La Práctica de las analogías vebales para el desarrollo de competencias de orden lógico

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alguna manera al sistema político, que como “niño con juguete nuevo”, y haciendo uso de sus poderes hace y deshace en Decretos de Gabinete y Leyes; haciendo y deshaciendo estatutos y reglamentos, sin preocupación alguna por el nivel de la actividad cognoscitiva y científico- intelectual que se imparte dentro las aulas. Por ejemplo, una de las tantas leyes creadas, la ley 11 de 1981 regula el régimen académico, docente y de investigación; sin embargo, en el 2001, el periódico británico The Times, publicó la lista de las 200 mejores universidades de América Latina y el mundo por las ejecutorias, investigaciones, cuerpo docente y nivel académico estudiantil, lamentablemente y, es lamentable que la Universidad Nacional de Panamá no aparece.

Otro ejemplo de la necesidad de una evaluación sistemática de la primera casa de estudios, se muestra en el hecho de que La Universidad de Panamá es el ente fiscalizador de todas las universidades privadas del país; por lo cual debe estructurar mecanismos de evaluación de los planes de estudio, las carreras, la estructura interna y externa de toda institución universitaria de carácter privado. Paradójicamente, observamos que la Universidad Nacional de Panamá posee planes de estudios incongruentes con la realidad del mercado nacional, carreras extensas y con una estructura curricular desactualizada. Existe una necesidad, imperante, de modificar sus actuales programas y una renovación estructural para poder evaluar objetivamente a las demás universidades.

Decimos, entonces, que el ideal que rodeaba la figura del Doctor Méndez Pereira cuando gestionó la creación la nuestra Universidad de Panamá se ha perdido, no porque el mundo actual demande un intelecto distinto al humanista del siglo XIX, ni porque la riqueza de conocimientos derivada de las constantes tertulias ha desaparecido; sino porque con cada nueva ley, con cada nueva regulación, con el desinterés hacía la normativa real de procurar la expansión del conocimiento, el poder político ha ganado terreno dentro de la Universidad expropiándola de su propósito original.

Allende de aquellos docentes con ideas progresistas, quienes con una tiza y un tablero rudimentario tejían más allá del conocimiento puro, un sentimiento de compromiso social de quién pone el alma en lo que hace porque lo hace por vocación y no por la ocasión.