Trabajo decente: significados y alcances del concepto

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Trabajo Decente: El gran desafio de los Estados y las Empresas.

Robert Castel en su libro “La inseguridad Social” explica la propensión del ser humano a estar protegido, y expresa que la misma no constituye solo un anhelo, sino un derecho que le asiste de manera natural. La seguridad expresa una exigencia que no solamente debe de ser asumida por la policía, el juez o algún Ministerio. La seguridad forma parte de los derechos sociales en la medida en que la inseguridad constituye una falta grave en el Pacto Social.

El paradigma trabajo –ahorro-amor= felicidad que ha imperado durante siglos en la humanidad ha mudado de manera abrupta al nuevo empleo-consumo-placer=satisfacción….La pregunta que viene a la cabeza, entonces es: cuanto mas habrá de correr el hombre tras la quimera de la satisfacción instantánea, sin sentirse desprotegido, ajeno y vacio, finalmente, solo?

En términos éticos, para el hombre, ser feliz, se trata de algo mas que tener un empleo, aún algo mas que un muy buen empleo, bien remunerado. Se trata de no ser explotado, de igualdad entre pares, de tener oportunidades, de poder crecer y desarrollar su potencial.

Es ahí, cuando cobra relevancia el concepto de Responsabilidad, tanto del Estado, que no debe permanecer al margen, como de la Empresa privada. Concebir la Responsabilidad como una sinergia entre el poder público-político y el poder económico para poder crecer con inclusión, mejorar el empleo, reducir la informalidad, combatir el trabajo infantil, promocionar el trabajo de los jóvenes y las mujeres, mejorar y extender la cobertura social, impulsar y sostener el acceso a la educación formal y la capacitación laboral, reforzar también la competitividad y la productividad, como asimismo potenciar el uso de herramientas que generan crecimiento personal y profesional de los trabajadores.

Este desafio, implica por un lado, leyes claras por parte del Estado que estimulen la inversión, y una especial gestión de calidad de la empresa privada de manera sostenible, por otro, pues la inseguridad, no es solo una cuestión de ética, sino una de las mayores barreras que impiden el desarrollo económico y social de una nación.

Las políticas de Responsabilidad Social Empresaria (RSE), constituyen una interesante respuesta estratégica del sector privado mundial a los trastornos en torno al empleo, planteados por la globalización. La creciente interdependencia de los mercados, comunidades y personas, vuelven demasiadas estrechas las visiones del desarrollo empresarial enfocadas únicamente en los objetivos de rentabilidad. Ya no puede pensarse en la creación de valor a largo plazo, sin considerar que la gestión actual de las compañías, incide en aspectos económicos, sociales y ambientales de las comunidades o regiones donde desarrollan sus actividades.

Aún, cuando el concepto de RSE es relativamente joven, desarrollar de manera sostenida su noción y fundamento, es de utilidad, para avanzar en tópicos como inclusión, empleo y competitividad de manera equitativa. Es un concepto universal que la empresa socialmente responsable, por ejemplo, no utiliza el despido como instrumento para reducir costos, tampoco se limita a cumplir con los derechos laborales internacionales, integradas en las normativas nacionales, sino que además de ello, invierte en capacitar, profesionalizar y mejorar los ambientes de trabajo. Por otra parte, permite que sus trabajadores se organicen. No discriminan, y sus políticas de remuneraciones, beneficios y carrera apuntan al desarrollo integral de sus colaboradores. Cuidan la salud de los mismos y avalan su protección brindandoles seguridad. Cuidan el medio ambiente y son coherentes con la información que brindan hacia adentro de sus organizaciones, como asi también a los destinatarios de sus productos o servicios.

Se involucran activamente en cuestiones sociales que inciden en el bien común, no como una estrategia de penetracion en el mercado, sino con conciencia de que ellas mismas estan insertas en el medio.

En Argentina, la Red de RSE y Trabajo Decente, es una iniciativa liderada por el Ministerio de Trabajo de la Nacion con el objetivo de promover la cultura del trabajo de calidad y el dialogo social, como condición necesaria, para el desarrollo de una economía que contemple la inclusión, la sustentabilidad y la calidad competitiva. En la actualidad cuenta con la participación de mas de 100 empresas líderes multinacionales y nacionales, el apoyo de Universidades públicas y privadas e instituciones académicas, organizaciones de la sociedad civil, ONGs y el patrocinio de la CEPAL, PNUD y la OIT.

Las ideas predominantes, sobre el rol de la empresa privada, ha cambiado sustancialmente en los últimos años. Durante décadas, la visión era que la empresa tenia solo una responsabilidad, y era ésta, generar los beneficios para sus dueños al tiempo que se veía obligada a rendirle cuenta sólo a ellos, visión que fue legitimada por Milton Friedman (1962) en un árticulo donde sostenia que la empresa no podía hacer otra cosa, es mas, pedirle otra cosa, resultaría perjudicial. Esta es la etapa de la empresa privada reconocida como “Narcisista”

No paso mucho tiempo, para que se derrumbara esa realidad. Fuerzas sociales cada vez mas amplias demandaban una perspectiva menos miope. En economías cada vez mas concentradas, los impactos de las acciones de las empresas recaen en el conjunto de la sociedad. De ese modo, surgieron de a poco, las empresas con un perfil “Filántropico” creciendo con sus contribuciones dinerarias y estimuladas por importantes desgravaciones impositivas, enfocadas en causas especificas, como ser creaciones de museos, bibliotecas, etc.

Sin embargo, este último modelo, también quedo estrecho, ante la vertiginosidad de los cambios mas cerca del siglo XXI. Las fuerzas sociales reclamaban otras cosas, entre las que se destacan los principios de la Responsabilidad Social Empresaria.

Politicas de personal que respeten los derechos de los trabajadores y favorezcan su desarrollo.

Transparencia y buen gobierno corporativo.

Juego limpio con los consumidores

Politicas activas de protección al medio ambiente

Integracion a los grandes temas que hacen al bienestar común.

No practicar un doble código de ética, como por ejemplo avalar actos de corrupción con un funcionario público con el objeto de lograr beneficios empresariales.

Por otra parte, se requiere, entre otras acciones,