Teoría General del Derecho. Uno puede estar a favor de la globalización y en contra de su rumbo actual, lo mismo que se puede estar a favor de la electricidad y contra la silla eléctrica. Fernando Savater

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al Derecho creado según el procedimiento reconocido debilita la noción de soberanía estatal.-

Este tipo de situaciones, según lo indica Rafael Escudero Alday en referencia a la reforma exprés del artículo 135 de la Constitución Española, dan un mensaje nefasto a la ciudadanía: “deben satisfacerse a toda costa la demanda de los mercados e instituciones reguladoras aunque ellos suponga una redefinición de los aspectos centrales de la Constitución”. Soy de la opinión que esta expresión es aplicable a cualquier acontecimiento que derive de cuestiones donde se anula la soberanía popular, se limita el estado social y se ponen en jaque los principios fundamentales de la vida democrática.-

El pluralismo jurídico y político no merece considerarse solamente desde este aspecto desmoralizante, también es factible considerar convivencias jurídicas que pueden significar la participación activa de nuevos “colectivos” imponiendo ordenamientos desde sus necesidades. Si el Estado los admite, entiendo, no debilita sus fronteras sino que incrementa su potencia social.-

Lo cierto es que en la actualidad, estas necesidades no se encuentran en la agenda política de los gobiernos, ni de las potencias ni de los países semiperifericos. Las decisiones político económicas son ajenas a la soberanía popular y se las padece con cierta (temible) cotidianeidad.-

El conflicto parece haber cambiado de eje: ya no se trata de leyes que protejan los derechos fundamentales de los seres humanos contra los atropellos estatales sino de un Estado que no se obligue a someterse a la tiranía de las leyes del mercado.-

Unidos o globalizados

La disparidad de realidades, entre los países centrales y los periféricos obliga a repensar el proceso de globalización en términos más inclusivos y solidarios: no podemos perder de vista que subirse al tren global implica ceder el asiento a los que dominan por lo que es necesario considerar alternativas que “nos globalicen” con los iguales y con los parecidos.

Se trata de buscar conjuntamente soluciones a problemas similares, compartidos. Boaventura de Sousa Santos propone alternativas al localismo globalizado que buscan “enfrentar la lógica capitalista dominante del sistema mundial”. Se trata de cosmopolitismo y la herencia común de la humanidad.-

El primero, dice el autor, está destinado a contrarrestar los efectos dañinos de las formas hegemónicas de globalización y se desarrolla a partir de la conciencia de nuevas oportunidades de creatividad y solidaridad transnacionales. Se trata de organizaciones y bloques de carácter socio políticos regionales inmersos en realidades concretas y en pos de soluciones factibles a problemas concretos: las ONG, las organizaciones de Derechos Humanos, las agrupaciones sindicales regionales, etc.-

El concepto de “herencia común de la humanidad” hace referencia, indica Boaventura Santos, a las entidades naturales que pertenecen a la humanidad entera: todos los pueblos tienen derecho a opinar respecto de ellas y participar en el manejo y la distribución de sus recursos. El ejemplo más claro son las cuestiones relacionadas con lo ambiental, como la protección de especies en extinción, la capa de ozono o los océanos. A mi entender, es, en esta idea, donde el concepto de globalización se siente más cómodo y es menos dañino.-

Lo cierto es que pareciera haber alternativas a la imposición globalizante del Capital: focos con intensión de cambio y pretensión de subversión del orden mercantilista. Nuevas formas de participación político-ciudadana que reclama potestad en definiciones que hacen a su soberanía en los estados democráticos.-

Redefinir lo colectivo, holgar sus fronteras y pensarlo, si es necesario, regionalmente, porque a nivel planetario es quizá, para países como el nuestro, un poco pretensioso. Resaltar en negritas conceptos como soberanía popular, estado social e integración. Rescatar la “psicología nacional” y el colectivismo constructivo. A mi entender son estas las premisas fundamentales que dan a un Estado nacional sustentabilidad histórica y viabilidad política.-

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA

SANTOS, Boaventura de Sousa: La globalización del derecho. Los nuevos caminos de la regulación y la emancipación. Universidad Nacional de Colombia - 1998 LINARES QUINTANA, Segundo: “Derecho Constitucional e Instituciones Políticas”. Abeledo Perrot – 1970.-

ESCUDERO ALDAY, Rafael: Texto y contexto de la reforma constitucional exprés de agosto de 2011. EUNOMIA Revista en Cultura de la Legalidad