La indisciplina en el aula

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Centro de Estudios Superiores de Educación

La indisciplina en el aula

Reporte sobre experiencia exitosa

Maestría en Gestión Educativa

Candidato a Maestro: María Cristina Delira Trejo

Directora: Beatriz Adriana Sánchez Hernández

México D.F.                                                                        Abril 2015

Índice

Introducción

La problemática identificada en el Colegio Leonardo Da Vinci, la cual constituye una dificultad para lograr los objetivos planteados por la dirección de la institución (elevar el nivel académico), pero la falta de autoridad en los profesores en gran manera genera la indisciplina en el salón de clases, esta situación es sin duda uno de los mayores retos al que los profesores nos enfrentamos diariamente cuando llevamos a cabo nuestro cometido de “enseñar” (Giner y Onieva 2009).

La relevancia que tiene para la gestión institucional, radica en solucionar problemas de índole administrativo, particularmente en el aspecto organizacional lo que permitirá la optimización del proceso de enseñanza-aprendizaje en el contexto del aula.

Y si bien las situaciones de indisciplina entre los alumnos han existido por siempre, cada vez cobran más relevancia debido a las dificultades para poder llevar a cabo el proceso de enseñanza aprendizaje (Veiga y Rodríguez, 2008).

Actualmente, aunque la indisciplina es considerada como un problema cada vez más grave en las aulas, los recursos para solventarla por lo general distan de los procedimientos técnicos, es decir, las intervenciones del docente en torno a este asunto se hace con los recursos generados por la experiencia, o bien con esquemas con una fuerte carga de creencias, instituciones y sentido común (Zamudio, 2010, pág. 17).

Brophy (1998), cit., en Le Page, Darling-Hammond, Akar, Gutierrez, Jenkins y Rosebrock (2005), sugiere que además de conocimiento de la materia de enseñanza, pedagogía y características de los estudiantes, los docentes para alcanzar un control eficaz del aula, requieren del dominio de tres tipos de conocimiento formal:

1. Manejo de clase
2. Los procesos para su puesta en práctica
3. Las condiciones cuando éstos deben de implementarse.

Teóricamente Sureda (2003) define la disciplina es una virtud que modifica a quien la práctica y también el medio ambiente donde se ejerce. Así mismo para adquirir y provocar la disciplina es la autoexigencia, es decir, es la capacidad de pedirnos a nosotros mismos un esfuerzo extra para hacer mejor las cosas, este tipo de comportamiento tendrá frutos más adelante indudablemente.

Un factor que no debemos olvidar influye en la disciplina escolar son los valores morales, estos perfeccionan al hombre haciéndolo más humano, con mayor calidad como persona. Los valores morales ocurren en el seno familiar y son los valores como el respeto, la tolerancia, la honestidad, la lealtad, el trabajo, la responsabilidad, etc. los que hacen a la persona un ser único e irrepetible y para que se transmitan estos valores es de vital importancia que las relaciones de calidad con todas las personas significativas como padres, hermanos, abuelos, parientes, amigos y maestros.

Además es de vital importancia el modelo y ejemplo de estas personas muestren al alumno, porque de ella aprenderán la coherencia de lo que se dice y lo que se hace, en una frase, “predicar con el ejemplo”, así pues, los valores adquiridos en el seno familiar ayudarán al niño y adolescente a insertarse satisfactoriamente en la vida social,  

Pero, en ciertas etapas de la vida del ser humano cuando están encontrándose así mismos, específicamente en la etapa secundaria y preparatoria suelen ocurrir muchos cambios tanto físico como emocional, cambian sus gustos, preferencias, no les agrada las ordenes, las llamadas de atención y ellos mismo entran en conflicto con la figura de la autoridad, es en este momento donde el orden, el trabajo y la disciplina se ven amenazados cuando los valores morales han sido edificados muchas veces tímidamente (no poner límites cuando se debe).