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Tesis Ervin

Enviado por   •  11 de Marzo de 2018  •  2.105 Palabras (9 Páginas)  •  257 Visitas

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1.2. Características del niño sordo.

Un niño o niña sordo es el que tiene una audición poco funcional para la vida diaria es decir que el lenguaje oral no puede ser escuchado adecuadamente por lo tanto si no se ayuda de manera especial para utilizar los restos auditivos que conserva va a tener dificultades en el adecuado desarrollo de su lenguaje.

Los alumnos con los que se realiza el entrenamiento auditivo podemos dividirlo en dos grupos:

1º. Los niños que desde su nacimiento tienen disminuida su audición.

2º. Los niños que después de los dos años o más sufren una disminución en su umbral auditivo.

En estos dos grupos las repercusiones de su perdida son muy diferentes ya que los del primero nunca han oído bien y los del segundo grupo han tenido la oportunidad de desarrollar otras habilidades, se les conoce como sordos post-lingüísticos.

Del primer grupo de niños algunos son detectados entre los ocho y diez meses y al cumplir el primer año de vida tienen su diagnostico confirmado y posiblemente un auxiliar auditivo adaptado y listo para comenzar el entrenamiento.

La gran mayoría de los alumnos no son diagnosticados tempranamente, la adaptación de un auxiliar es muy difícil y cuando se hace ya se a perdido los mejores años para realizar una estimulación auditiva y la intervención temprana que propicien el desarrollo del lenguaje oral.

Es importante puntualizar que en muchos casos las perdidas auditivas no aparecen aisladas. A veces se presentan con trastornos del desarrollo intelectual, trastornos visuales y alteraciones motoras que afectaran seriamente el desaforó integral de los niños y obligaran al maestro a integrar en su programa otras técnicas especiales que le ayudan en el proceso educativo.

1.3. Clasificación de las pérdidas auditivas

dB (Decibeles) Nivel de Perdida

Perdida menor de 15 dB en niños

Perdida menor de 25 dB en adultos Audición Normal

Perdida de 15 o 25 a 41 Perdida Superficial

Perdida de 41 a 55 Perdida Media

Perdida de 56 a 70 Media Severa

Perdida de 71 a 90 Severa

Perdida mayor de 90 Profunda

De acuerdo a esta clasificación los niños con alteraciones superficiales y medias son los que tienen mayores posibilidades pedagógicas, pero sabemos perfectamente que aunque el grado de perdida es de primordial importancia, no se puede hacer predicciones aplicables a todos los niños, pues la evolución es diferente aunque tengan la misma perdida.

1.4. El desarrollo del lenguaje en el niño con Alteraciones Auditivas.

El niño con una perdida auditiva no percibe los mensajes verbales de aquellos que están a su alrededor y por tanto no puede espontáneamente elaborar un lenguaje.

En el niño con alteraciones auditivas el desarrollo de los primeros meses de vida concebida con el desarrollo normal en todos los aspectos no afectados por el trastorno auditivo.

Los primeros años de vida del niño son el más rico y fecundo para todo tipo de aprendizajes. Las nuevas adquisiciones se deben en gran parte a la evolución de las estructuras anatómicas, particularmente las del sistema nervioso central. Esta evolución no es regular y constante sino que hay periodos de estacionamiento. La evolución es muy rápida durante los dos primeros años de vida y se convierte en lenta de los dos a los tres años

Todas las adquisiciones del niño están llenas de matices ligadas a su vida emocional y relacional. El niño organiza su personalidad con sus características personales y siempre en función de un conjunto de complejas relaciones con su medio ambiente.

1.5. Diferencias entre los niños normo yentes y sordos.

- Los niños oyentes:

- A partir de los primeros días, el niño reacciona a ciertos ruidos

de manera refleja.

- A los dos o tres meses, fija su mirada en los labios del adulto

que le habla. Emboza movimientos Labiales sin emisión de

voz.

- A los tres o cuatro meses ciertos ruidos toman significación

propia, el niño comprende que alguien entra en su habitación;

que se le prepara el biberón; reacciona a la voz de su madre.

Progresivamente, distingue los ruidos familiares: campanas,

llaves de cerradura, puertas que se abren, etc.

- A los cuatro o cinco meses comprende algunas entonaciones.

Se le llama, se le reprende. La mímica que acompaña a algunas

palabras, desempeña asimismo, un papel de información

complementaria.

- A los cinco o seis meses comienza a lalear. Emite al azar,

numerosos sonidos y algunos de ellos no forman parte del

repertorio del idioma materno.

- Oye al adulto, al que imita; repite sus vocalizaciones, a las que

añade otros elementos sonoros.

- Imita a su manera, las emisiones del adulto y el resultado es

una selección entre los sonidos utilizados, que van adquiriendo

forma aproximándose a los modelos del sistema fonético del

idioma materno.

- Poco a poco, algunos sonidos se cargan de significado. Se

trata, al principio, de llamadas, su significado es percibido

conjuntamente por el niño y el adulto.

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