“No hay que refugiarse en la lectura, sino emplear su capacidad de modificar el estado de las cosas”

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Y es menester decir que el acto de la lectura es individual. Es bastante tedioso leer en grupo, pero no imposible. Empero, esto no significa que te encierres en tus libros sino que, leer mejorará tu capacidad oral. Mejorará tu capacidad para hablar de diversos temas y siempre con una buena actitud hacía los demás.

Cada texto dice algo sobre su contexto. Así como en la Edad Media los problemas que atacaban a sus personas eran sobre la Religión, Dios y el mal, Dante Alighieri muestra todo esto en su conjunto en su obra maestra La Divina Comedia. Pero, ¿qué se lee o qué hay que leer? Esto es un problema que va creciendo desproporcionadamente con el auge de autores de toda clase: desde Youtubers que lanzan libros, hasta malos “psicólogos” que intentan ayudar a las demás personas. Es verdaderamente problemático y estos temas se han llevado a discusiones en foros de Internet y en páginas de Facebook. Pero no citaremos ni resumiremos lo que acontece allá en esos sitios, pero sí daremos cuenta que puede ser cierto que hoy en día se lea más debido a los llamados Best-Sellers, los libros de auto-ayuda, y los libros de consejos financieros, etc. Pero no por eso se deben vanagloriar estos títulos que (muchos de ellos por no decir todos) en su calidad y su fibra no aportan nada a la persona. Ya que, como indica Vargas Llosa con su literatura “light

La literatura light, como el cine light y el arte light, da la impresión cómoda al lector y al espectador de ser culto, revolucionario, moderno, y de estar a la vanguardia, con un mínimo esfuerzo intelectual. De este modo, esa cultura que se pretende avanzada y rupturista, en verdad propaga el conformismo a través de sus manifestaciones peores: la complacencia y la autosatisfacción. (2012, pg. 35)

Están estos textos para el puro entretenimiento y para brindar más seguridad en esa nefasta zona de confort de nuestros días. Pero no por esto, tampoco voy a vanagloriar los grandes clásicos, porque concordando con Calvino: “Tú clásico es aquel que no puede serte indiferente y que te sirve para definirte a ti mismo en relación y quizás en contraste con él”. (1992, p. 17) Pero hay que tener cuidado, esto no significa que podemos tender a relativizar la literatura, poniendo en el mismo plano a Kafka o Dostoievski con John Green o Paulo Coelho. Es aquí donde encontramos uno de los grandes problemas, puesto que, bien podemos aceptar que cualquier libro, sea del tema que sea, acerca a las personas a la lectura; es cierto y los datos lo confirman. El punto es que, las personas que empiezan leyendo sagas juveniles o libros de autoayuda, se estancan en ese tipo de libros y no se permiten la expedición de los grandes títulos clásicos.

El lector me ayudará y recordará el personaje que en su momento dijo: “la mejor crítica social, se encuentra en la poesía”. Pero como he señalado anteriormente, muchas personas lectoras de la sociedad actual que nos rodea, se congelan en libros que no permiten la crítica, sino la misma estabilidad, el optimismo radical que estanca a la persona y le hiela el pensamiento. Pero la lectura nos brinda pautas para no creer cualquier cosa que vemos. Un día escuché: la literatura no sirve para nada; y es cierto, en sí misma no tiene función no sirve para nada en un mundo en el que la producción y la riqueza es nuestro Dios. De todas formas, la lectura nos ayudará para desatar la crítica necesaria en contra del sistema; primero permitiendo el reconocimiento de nuestra identidad y la de los demás.

Referencias

Calvino, I. (1991). Por qué leer a los clásicos. Barcelona: Tusquets Editores.

Manguel, A. (2010). La ciudad de las palabras. México: Editorial Almadía.

Salcedo, A (s.f). Cuánto leen los colombianos. El tiempo. Recuperado de:

http://www.eltiempo.com/multimedia/especiales/cuanto-leen-los-colombianos/15606578/1

Vargas, M. (2012). La civilización del espectáculo. Bogotá: Editorial Alfaguara.