LOS PROFESORES COMO INTELECTUALES.

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El modelo dominante del curriculum, la teoría es, bien ignorada por completo, bien instrumentalizada tendenciosamente, el objetivo en el sentido es algo externo al individuo, al que se le impone, más bien se convierte en algo que puede administrarse y dominarse, la objetividad se refiere a formas de conocimiento e indagación metodológica que se mantienen alejadas del caótico mundo de las creencias y los valores. Howard Zinn, trata de dibujar un mapa que ilustre cada uno de los detalles de una porción escogida de terreno. Paulo Freire, las escuelas no viven espléndidamente aisladas del resto de la sociedad. En el fondo, las escuelas no son cosas, sino manifestaciones concretas de reglas y relaciones sociales específicas.

Esta alternativa está lejos de ser uniforme y tiene sus raíces en filosofías continentales tan diversas como el existencialismo, el psicoanálisis, el marxismo y la fenomenología. Las escuelas forman parte de un proceso societario más amplio y por eso mismo deben juzgarse dentro de un contexto socioeconómico. Si los profesores no reúnen sus propios supuestos básicos acerca del curriculum y la pedagogía, harán algo más que trasmitir actitudes, normas y creencias incuestionadas. Michael Apple insiste a un modelo de curriculum que genere comprensión interpretativa y aprendizaje intencional. Las creencias y las rutinas en cuestión son de naturaleza histórica y social.

Este compromiso es atractivo y radical, debe analizarse las diversas dimensiones de la pedagogía como parte de las coyunturas históricas y culturales en las que aquellas acontecen. En otras palabras, el conocimiento ha de cuestionarse y situarse en el contexto de unas relaciones sociales del aula que permite el debate y las comunicaciones. La nueva sociología del curriculum ha contribuido a hacer esta lucha más fácil.

3. EDUCACION SOCIAL EN EL AULA: LA DINAMICA DEL CURRICULUM OCULTO

En la década los 60 y principio de los 70 los partidarios de la reforma creyeron que si lograban cambiar el curriculum escolar, se solucionarían los problemas de las escuelas. La inadecuada preparación de los profesores y materiales del curriculum que sobreestimaban las aptitudes, representan las explicaciones más corrientes aunque con escaso sentido crítico.

Michael Apple sugiere examinar con sentido crítico, no como un estúdiate adquiere más conocimiento si no porque los aspectos de la cultura colectiva se presentan en la escuela como conocimientos objetivos. Los objetivos de la educación social deberían redefinirse y comprenderse como una extensión de la ética orientada al ruedo de la excelencia y la responsabilidad donde, al actuar, los hombres y las mujeres pueden llegar a ser verdaderamente libres.

Tres tradiciones diferentes en la teoría y estructura del curriculum oculto1) una visión estructural – funcional 2) el punto de vista fenomenológico 3) un visión crítica radical, a menudo asociada al análisis neomarxista de la teoría y la práctica educativa.

El enfoque estructural-funcionalista se interesa ante todo por el problema de cómo se transmiten las normas y valores sociales en el contexto de las escuelas, ofrecen un valioso servicio al adiestrar a los estudiantes en el mantenimiento de sus compromisos y en el aprendizaje de habilidades requeridas por la sociedad, aclara el hecho de que las escuelas no existen en un esplendido aislamiento, detalla algunas normas especificas y propiedades estructurales del curriculum y plantea cuestiones acerca del carácter específicamente histórico del significado y del control social en la escuelas.

El enfoque social-fenomenológico de la teoría educativa, también llamado la nueva sociología, va mucho más allá que la posición estructural-funcionalista en su enfoque del estudio de la enseñanza, la visión de los estudiantes como actores con una identidad fija esta reemplazada por un modelo dinámico de la conducta del estudiante.

Pero la nueva sociología tiene también sus puntos flacos, que merman su capacidad para los mismos problemas que ha detectado. Sharp y Greene expresan, el mundo es algo más que simples constelaciones de significado, ordenación sociopolítica probablemente desempeña un destacado papel y despliega su influjo en la textura misma de la vida del aula.

La perspectiva neomarxista concentra de manera significativa su interés en la naturaleza ideológica del proceso de instrucción escolar y en el ordenamiento social general. Steohen Arons refuerza este punto de vista al definir la escuela como un entorno social del cual un niño puede aprender muchas más cosas de las que aparecen en el curriculum formal. Ralph Tyler destaca la función social de las escuelas señalando que todas las filosofías educativas son esencialmente producto de una o dos perspectivas teóricas posibles, existen contradicciones entre el curriculum oculto y el curriculum oficial de la escuela, la elaboración del curriculum requiere que los educadores presten atención a las disciplinas sociales en tanto producto humano, cuyos significados se trasmiten por medio de procesos sociales. En pocas palabras, trabajar en las aulas significa aprender a vivir en multitud. Esto, unido a los valores predominantes del sistema educativo, tiene profundas implicaciones para la educación social impartida en las escuelas.

En términos más específicos, especialmente aquellos que ponen de relieve las interacciones estudiante-profesor, el análisis de Jackson del curriculum oculto es particularmente instructivo. Aprender a vivir en multitud, los estudiantes tiene que aprender constantemente a esperar a utilizar sus recursos. A pesar de las continuas interrupciones del aula, los estudiantes han de aprender a estar tranquilos, se espera de ellos que soporten con ecuanimidad los continuos retrasos, negaciones e interrupciones de sus deseos y anhelos personales.

El hecho de que el curriculum oculto tradicional de la enseñanza va encentra de los fines explícitamente afirmados del curriculum oficial no escapa ya a los sagaces análisis sociales.

Este capítulo ofrece los fundamentos que den un nuevo impulso a la tarea de identificar la dinámica y los supuestos ideológicos subyacentes a patrones específicos de socialización en las aulas de ciencias sociales, el reconocimiento de esta dicotomía entre el curriculum oficial y el curriculum oculto obligara a los educadores en ciencias sociales a desarrollar una nueva perspectiva teórica acerca de la dinámica del cambio educativo. Los educadores en cuestión empezaran a descubrir en todas las instituciones sociopolíticas, incluida el aula, aquellos procesos sociales que militan en contra de la creación de una educación democrática