“El Moro Expósito o Córdoba y Burgos en el Siglo Décimo, Leyenda de Doce Romances”

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esta obra, pues a cada paso el duque de Rivas se vale del mismo para ir dando agilidad al ritmo sintáctico10.

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El léxico empleado por don Ángel de Saavedra igualmente se encuentra ya en combinación, ya en oposición, con el objeto de nombrar dos realidades enfrentadas: sociedad (pueblo vs. nobleza vs. clero), religión (cristianismo vs. islamismo), cultura (occidental vs. oriental), etc., como se desprende de la lexía “musulmán”, “muslímico”, o “infiel” y, sobre todo “moro”, acompañados de los adjetivos descriptivo-valorativos, a veces con sentido negativo, a veces con valor positivo, como: “aciago”, “fiero”, “feliz”, “insigne”, “ilustre”, “invasor”, “astuto”, etc.,11 enfrentada al semema “cristiano”, prácticamente sin adjetivación. Igualmente, el empleo de los términos “oriente” vs. “occidente” presenta connotaciones disímiles, no sólo ya en su sentido metafórico de “vida, nacimiento” /“muerte”, o en el de su valor denotativo de puntos cardinales, sino ante todo en su significado cultural. Para el Duque de Rivas, Córdoba es “insigne”, esplendorosa, mientras que a Burgos la adjetiva, entre otros calificativos, como “infame”.

III. Autor

III.1. Movimiento Literario (Historia del Romanticismo en España)

“Libre, impetuosa, salvaje, por decirlo así, tan admirable en el osado vuelo de sus inspiraciones como sorprendente en sus sublimes descarríos, puédese afirmar que la literatura romántica es el interprete de aquellas pasiones vagas e indefinidas que, dando al hombre un sombrío carácter , lo impelen a la hacia la soledad[…] En medio de horrorosos huracanes, de noches que apenas se trasluce una luz amarillenta , reclinando al pie de los sepulcros, o errando bajo los arcos de antiguos alcázares y monasterios, suele elevar su peregrino canto o a la destrucción del universo.”12 En España, el Romanticismo, llegando tardíamente y versión superficial e indirecta, no produce grandes creaciones de valor universal haciendo la excepción por algunas cabezas claras como Agustín Duran y Antonio Alcalá Galiano que ven “la posibilidad de dar importancia a este movimiento, definiendo su sentido histórico y analizando su nacimiento y difusión en Europa.”13

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Agustín Durán aportó materiales para que el medievalismo romántico en España perdiera carácter convencional de cartón-piedra y contara con el conocimiento directo de grandes monumentos épicos y líricos.

La primera figura plenamente romántica plenamente romántica en España es el Duque de Rivas 13 . La nostalgia de su tierra y la imaginaría romántica aprendida de los ingleses se conjugan en su amplio poema épico El Moro Expósito.

Larra es el primero que siente la “angustia española” y una insatisfacción que quiere remover la abulia nacional, y que ha hecho de él, en ese sentido, el precursor del sentir patriótico de la Generación del 98. La figura de Larra, a pesar de la estampa habitual en que suele presentarse a la imaginación española, se sale en algún momento del tono romántico español nacional, para tender a formas más modestas pero más concretas. “La imagen arquetípica del vate romántico esta encarnada en España por José Espronceda14 .” Y así La Canción del Pirata y El estudiante de Salamanca son sus principales obras.

El lado decorativo de la lírica de esta época está representado con gran dignidad por José Zorrilla que con mucha fluidez en la versificación y la imaginación, compone estampas y leyendas de forma tradicional. Zorrilla tuvo principalmente su popularidad en escena15. Pero Zorrilla tiene el mérito de la redondez y la gracia de la expresión en su famoso Don Juan Tenorio.

En cuanto a Enrique Gil y Carrasco figura también entre los más auténticos poetas de esa hora. Hay que decir que muchos otros poetas y escritores de la época habían cultivado esa forma narrativa de ambiente medievalista, usada por ejemplo en El Moro Expósito. Mientras tanto el teatro español romántico tiene extensa vida: Los grandes éxitos del Duque de Rivas y de Zorrilla.

El panorama de la literatura se completa con algunos escritores en prosa que cultivan el ensayo en breves dimensiones, en cierto sentido como José de Larra. Pero el Romanticismo español termina sin haber hallado un estilo propio de plena validez literaria.

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III.2. Biografía (Historia de la literatura española)

Nacido en Córdoba el 10 de marzo de 1791. Fue el segundo hijo varón de Juan Martín Pérez de Saavedra y Ramírez, VI marqués y I duque de Rivas de Saavedra y IV marqués del Villar, grande de España, correo mayor de las Provincias Vascongadas, y de Dominga Remírez de Baquedano Zúñiga y Quiñones, su mujer, marquesa de Auñón, de Andía, de Villasinda y de la Rivera del Tajuña, condesa de Sevilla la Nueva. Representa en su tiempo de aristócrata cuya existencia transcurre entre entre su liberal juventud y una aquietada madurez. Empezó a escribir pastorales. En el poema El paso honroso “hubo de anunciar, con gallardas octavas reales, los admirables Romances históricos 16 “ la cual fue calificada como la mejor narración del Duque después de El Moro Expósito.

El futuro Duque de Rivas estuvo en Londres en 1824-1825 sin recursos y enfermo. Durante su travesía de Gibraltar a Inglaterra compuso dos breves poemas líricos. En el mismo 1824 salía El desterrado. Entre los emigrados liberales de dentro y fuera de Inglaterra la elegía de Saavedra se hizo popular17. Otro poema de más aliento durante su estancia en Inglaterra fue Florina “basado en la leyenda de amores del Rey Rodrigo18.” Don Álvaro, fue estrenado en Madrid en 1835, y fue el primer éxito romántico del teatro español. La obra se tomó más tarde como base del libreto de Francesco Maria Piave para la ópera de Verdi La fuerza del destino (1862). Otra obra teatral romántica fue El desengaño en un sueño. También obras de teatro fueron Malek Adel, Lanuza y Arias Gonzalo y la comedia Tanto vales cuanto tienes, estas obras son más de estilo neoclásico. Como poeta, su obra más conocida son los Romances