Paradigmas de la psicología de la educación.
Enviado por mondoro • 22 de Febrero de 2018 • 2.700 Palabras (11 Páginas) • 339 Visitas
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El docente debería así favorecer en el aula la formación de alumnos activos y que sean capaces de pensar por sí mismos. Donde el alumno resulta ser un procesador de información.
Ausbel introduce el término de aprendizaje significativo y menciona varias condicionantes para que pueda producirse en los alumnos como el material que debe de poseer significatividad para el niño en sus experiencias previas y que la información sea concebido con utilidad en su contexto próximo. Se toma en cuenta que los niños poseen esquemas de unidades de información, las cuales se irán conectando conforme se vaya desarrollando con ayuda de las experiencias a las que sea expuesto. Las actividades que se planean para éste deberán tomar en cuenta tres fases: la inicial, la media y la terminal para que logre la significatividad deseada.
Por otra parte el paradigma psicogenético fundamentaba sus esfuerzos hacia la educación tomando en cuenta el origen de toda reacción del individuo, este análisis resulta ser la aplicación de la psicología para abordar las problemáticas del mismo. Se pretendía acercar al individuo para tener una percepción menos objetiva de su persona.
Aunque Ausbel, Piaget y Vygotsky jamás se autodefinieron como constructivistas, sus aportaciones fueron indispensables e ilustres para las ideas de ésta corriente.
Por último el paradigma sociocultural principalmente fundamentado por Vygotsky es el más reciente al menos entre los ya mencionados. De igual manera se va de la mano del desarrollo del niño, quien es concebido como un ser social, protagonista de las interacciones sociales de su vida escolar y capaz de reconstruir sus saberes al colaborar con los demás. La cultura es un agente desencadenante en las prácticas sociales de los alumnos de acuerdo con el contexto en el que se desenvuelven.
El profesor puede optar por el andamiaje, un proceso con el cual se acompaña al alumno de acuerdo a sus capacidades individuales, éste es ajustable, temporal y explicitado deacuerdo al desarrollo del pequeño. Debe también producir en los alumnos zonas de desarrollo próximo, que no son otra cosa más que acercar al niño a realizar ciertas actividades, tareas o trabajos con la menor ayuda de un ente más pudiente y capaz que él. Para ello el docente debe implementar actividades donde las situaciones tengan sentido para el alumno, fomentar su participación e involucramiento en su labor diaria y el uso explícito y diáfano del lenguaje con los demás.
A muy grandes rasgos éstos son los paradigmas más representativos en la historia de la psicología en cuanto a educación se refiere. Cada uno de los docentes poseemos ideales y concepciones diferentes, esas cualidades en muchas ocasiones nos pueden llevar a infinidad de conflictos por el simple hecho de no ser tolerantes y no respetar ideas contrarias a las nuestras. Una mediación entre paradigmas puede conflictuar no sólo a docentes, sino el desarrollo del alumno, pues mantener diversas posturas podrían en primer momento atender las problemáticas a las cuales se enfrentan los alumnos momentáneamente, sin embargo a largo plazo esas problemáticas volverán a ellos con mucho más neblina que antes dificultando su resolución entonces. También se ha dicho que resulta un ser mediocre aquel maestro que toma de cada paradigma lo que para su persona le resulta más conveniente; “Esto me sirve de éste, esto no…”. Los problemas a los que debe enfrentarse el alumno deben de ser atendidos mediante cierta rigurosidad para mantener un sustento más sólido y darle solución al mismo con un método al que puede estar acostumbrado.
Al menos esa es mi concepción de lo que trata de compartir el autor, no mencioné los paradigmas en vano o para llenar espacios en el ensayo, pues personalmente considero que si todos mis alumnos son entes únicos y diferentes entre ellos, no podré atender a todos de la misma manera, no es posible cerrarse a una sola posibilidad, yo los concibo como personas y no como objetos de estudio que son modificables al antojo de ciertos agentes. Mi postura sobre la educación decaia en el paradigma humanista en aquel entonces, pues mucho antes de saber siquiera la existencia de éste yo me inclinaba hacia la consideración de las características y gustos del niño como factores primordiales de su aprendizaje. Sin embargo estoy consciente de que existen infinidad de problemáticas que los niños padecen y necesitan ser atendidas y debido a que no son las mismas, no se pueden resolver una gran infinidad de problemas con el mismo método de solución. Y es así como ahora después de casi tres años de experiencia he de mencionar con un poco de vergüenza que me he dejado atrapar por el sistema educativo en muchos aspectos del paradigma conductista.
Considero que no es posible cerrarse a un solo conjunto de concepciones y métodos, pues durante mi estancia en la primaria pude observar cómo perjudica a los niños y niñas. Mientras que algunos eran reforzados por medio de castigos otros eran beneficiados con premios y felicitaciones, provocando que los más capaces y hábiles se fortalecieran y los más débiles lo fueran aún más, provocando que la distancia entre éste grupo de alumnos fuera más amplia. Las medidas que debía tomar de acuerdo a mi paradigma humanista eran atender y dar primordial atención a los niños que presentaban más carencias en su desarrollo, y así fue como me acerqué durante los descansos o momentos muertos a esforzarme con Evelyn, Renata, Jimena, Sergio, Fatyma, Pamela, Fernanda Chávez, Adrián y Oliver para que lograran alcanzar el mayor nivel de conceptualización en alfabetización, pues a menudo eran excluidos de las clases y las actividades supuestamente por su conducta irresponsable, impuntual e incorrecta. Mientras yo los alentaba, comenzaron a compartir aspectos de su vida personal que no habían expresado con nadie más al parecer, esa relación formada por confianza entre los integrantes del grupo fomentó que cada vez presentaran más avances, que junto con la propuesta de intervención, lograron dar a conocer muchas de sus cualidades y habilidades artísticas como seres sensibles y capaces de comunicar los sentimientos que percibían en los momentos de estrés y angustia por medio de la estética expresión artística. No sólo brindaba mi apoyo a los que eran corregidos en su conducta, sino que aquellos que eran elogiados en muchas ocasiones también se vieron acorralados y no encontraban una solución óptima para sus problemas.
Aun así, coincidí con mi maestra tutora en muchas medidas que se tomaron con muchos de los alumnos, como fue el caso de Oliver quien obviamente creció en un seno familiar sin límites que formaron en él una conducta demasiado peculiar, aunque
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