Tema: Ambientes de aprendizaje.

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Pero es relevante que mencionemos los usos fundamentales de la evaluación: la formativa y la sumativa o aditiva.

La evaluación formativa que se administra dentro del salón de clases, y que se basa en la retroalimentación para la mejora de la enseñanza y el aprendizaje.

Los aprendizajes en algún momento deben convertirse en algo tangible para ser evaluados, mediante actividades como escritos, resolución de problemas, etc.

La evaluación aditiva que será la que nos indique lo que los alumnos han aprendido al final de una etapa o un grupo de actividades de aprendizaje. El ejemplo más común de esta evaluación son los exámenes escritos realizados al final de cada bloque.

El profesor se encuentra en esta parte como regulador de las actividades, de la retroalimentación, de la elaboración de instrumentos que permitan la visualización de los aprendizajes que han adquirido los alumnos y tienen una tarea difícil: evaluar lo intangible. Tiene algunas opciones: tomar en cuenta las participaciones e interpretarlas, o convertirlas en un producto tangible.

Ambiente centrado en la comunidad

Pero el éxito de nuestro ambiente de aprendizaje requiere de un elemento más: la comunidad. Se usa éste término para referirse a cómo los involucrados en el aprendizaje se sienten relacionados con los hogares, los estados, su nación e incluso el mundo. Y es de gran importancia ya que dentro de la comunidad existen normas que regulan la conducta, pero que permiten que las personas aprendan unas de otras e intenten mejorar día con día.

Regular las actividades dentro del aula, y relacionarlas con lo que hay en el exterior es una tarea que tiene el profesor dentro de este ambiente.

Relacionándolo con las demás perspectivas que lograrán un ambiente de aprendizaje eficiente.

Ambientes lúdicos

El juego es para los niños una actividad que les genera placer y alegría, es su realidad más cercana, un espejo simbólico del mundo adulto (Martínez González, 2008), por lo que en los años más recientes se ha implementado en las aulas como estrategia para al aprendizaje. Pero más que una estrategia, puede convertirse en el espacio, un entorno que proporcione al niño la alegría de aprender mediante una realidad adaptada a su tamaño, a sus necesidades, a sus intereses.

Aun así, no se trata de jugar y ya. El entorno debe ser dispuesto con mucho detenimiento para que cumpla con nuestros objetivos y se adapte a las necesidades de cada uno de nuestros alumnos. Para ello José Manuel Bautista-Vallejo nos propone algunas condiciones que debe reunir nuestro entorno lúdico en nuestra aula:

- Debe de favorecer la participación activa de los alumnos. Construir un ambiente que motive a los alumnos a construir su propio conocimiento sin necesidad de verlo como algo aburrido.

- Motivar a los niños a que sientan la necesidad de aprender. Crear niños curiosos e indagadores provocará su autonomía.

- Promover en el mayor grado posible la comunicación entre alumnos y docente alumno. Esta condición es esencial, porque nos ayudará a que se olviden las diferencias dentro del aula y propiciará un ambiente de cooperación.

- Elección de la estrategia bajo criterios realistas. Si estamos utilizando el juego como un espejo simbólico de la realidad, no sería muy razonable plantearles situaciones utópicas o irreales que los lleven a la solución de un problema que no existe y al cual nunca se van a enfrentar.

Conclusiones

A pesar de las nuevas ideas que se tienen sobre el aprendizaje, en donde se menciona que el alumno debe construir su conocimiento, el docente siempre será un elemento clave dentro de la educación, ya que a pesar de dichas ideas, siempre se necesita a alguien que regule las actividades que llevarán al aprendizaje, alguien que las dirija e incluso que nos resuelva dudas cuando no sepamos enfrentar una situación. Por ello el docente debe estar consciente del papel que cumple dentro de la educación, en la creación de los ambientes de aprendizaje que llevarán a sus alumnos a su formación integral como ciudadanos y humanos.

Siempre se ha tenido la idea de que el maestro enseña y el alumno aprende, yo creo que los roles pueden cambiar según la situación. Si consideramos todas estas perspectivas, es probable que todos aprendan de todos, alumnos de alumnos, alumnos del docente y el docente de los alumnos.

Existen además diversas alternativas para complementar como docentes los ambientes de aprendizaje en nuestra aula, como lo son los ambientes lúdicos, que además de integrar los distintos tipos de ambientes, son capaces de motivar al niño y mostrarle la realidad desde un punto de vista más cercano a él y a lo que conoce, basado en sus necesidades y suficientemente eficiente como para sacar a flote todas sus capacidades.