RESUMEN DEL LIBRO: “Deontología para profesionales de la Educación”
Enviado por Sara • 22 de Octubre de 2018 • 2.180 Palabras (9 Páginas) • 387 Visitas
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Existen tres rasgos importantes que encierra cualquier proceso que merezca el nombre de “educativo”:
- El carácter intencional: se expresa en dos esferas:
+ Una intencionalidad educativa personal, que hace referencia tanto a la conciencia que tiene el propio educando de su proceso educativo (autoeducación), como a la intencionalidad del educador.
+ Una intencionalidad educativa colectiva, porque existe la posibilidad de que una determinada comunidad (cultural, religiosa, etc.) proyecte su voluntad educadora promoviendo y/o dirigiendo actividades, proyectos y centros educativos.
- El carácter ético moral: en este proceso se produce el encuentro de dos libertades –la del educando y la del educador- y cada uno debe asumir su propia responsabilidad en el uso de su libertad en el marco de la relación educativa.
- El carácter relacional: posee dos perspectivas:
+ El punto de vista intergeneracional, ya que son las generaciones adultas las que tienen la responsabilidad de educar a las más jóvenes.
+ El punto de vista intrageneracional, porque la educación también se produce entre iguales.
Se puede concluir que “educación” es el conjunto de tareas orientadas a promover el aprendizaje y perfeccionamiento humano, y que requieren poner en ejercicio unos conocimientos y una serie de habilidades técnicas, morales y artísticas vinculadas esencialmente con la dimensión personal del ser humano.
La educación como una “práctica humana”
La práctica educativa como práctica humana se orienta en varios aspectos, pero quisiera rescatar algunos de ellos como por ejemplo: el ejercicio de la actividad práctica no sólo se orienta a conseguir los bienes internos que le son propios, sino que puede realizarse buscando además otro tipo de recompensas extrínsecas.
En pocas palabras y de manera específica la educación en su ejercicio práctico promueve el desarrollo humano en toda su plenitud y contribuye a dar un sentido más amplio a la propia existencia del humano.
La educación como “relación de ayuda asimétrica”
Se describe como una relación de ayuda entre educador y educando. Es un trabajo de ayuda social, que en definitiva, los profesionales que la ejercen requieren en muchos casos una gran capacidad de entrega personal y olvido de sí mismo, porque además suelen ejercerse en circunstancias en las que, habitualmente, se recibe muy poco a cambió en términos salariales y de reconocimiento social.
Esta asimetría de la relación educativa tiene consecuencias importantes:
- Vulnerabilidad
- Autoridad ( saber) y Potestad (poder) [pic 1]
- La autoridad es el saber socialmente reconocido, y la potestad el poder socialmente reconocido; y como la autoridad se funda en el saber y la potestad en la fuerza, la primera es de índole intelectual, mientras que la segunda tiene un carácter volitivo, operativo.
- El educador, al integrar en su persona autoridad y potestad, puede dar consejos y exigir su cumplimiento, pero ha de hacerlo sin “imponerse” , ha de ser capaz de suscitar respeto y obediencia que merece , porque se percibe su autoridad. De hecho, uno de los índices de éxito en esta profesión es el que llegue a un momento en que el educador ya no tenga la necesidad de ejercer la potestad, porque el respeto mutuo que preside la relación educativa se basa en la autoridad del educador, que se funda en su saber.
- Confianza
- La confianza es uno de los valores trascendentales para la existencia y el buen funcionamiento de cualquier grupo social, y que su ausencia impide la realización de empresas comunes.
- El buen profesional debe tener la cualidad de generar el necesario clima de confianza en aquellos a los que se dirige su trabo; confianza, que por otra parte, no tiene porque exceder el ámbito propio de la estricta relación profesional.
- Comunicación
- La práctica educativa es semejante al diálogo que el profesional establece con la disciplina de la que se ocupa, con los beneficiarios de su trabajo y consigo mismo; y esta conversación debe estar presidida por la humildad, el amor a la verdad y el afán de servicio.
La profesionalización de los agentes educativos
Se entiende por profesionalización al proceso por el que una actividad específica adquiere el estatus de profesión.
Los educadores son trabajadores sociales que muchas veces no son valorados por el mismo contexto como lo que realmente valen en su ejercicio profesional y personal; y de hecho, se exige a los educadores profesionales un alto nivel de excelencia en el desarrollo de su trabajo, aunque en muchos casos aún no se les haya otorgado el reconocimiento económico y social que merece esta profesión fundamental.
Entonces la prestación de servicios educativos ya no se considera como una cuestión de buena voluntad, sino el reconocimiento de unos derechos básicos que tienen los ciudadanos, que el Estado debe sufragar en condiciones de igualdad de acceso, calidad y profesionalidad de los agentes encargados para ejecutarlos.
A continuación se describirán las funciones propias de las 3 profesiones educativas más extendidas en la actualidad:
Los profesores o docentes:
Son los profesionales que, en virtud de una preparación específica que acreditan por medio de algún título académico, enseñan de una manera organizada en alguno de los niveles del sistema educativo. Además de la docencia, se les encomienda la realización de otras actividades necesarias para cumplir adecuadamente su cometido, tales como la investigación, el diagnóstico y evaluación, el diseño curricular, la selección de valores, contenidos e instrumentos, la orientación, etc.
Los pedagogos:
Son especialistas en el diseño, gestión, desarrollo y evaluación de planes, proyectos, programas y acciones formativas y educativas adaptadas y contextualizadas, y en su análisis, seguimiento y asesoramiento. Realizan intervenciones educativas principalmente en ámbitos formales, así como intervenciones formativas en contextos organizacionales
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