VALORES Y ÉTICA EMPRESARIAL: UN ENFOQUE SOCIOLÓGICO

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De igual manera, otro aspecto interesante que la autora toma como punto de referencia es que la ética desde cualquier enfoque siempre posee un marco de referencia social en el que se sustenta y en el que se desarrolla que va más allá de las características puntuales de la cultura al interior de las organizaciones e incluso de la cultura local del entorno que rodea a las organizaciones. Un ejemplo claro de ello son los principios universales éticos que quedaron plasmados en la historia humana a través de la Declaración de los Derechos Humanos del 10 de Diciembre de 1948, de los cuales sin duda se desarrollan pautas morales que rigen el comportamiento y normas de diversos grupos humanos moldeándose a sus objetivos particulares.

El interés en la ética empresarial es cada vez más notorio. Las empresas responden a esta tendencia de diversas formas, algunas la toman como un mito, tienen el paradigma de que son cuestiones sólo de la religión, que es un ámbito que no es compatible con los negocios o que hacer ética es lo mismo que cumplir a cabalidad con las leyes establecidas. Otras en cambio, comprenden que la ética empresarial influye determinantemente en la imagen corporativa de la empresa, en la cultura organizacional, el clima laboral, en la reputación de la empresa y sobre todo en las personas, en su bienestar tanto psicológico como emocional. En cuanto a las leyes, la autora argumenta que si bien estas respaldan la ética en cierto grado, no protegen todos los derechos humanos, lo legalmente permitido no siempre corresponde a un comportamiento ético. De esta manera ya sea la ética empresarial una “virtud o una necesidad” en la actualidad lo cierto es que en ella se enmarca unas normas que han sido aceptadas o deberían ser aceptadas en la comunidad empresarial y que trazan unas pautas de comportamiento encaminadas hacía los valores que van más allá de las leyes, que engloban la responsabilidad social, que facilitan el buen vivir y apuntan justamente al “hacer lo correcto” en todos los aspectos.

Como se mencionó anteriormente la ética es un proceso social que se da al interior de las organizaciones, y este se puede manifestar incluso de manera inconsciente justo como pasa en algunos grupos de la sociedad en el interior de las empresas, por lo que se podría decir que siempre es un factor determinante en la actividad empresarial. Para argumentar esta posición la autora demuestra la existencia de códigos éticos implícitos en las pequeñas y medianas empresas que poseen una larga historia y en las que existe un compromiso con los recursos humanos y con el comportamiento adecuado. Cabe mencionar que en las grandes empresas los códigos éticos se encuentran por lo general explícitos y son publicaciones de los principios que rigen la gestión en la empresa (Álvarez, 2005). Para llevar a cabo el análisis de la ética en las pymes la autora realiza una indagación que refleja de qué forma estas empresas desarrollan un comportamiento ético, unas normas y valores influidos por el contexto socioeconómico que las envuelve y se analiza como esa influencia de la sociedad se transforma para ellas en unas bases para su supervivencia y competitividad, de tal forma que las características del contexto ya sean de alcance local, regional, continental etc. influyen en su comportamiento. La investigación empírica de la autora contrarresta los discursos teóricos de diferentes agentes sociales sobre la ética empresarial con la realidad de las pymes demostrando que a pesar de no tener un código ético de forma explícita surge de forma inevitable, pues se detectan valores compartidos por los miembros de la empresa que coinciden en cierta medida con la ética de la sociedad en la cual se encuentran inmersas. Se analiza como las empresas que fueron enfoque de estudio surgen como respuesta al entorno y a la tecnología utilizada, cada empresa tiene una postura de la naturaleza humana característica, así como unas determinadas formas de tomar decisiones. Los valores y la cultura que predominan en las pymes son la manifestación del tipo de sistema social que las estructura y las organiza.

Por otro lado, tomando en cuenta la importancia de la ética empresarial tanto para las organizaciones como para el entorno que le rodea la autora expone que es posible y necesario la gestión de la ética empresarial. Esta concepción también la podemos encontrar en otros autores como Baptista (2011) quien considera que la gestión de la ética permite al interior de la organización promover un clima de confianza que sirva como marco para que el capital humano de la comunidad se desarrolle. Kliksberg (2003) al igual que la autora, apunta a que una de las maneras de gestionar la ética es a través del aprendizaje organizacional. La formación al interior de las empresas se traduce en un enriquecimiento desde todos los aspectos para las personas que trabajan en ella, impulsa hacía el cambio y la adaptación, sobre todo en la actualidad en el que la tecnología y la información requieren una forma diferente de gestión. La formación facilita establecer una ética que proporcione ventajas a la organización, pero también se convierte en un elemento indispensable si se desea comprender el contexto social en el cual se encuentra la empresa. Dicha comprensión, adaptación, dependen de la innovación, la creatividad y el talento humano que reside en las personas, sólo así es posible comprender en cierta medida la realidad del ambiente interior y exterior de la organización. Otra manera que es crucial para que pueda gestionarse la ética empresarial es a través de la gestión del conocimiento, un aspecto que viene marcando una tendencia en las teorías empresariales en los últimos años. La gestión del conocimiento afecta de manera directa la adopción de valores así como está profundamente ligado con el proceso del aprendizaje. Cuando las personas adoptan valores aprenden, cuando aprenden cambian conductas, al cambiar conductas responden a un código ético establecido y al responder a ese código ético dicha respuesta influye de manera directa en el desempeño integral del ser humano, desde lo laboral hasta lo personal lo que sin duda mejora el clima organizacional de la empresa, el aspecto emocional de las personas, la imagen de la empresa al exterior añadiendo sin duda un valor estratégico de sobrevivencia no solo para la organización sino para todas las partes involucradas con ella.

Bibliografía:

Alvarez Rivas, D., & Torre Díaz, J. de la. (2005). 100 preguntas básicas sobre ética de la empresa. Madrid: Editorial Dykinson, Place of publication not identified. Recuperado a partir de http://www.digitaliapublishing.com/a/8052

Baptista (2011). Los sistemas de