LECTURA: MAL DE ESCUELA .

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Centrándome ya en la destreza seleccionada, la gramática, he de decir que Pennac trae todo al presente; es decir, todo los ejemplos, todas las actividades siempre parten del presente. Creo que esto es muy adecuado porque es una manera de atraer a los alumnos, hacerles protagonistas y puede que así el contenido les motive más. A la hora de estudiar las oraciones siempre partimos de ejemplos nuestros, ejemplos que no tienen ninguna conexión con los alumnos, de primeras quiero decir. Sin embargo Pennac emplea las frases que dicen los alumnos, parte de esas frases para analizarlas. Y es más, no se le escapa ningún alumno, porque si un alumno empieza a decir que no quiere hacerlo, que no sabe, o que es un rollo, él empieza a cuestionar esas frases, esas palabras que dice el alumno, por lo que el alumno no tiene más remedio que al final terminar cediendo y analizar la frase o la oración. Aún y todo esto último me parece un poco arriesgado, porque puede que el alumno se sienta acorralado, desafiado por el profesor y esto puede intimidarlo y bloquearlo, y estando bloqueado sería muy difícil que el alumno aprendiera.

También observo que Pennac no da ciencia, sino que ayuda a los alumnos a adquirirla. Analiza qué es lo que verdaderamente le cuesta al alumno, qué es eso que le cuesta seguir, y luego, haciéndole preguntas va enseñándole al alumno y pidiendo diferentes ejemplos verifica que lo han entendido. No da una lista larga de ejemplos que pertenecen a adjetivos, o a nombres propios, sino que pregunta a los alumnos qué es esa palabra y por qué cree que es esa palabra. De esta manera los alumnos son los que tienen que pensar, participar de una manera más activa y esto les lleva a comprender mucho mejor.

Además, deja que se equivoquen porque de los errores se aprende mucho. Y nunca dice a un alumno “muy mal”, “lo has hecho fatal”, “no es así”… sino que les dice a ver si están seguros de si es esa la respuesta correcta, si alguien puede ayudarles…etc. De manera que siempre tiene un enfoque positivo. Para ello da mucha importancia al diccionario. En el diccionario a demás de la definición de las palabras, también aparece el tipo de palabra que es por lo que se convierte en instrumento muy adecuado para la gramática. En este caso los alumnos también participan de manera muy activa. Sin embargo, tengo una pequeña contraposición respecto al diccionario. Pennac refiere que al final los niños van a buscar las palabras lo más rápido posible, a ver quién es el primero, como si de una competición se tratase. Esto es lo que a mí no me gusta mucho. Creo que no hay que convertir el estudio en una competición, ni la más mínima “tontería”. Porque siempre habrá uno que sea el primero y otro el último, y quizá el último sea siempre o casi siempre la misma persona, y puede que esto no sea lo más adecuado para él.

En definitiva, lo que Pennac hace es lo siguiente: “¿Miedo a la gramática? Hagamos gramática”. (pág. 104). Enfrentarnos a nuestros miedos es uno de los primeros pasos para superarlos.

Para terminar me gustaría recalcar el amor que Pennac tiene a sus alumnos. Hace todo lo posible para que el alumno aprenda, y siempre tiene presente la idea de que con esfuerzo todos lo pueden conseguir. Anima a sus alumnos y les hace sentir capaces. La escena en la que aparece con una alumna, Nathalie es un ejemplo de ello. A la niña un profesor le dijo que tenía agua sucia en la cabeza y de verdad se lo creyó y estaba mal. Pennac con humor le quita esa idea de la cabeza y le transmite esa confianza para que la niña vuelva a recuperar la confianza en ella misma. Creo que eso es un ejemplo de amor.