Travel to Love: I won’t Go Back-
Enviado por Kate • 26 de Noviembre de 2018 • 4.925 Palabras (20 Páginas) • 412 Visitas
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Ren, en todo momento que le estuve contando no dejaba de mirarme fijamente, algo que me ponía algo nerviosa pero luego me sonreía y en cierta manera, eso me calmaba.
-Para hacer la cosa más justa… Mi nombre completo es Izumi Ren y nací el 10 de marzo, tengo 27 años. Mi color favorito es el amarillo y el gris. Soy de Fukushima pero me vine a vivir a Tokio con 10 años, al principio vivíamos todos mis dos hermanos juntos con nuestros papás en una casa en el centro, pero cuando eran los mayores luego se mudaron y solo quedé yo, cuando me mudé a vivir solo, mis papás volvieron a Fukushima a la vieja casa que teníamos. Estudie comercio y en la universidad, administración de empresas y ventas. También me gustaría ir muchos países, en concreto Austria, me encanta la música clásica. Sé alrededor de cinco en los que soy fluidos, y dos los cuales estoy practicando…- Ren se movió de su lugar y se colocó para así poder estar mirándome frente a frente.
-¿Cuáles son?- le pregunte, esperando que uno fuese el español, para así poder enseñarle y que él me enseñase japonés.
-Soy fluido en inglés, obvio japonés, alemán, chino y corean. Y estoy aprendiendo filipino y noruego.- Dijo sonriéndome. Ren parecía ser una persona muy alegre, algo que me gustaba mucho de él, a pesar de que no lo conocía casi nada a parte de lo que me había contado treinta segundos atrás.
-¿Crees que puedas ayudarme con mi japonés?- le pregunté tímidamente, Ren solo me vio y volvió a sonreír ampliamente de nuevo mientras asentía.
Ren continuó haciéndome preguntas a los que ambos respondíamos. Me explicó lo básico lo que era la industria del “dubbing”, que debía hacer audiciones antes de darle voz a algún personaje, que gracias a mi falta de conocimiento en japonés, todos mis posibles guiones estarán en romaji para que se me haga más fácil la pronunciación y muchas cosas más, también sobre cómo eran las cosas acá en Japón. Al parecer los mangas sobre molestadores en los trenes son ciertas. Me comentó sobre algunos de mis compañeros de trabajo y que él sería mi manager de hoy en adelante, pero que ese tema lo discutiríamos el lunes cuando vaya a conocer la compañía. Luego de dos horas más hablando, Ren soltó un gran bostezo y recostó su cabeza en la mesa.
-Ya deberíamos ir a dormir- dije levantándome de mi lugar, del cual no me había movido desde el momento que me había sentado. Haga los dos vasos donde había bebidos los jugos y me tomé la confianza de ir a la cocina y fregarlos. Cuando regrese, Ren se había levantado y estaba guardando los cojines y arreglando una que otra cosa que se habían desarreglado.
-Whoa ~ ya son las 3:00, no hay duda que tengamos sueño- le comenté a lo que él me respondió con otro bostezo. Ren me hizo seña que lo siguiera por un pequeño pasillo donde había tres puertas.
-Esta puerta- señaló una puerta pintada de blanco. -este va a ser tu cuarto. Tiene lo esencial, ósea la cama y un televisor. Estaba esperando que vinieses para arreglarlo a la manera que más te gustase, ¿qué tal si haces eso mañana? Como estoy libre, estaba pensando en llevarte a conocer la ciudad, a pasear literalmente. Y esta puerta que está al frente, pues es un baño, nada especial, y la última puerta, es mi habitación.
Abrí, tanto la puerta de mi próxima habitación y la del baño para ver cómo eran por dentro, revelando que las habitaciones son muy espaciosas. Ren la puerta de su cuarto que era aún más espacios que las otras dos habitaciones. La cama daba hacia la puerta y su lado había dos buros, con dos lamparitas de noche.
-Hay dos opciones: duermes conmigo o tu duermes aquí y yo en el otro cuarto. Bonus: yo aquí y tú allá.
-Duermo contigo- dije mirándole seriamente. Probablemente estaré loca. Como había dicho, me podrían matar y mis familiares no se darían cuenta pero creo que puedo confiar en Ren. Parecía gay.
Entré a la habitación de última, ya que estaba buscando mis pijamas, o más bien, un short, un suéter largo y medias. Al entrar, solo las luces de las lamparitas de noche estaban encendidas, Ren estaba en el baño, al parecer dándose un baño, mientras él hacía eso me cambie. Luego, Ren salió, ya vestido, con la toalla enrollada en su cuello.
-¿No te quieres bañar? Puedes usar mi baño o el de afuera, como prefieras- me dijo tendiendo la toalla en una silla que estaba cerca de la cama. Solo negué y me senté en el borde de la cama esperando a que él se acostase para luego yo hacerlo. Al él hacerlo, me arrastré hacia mi lado de la cama, dejando un pequeño espacio entre Ren y yo. Ren apagó la luz de la lámpara que estaba de su lado y yo apagué la mía.
-Oyasumi (2)- me susurró, dando un gran bostezo y acomodarse.
-Buenas noches- le dije también. Me acomodé dándole la espalda y volví a susurrar antes de cerrar los ojos para dormir:
“Yoroshiku onegai shimasu (3)”
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- Mochi Mochi: Aló.
- Oyasumi: Buenas noches.
- Yoroshiku onegai shimasu: un gusto en conocerte.
Capítulo 2
Un sonido completamente molesto, fue lo primero que me despertó, era mi teléfono. Luego unos fuertes sonidos afuera de la habitación. Me senté en la cama, mirando a todos lados, dándome cuenta que Ren no estaba, y asumiendo por los ruidos, debía estar o en la sala o en la cocina. Me quedé unos momentos en la misma posición, mirando a la nada, tratando de acostumbrarme a la luz, para luego agarrar mi teléfono. Era una llamada de mi mamá.
-Hola mamá, buenos días- dije luego de contestar.
-Hola mi vida, ¿cómo llegaste? ¿Te acabas de levantar?”- me preguntó sonando un tanto preocupada.
-Llegué bien, a las una de la mañana, por ahí. Y sí, me acabo de levantar.
-¿Dónde te estás quedando? ¿Te quedaste siempre en la casa del tal Ren ese? Ten cuidado, no sabes qué tipo de persona realmente es. Por favor llámame, sí algo te pasa.
-Sí mamá, me estoy quedando donde él. Tranquila, sí algo pasa te llamaré sin duda.
Cuando dije esa última frase, solo pude pensar
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