UNIVERSO LINNEANO: Carl Linneo creo los fundamentos de la moderna taxonomía en el s. XVIII.

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Reconocer una especie, supone encontrar a un grupo de organismos que compartan ciertos rasgos distintivos. No hay por qué depender de cualidades “resbaladizas”, como el aislamiento reproductivo. Una sola mutación podría permitir que un pequeño grupo de animales adquiera la categoría de especie. Según Georgina Mace, para que una especie pueda dividirse debería diferenciarse ecológicamente (a juzgar por geografía, clima y relación entre depredador y presa).

Más confusión que sustancia:

Kevin de Queiroz sostuvo que la mayoría de conceptos de especie contrapuestos coinciden con en aspectos básicos. Todos, por ejemplo se fundamentan en que una especie es un linaje evolutivo diferenciado. Para de Queiroz esta es la definición fundamental de especie. Piensa que métodos diferentes funcionan mejor en casos distintos. Así, un gran aislamiento reproductor constituye una prueba valiosa a favor de que una población de aves, es una especie.

Algunos de los expertos que no comparten el mismo optimismo con de Queiroz, para contrastar nuevas asignaciones de especies, en vez de limitarse a un patrón de oro, recurren a diversos elementos de juicio. Jason Bond y su alumna Amy Stockman, adoptaron este enfóque a la hora de estudiar un enigmático género de arañas, Promyrmekiaphila, estas arañas presentan resistencia a ser clasificadas, ya que parecen casi idénticas. Y sin embargo forman poblaciones muy aisladas, en grandes medidas porque es improbable que se alejen de su hogar. Para identificar las especies de estas arañas, Bond y Stockman adoptan un método llamado Templeton. Estudiaron la historia evolutiva de Promyrmekiaphila, midieron el flujo génico entre poblaciones y caracterizaron el papel ecológico de estas arañas. Obtuvieron la vida evolutiva de estas secuenciando partes de dos genes de 222 de 18 puntos de California. Examinaron en el ADN marcadores genéticos que mostraban el parentesco de las arañas entre sí. El árbol evolutivo de las arañas resultó estar constituido por un número de linajes distintos.

Por último registraron las condiciones climáticas en que vivía cada grupo de arañas. Acabaron por identificar 6 especies que cumplían todos los criterios. Si se aceptaran estos hallazgos se duplicaría el número de Promyrmekiaphila.