cultura democrática nacional” [Intituto Nacional de Fomento Cooperativo].

Como se mencionó antes, el modelo que más adelante se detalla promueve la unión por sectores de MIPYME, por lo que se pretende que aquellas MIPYME que realicen actividades afines se organicen entre sí y desarrollen en conjunto dicho modelo. Como parte de las ventajas se tiene el compartir esfuerzos y recursos entre ellas, lo cual apacigua la carga, y la minimización en la inversión para poner en marcha un Plan de Continuidad del Negocio.

Lo anterior es de gran importancia, ya que cada una de las MIPYME no podría solventar económicamente la aplicación de la norma de Continuidad del Negocio, debido a que gran parte de sus esfuerzos, tiempo y recursos están enfocados en mantener funcionando su negocio a través del tiempo, esto porque las estadísticas muestran cómo gran parte de estas empresas desaparecen en el tiempo y cómo sus ingresos se encuentran por debajo de lo esperado.

El modelo propuesto responde a la necesidad de cada una de las MIPYME, de comprometerse para continuar ofreciendo sus productos o servicios en caso de presentarse una situación de riesgo, además de la responsabilidad de anticiparse a cualquier tipo de evento adverso que ponga en riesgo el negocio. Lo anterior proporciona una ventaja competitiva sobre otras empresas que no implementen la gestión de continuidad de continuidad del negocio. Es importante destacar que es vital que exista un fuerte compromiso de todas las partes interesadas.

El modelo propuesto que se detalla a continuación abarca las siguientes fases:

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Fig. 1. Ciclo de la metodología de continuidad del negocio. [Tellez, 2015].

- Creación de la cooperativa

Primeramente, todas aquellas MIPYME que realicen actividades afines, deberán asociarse para iniciar con el proceso de desarrollo e implantación de la metodología propuesta. En esto punto se plantea la recomendación de acudir al INFOCOOP.

Los líderes de cada empresa y miembros de la cooperativa serán los responsables de ejecutar las siguientes fases.

- Identificación de las actividades claves

Todos los miembros deben identificar las actividades claves para la operación de las empresas involucradas, así como los recursos que estás requieren, pues, dichas operaciones son las que primero deben reanudarse al presentarse un evento catastrófico. Igualmente, se deben establecer objetivos comunes y las prioridades de recuperación. Una herramienta útil en esta etapa es la lluvia de ideas.

- Elaboración del plan

Una vez desarrollados los puntos anteriores se procede a realizar el plan o los procedimientos a seguir en caso de una emergencia para cada una de las MIPYME, además en este punto se deben definir el alcance que se tendrá y se diseña una política de continuidad de cada una de las MIPYME. Cabe mencionar, que dicho plan debe incluir las tareas a llevar a cabo para satisfacer los objetivos descritos en la política de continuidad, responsables de ejecutar tales tareas, tiempos de ejecución,