Memorias de un niño bombero» en cuento donde se nos narra la histria de una niño de 6 años.

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y que pueda afectar sus conocimientos, a la más minima duda que surgiese de la verasidad de algo, lo daba por falso, concluía que no podia ser un conocimiento verdadero. Una de las fuentes de conocimiento que estudió fue la fiabilidad de los sentidos, él dice que no podemos fiarnos de nuestros sentidos ya que nos han fallado, por ejemplo cuando vemos iluciones ópticas, o cuando sentimos una cosa y es otra, entnces concluyó que el conocimiento adquirido por ellos no es válido. Continuó su estudio hasta que halló una respuesta, halló una verdad irrefutable, y ésta fue que sus pensamientos eran lo único verdadero, lo único que existía en realidad.

Entonces volviendo al burro, a él no le importa morir ya que lo que realmente está vivo son sus pensamientos, su alma, el resto, lo material no importa, y si nos fijamos en Descartes lo material ni si quiera éxiste.

Podemos ver enonces las realidades de las que tanto han hablado los filósofos, ya que mientras todo esto sucedía, mientras el burro hablaba con el niño y éste entendía su situación, el padre simplemente lo veía mirar al burro antes de darle final a su historia.

La última prueba que le plantea el padre es subirse a una escalera en el medio del patio hasta sentir el viento, hasta saber de donde probenía, ya que este era un factor fundamental a la hora de controlar el fuego.

Cuando el niño lleva parado sobre aquella estructura mucho rato sintiendo el viento como su padre esperaba, se siente cansado, siente que su cuerpo no aguanta más, así que decide llamar a su maga interior y ésta lo ayuda haciendo que se despoje de su cuerpo, que deje todo lo material atrás, a ser libre como lo era el Burro. Es en ese momento que él siente el universo, comienza a sentir energías, comienza a ver personas como su madre que ya habían fallecido, comienza a dejarse llevar sin limites por el cosmos, sin diferenciar ya si aquello era él mismo o era lo que le rodeaba, ya no existía limites entre el interior y el exterior, simplemtene se dejaba llevar por aquel mundo.

Cuando su padre regresó él sabía perfectamente de dónde venían los vientos y a dónde iban, conocía sus espiritus y lo que sentían, pero lo único que le tubo que decir al padre fue que éste iba de las montañas hacia el mar, ya que era lo único que le interesaba.

Aquel día cuando incendió el cuartel de bomberos, el día que quedó como un héroe ya que todos crelleron que había sido su valor que lo había llevado hasta allí, aunque esto no fuera así. No solo cambió como lo veía la gente, sino que cambió como él veía al mundo, ya no era aquel lugar al cual le faltaba belleza y nadie era capaz de entenderlo, sino que era un lugar donde todos lo halagaban, ya no le era necesario entender el mundo que lo rodeaba, ya tenía la aprovacion de su padre con quien bebían juntos y festejaban. En aquel momento se perdió a él mismo, perdió todo el conocimiento que antes tenía, se dejó llevar por los placeres carnales (a los cuales un niño piede acceder).

Pero volvió a cambiar nuevamente su destino cuando queda atrapado en aquel sontano en llamas, ya que no sobrevivieron por milagro, sino que por sus conocimiento del universo, su conocimiento de lo que le rodeaba, aquel conocimiento por el cual lo habían llamado «raro» toda su vida y que nadie podía entender, en aquel momento él juntó toda las energías del universo, toda la fueza del cosmos para salbarlos a ambos haciendo que el edificio colapsara para otro lado y que ambos pudieran salir de allí.

Cuando el padre queda ciego después del accidente es mucho más facíl para él, su hijo, mostrarle sus conocimientos, ya que para llegar al mundo real que ha demostrado conocer el niño, no son necesarios los sentidos, no es necesario nada de lo carnal que este mundo nos puede ofrecer. De ésta manera el pequeño bombero logró enseñarle a su padre la verdadera realidad, a pesar de que en el mundo aparente habia perdido la visión, había ganado una mucho más importante, la vision de la realidad.

Entonces respondiendo a la anterior pregunta, en realidad el niño es capaz de ver el mundo real? ... Según éste cuento el niño puede ver otra realidad, tal vez hay otro mundo detras de ese, pero sin duda que ese es más real del que estamos viviendo nosotros.

Para la mayor parte de los pensadores, el cuerpo, lo físico, es lo menos importante y lo que nos aleja más de una realidad verdadera. Lo podemos notar en las religiones cuando la mayor parte predican que lo más importante es el espiritú, el despoarse de las cosas materiales, como pueden ser los bienes, para así pasar libres a otro mundo. También estudiando las culturas de miles de siglos atrás vemos que cuanto más puras eran las personas más fácil era pasar a otra dimención, y cuanto más de hayan dejado arrastrar hacía lo carnal y lo material, más lejos de llegar a otro lugar estaban; lo vemos en las personas que practican la meditación, lo que se intenta mediante los mantras es salir de la realidad en la que vivimos, olvidarse de nuestro cuerpo, ascender hasta otra realidad, aunque sea por un solo segudo.

Talvez cualquiera de nosotros seamos capces de conocer otra realidad, pero estamos, aunque no sea de manera intencional, negados a conocerla , a aceptar que el lugar donde vivimos puede que no sea real, como lo plantea Putnam en su teoría de «los cerebros en cubetas» donde nos dice que todo lo que podriamos estar viendo y sintiendo es lo que nos transmite una computadora mediante cables, y lo único “nuestro” sería el cerebro que está conectado a esos cables, una idea espelusnante, y por qué no sería cierta, ya que somos totalmente ignorantes y estamos rodeados de mentiras; y si una persona es capaz de ver otra realidad, lo tratamos de loco y lo internamos.

Esto es lo que sucede a los ojos de una persona normal como cualquiera de nosotros, que solo percibimos una realidad y es la que creemos verdadera, creemos que lo que aparenta, lo que vemos a simple vista, lo que sentimos, es lo mismo que siente el otro, lo mismo que ve, y por lo tanto es lo que creemos real; aunque muchas veces queremos imponer nuestra realidad ante otra, ya que no somos capaces de percibirla...