REENCARNACIÓN EN DIFERENTES CULTURAS

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de la cabeza de sus enemigos, conocido como "tzantza" a fin de poder preservarla como trofeo de guerra; han sido generalmente conocidos en forma despectiva como jíbaros o salvajes, ellos creen en la reencarnación .

¿Pero cómo saben de la reencarnación?, los shuars en la cosmovisión son guiados por un chamán (sacerdote) que imparte los conocimientos y a la vez es el vocero entre lo vivo y lo muerto, ellos creen que cuando mueres te puedes reencarnar normalmente en un animal y no solo eso también puedes reencarnarte en dioses como Inty (SOL), Killa(Luna) etc. La reencarnación sucede dependiendo de las acciones buenas o malas que hiciste en tu vida cotidiana incluso el simple hecho de pisar a una hormiga.

La religión ha jugado un papel muy importante dentro de la conservación de mitos y creencias indígenas, ya que en los tiempos antiguos no había otra razón más que el pode de Dios y la reencarnación al cielo dependiendo de los buenos o malos actos realizados en la vida, en la época en que la religión era absolutista y dominante, borraron e incluso asesinaron gente que no creía en Dios logrando así “civilizar” a los salvajes de sus malas creencias .

La reencarnación para mi juega un papel muy importante y en mi opinión personal, si existe y nos podemos dar cuenta en un simple hecho como es el dormir, el dormir es un proceso que realiza el cerebro, pero como el cerebro puede proyectar imágenes a veces de lugar que sientes que has estado y no los recuerdas y en tu vida no los has visto. Creo en la reencarnación y quisiera conocer mis vidas pasadas.

“Cuando nos dormimos, nuestros aires internos burdos se reúnen y disuelven en nuestro interior y nuestra mente se vuelve cada vez más sutil, hasta que se manifiesta la mente muy sutil de la luz clara del dormir. Cuando esto sucede, experimentamos el sueño profundo y, externamente, parece como si estuviéramos muertos. Después, nuestra mente se va haciendo otra vez más burda y pasamos por los diferentes niveles del estado del sueño. Finalmente, al recuperar la memoria y el control mental, nos despertamos. En ese momento, nuestro mundo onírico desaparece y percibimos de nuevo el mundo del estado de vigilia” (Kelsen, 2003)