La evaluación del rendimiento académico

Ensayo de la unidad 4 de sus recursos l, ll y lll.

Jordany Monegro 2023-5715                Orientación Académica, Sab. Vesp.

Introducción:

La evaluación del rendimiento académico es una pieza fundamental en el sistema educativo, tanto en modalidades presenciales como semipresenciales. En la Universidad del Caribe, esta evaluación se rige por una normativa que se apoya en marcos legales y conceptuales, los cuales determinan los criterios para medir el desempeño estudiantil. En este ensayo, exploraremos en detalle la Normativa de Evaluación del Rendimiento Académico en la Modalidad Semipresencial de la Universidad del Caribe, destacando los aspectos clave que la componen y cómo influyen en la calidad de la enseñanza y el aprendizaje.

Desarrollo:

La Normativa de Evaluación del Rendimiento Académico en la Modalidad Semipresencial de la Universidad del Caribe se sustenta en una sólida base legal. Esta base incluye la Ley de Educación Superior Ciencia y Tecnología, específicamente el Capítulo III, que trata del Sistema Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología. En dicho capítulo, se establecen los regímenes de admisión, permanencia, promoción y equivalencias para los estudiantes. Además, se apoya en reglamentos específicos relacionados con instituciones de educación superior y programas de educación a distancia.

Desde una perspectiva constructivista y basada en competencias, la evaluación es vista como un proceso continuo a lo largo de toda la enseñanza-aprendizaje, y va más allá de una simple calificación. Se centra en el aprendizaje individual y personal de cada estudiante, promoviendo la comprensión y aplicación de conocimientos en contextos reales. Este proceso de evaluación incluye tanto los encuentros presenciales como el estudio independiente, permitiendo la reflexión crítica y el diálogo entre docentes-tutores y estudiantes.

En esta modalidad semipresencial, la evaluación adquiere características específicas. Destaca por su enfoque en el aprendizaje individual y personal de cada estudiante, así como por su orientación hacia la comprensión y aplicación práctica de los conocimientos adquiridos. La evaluación se lleva a cabo en un contexto de reflexión crítica y diálogo entre docentes-tutores y estudiantes, y también entre los propios estudiantes. Implica una retroalimentación permanente y efectiva, y fomenta la participación activa de todos los actores involucrados. Además, se adapta para responder a la diversidad en el aula y tiene un enfoque transformador y de crecimiento tanto para los estudiantes como para los docentes-tutores.

Con respecto a los tipos de evaluación, se aplican la evaluación diagnóstica, formativa y sumativa para evidenciar los aprendizajes alcanzados y el nivel de dominio de las competencias. La evaluación diagnóstica se realiza al inicio del proceso para identificar los conocimientos previos del estudiante. La evaluación formativa se lleva a cabo durante el proceso de aprendizaje, permitiendo la retroalimentación y el estímulo constante del desempeño. Por último, la evaluación sumativa refleja el resultado final expresado en la calificación, realizada al término de un programa, proyecto o plan.

Además de estos tipos de evaluación, la autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación son prácticas importantes. La autoevaluación implica que el estudiante se evalúe a sí mismo, lo cual contribuye a regular su proceso de aprendizaje y realizar ajustes necesarios para mejorar. La coevaluación involucra la evaluación entre pares, brindando una visión complementaria del proceso de aprendizaje. La heteroevaluación, llevada a cabo por el docente-tutor, combina un componente formativo y de retroalimentación del proceso de aprendizaje con un componente sumativo relacionado con los resultados finales de los aprendizajes.