UN DIAGNOSTICO DE LA INTEGRACIÓN EDUCATIVA EN CHILE.

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Finalmente, para enfrentar la inclusión educativa, son las universidades las que deben generar el cambio preparando a sus futuros docentes en áreas como adaptación curricular, modalidades de evaluación y Necesidades educativas especiales entre otras áreas especificas. Los docentes necesitan formación inicial en estos aspectos para que puedan tener mayores recursos al momento de trabajar con niños con algún tipo de discapacidad. “La formación académica debiera contemplar la experiencia. A raíz de eso me llamaron de diversas universidades y actualmente hago la asignatura de integración educacional, donde trato de hace una clase no tan didáctica si no más bien didáctica participativa, visitar lugares en donde se están realizando experiencias de integración, exponer videos, asistir a eventos en donde se discute este tema, la idea es que los alumnos se familiaricen con este desafío de la integración” señala Arroyo (p. 14).

Los profesores ya en ejercicio debieran capacitarse en las distintas áreas, un trabajo de sensibilización para que puedan aceptar a estos alumnos en sus aulas y asegurarles una educación de calidad. Araneda (2011) menciona “El problema es la formación de pre-grado de docentes. A nuestro juico, esta debiera tener cuatro líneas fundamentales: el respeto de los derechos humanos y los derechos del niño; la informática educativa; la conservación del medio ambiente y la atención a la diversidad”. (p. 15).

RELACIÓN ACTUAL ENTRE EDUCACIÓN REGULAR Y EDUCACIÓN ESPECIAL

Al interior de las escuelas especiales, los educadores diferenciales han ampliado su campo profesional en dos áreas:

- como apoyo a los alumnos y profesores que participen en proyectos de integración escolar,

- Entregando una asesoría pedagógica más general que apoye a los docenes en el desafío de atender la diversidad de estudiantes.

Las principales características de la relación entre la escuela especial y la escuela regular en Chile son:

- Actualmente existe una relación entre la escuela regular y las escuelas especiales, inclusive, algunas de ellas en estrecha relación con universidades lo que hace prever algunas estrategias para potenciar el trabajo de integración. Es así que, Zondek, (2011) señala “Para la escuela y el liceo regular es muy importante contar con el apoyo y la experiencia de las escuelas especiales, formar equipo con profesionales especialistas permite en la práctica hacer las adecuaciones pertinentes (p. 27).

- “Para el FONADIS lo central se encuentra en el cambio cultural, que los estudiantes con discapacidad logren las competencias curriculares, avancen y progresen en los distintos niveles educativos, para lo cual es necesaria una buena formación, tanto inicial para los estudiantes de pedagogía como posterior para los docentes en ejercicio. Esta formación debe hacer énfasis en la flexibilidad curricular, la formulación de planes y programas adaptados a las necesidades de sus alumnos y considerando distintas formas de evaluación. Así, el profesor no va a encontrarse en la situación de que hacer, cuando de la noche a la mañana llega a su cuso un niño con discapacidad, si tiene 45 o más alumnos” Zondek (p. 27). Es en este panorama que, las escuelas especiales deben abrirse a la integración y ponerse al servicio de la educación regular y así mismo, contextualizar a los educadores diferenciales en base a la nueva reforma y es en relación a eso y a la falta de recursos para profesores que Ximena Conejeros, de profesión profesora señala que como profesionales es muy difícil acceder a otros niveles de educación, y que las adaptaciones curriculares son muy importantes pero no siempre hay dinero para tomar o pagar un curso. Señala que debiera existir algún sistema que permita trabajar y aprender, manejar el concepto de adaptación curricular en el aula.

- Este nuevo rol del educador despierta cierta inquietud en los educadores diferenciales porque no logran identificar cual es su real aporte. Duk (2011) comenta “Se necesita un cambio en la formación inicial de los docentes, programas de capacitación no sólo para profesores de educación regular en ejercicio, sino también para todos los especialistas y profesionales de educación especial. Estos últimos deben modificar su rol y funciones y convertirse en profesionales de apoyo a la educación regular.” (p. 25).

- Se necesitan mayores recursos para promover los proyectos de integración provenientes de la subvención escolar. Con los recursos existentes solo se alcanza a trabajar con en mira de un compromiso focalizado enfocado en la individualidad del estudiante con discapacidad. Duk afirma, “todos estamos de acuerdo en que se trata de un cambio cultural, del sistema educativo en su conjunto, tanto de la educación regular como de la educación especial. Por lo mismo, los avances en este sentido, dependen en buena medida de investigación que el Estado esté dispuesto a realizar para implementar dichos cambios. Me preocupa cuando se habla de inversión que se está realizando en integración, ya que ésta considera básicamente los recursos provenientes de la subvención de educación especial. El Ministerio de educación ha creado mecanismos que permiten que los recursos de la subvención especial puedan ser transferidos a la educación regular, a través de la aprobación de proyectos de integración. Sin embargo, sabemos que éstos son insuficientes para promover los cambios que se requieren, hacen falta recursos adicionales”. (p. 25).

- Es necesario reestructurar la escuela especial, y hacer que se rija en su organización tal como la escuela regular en los mismos niveles y cursos integrándose al currículo regular con las adaptaciones necesarias en cada caso. Actualmente en Chile existen currículos paralelos para los niños con discapacidad. Finalmente Cynthia Duk señala “Para avanzar hacia la inclusión, creo que hay que hacerle una exigencia al sistema de la educación especial. La integración supone una transición de la educación especial a la regular, hasta lograr su unificación. Sin embargo, en la actualidad, mientras no se modifique la estructura de la educación especial, este tránsito es muy difícil de lograr, porque no están los mecanismos ni las regulaciones necesarias para hacerla. El traslado a una escuela regular de un niño con discapacidad (…) es difícil de realizar, ya que no existe equivalencia entre los grados y niveles de la educación especial y regular, más aún cuando el currículo nada tiene que ver con los objetivos y contenidos fundamentales que están establecidos para toda la población”. (p.