Reseña Jaime Osorio; Estructuras, sujetos y coyuntura:Desequilibrios y arritmias en la historia

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Wallerstein, a diferencia de Braudel, incorpora el tiempo medio, ejemplo, ciclos económicos de Kondratieff, ciclo que permite medir los movimientos cíclicos del sistema. Para Wallerstein hoy vivimos un tiempo social privilegiado, en el que es posible la transformación del sistema social, es decir, tiempos de crisis, que significa, época de tensión dramática que son más que coyunturas y que marcan hitos en las estructuras de larga duración, esta crisis podría implicar el fallecimiento de la economía- mundo capitalista. Por otra parte, el interés macrotemporal y macro espacial provoca que los conceptos alcancen una enorme dilatación es decir que se extiendan en varias direcciones, impidiendo distinguir matices teóricos históricos, de superficie, estructura y de los tiempos largo, medio y corto.

En la propuesta Marxista en cambio, la noción de estructura privilegia al modo de producción, donde el modo de producción de la vida material condiciona el proceso de vida social. Para él, la estructura debería ser capaz de reconstruir la totalidad social, junto con la dimensión temporal en tanto la historicidad de los modos de producción prevalecen sobre la dimensión espacial, esto no significa que Marx no tome en cuenta la dimensión espacial sino que el enfatiza los elementos que expliquen la historia general del hombre en la sociedad, es decir como los hombres hacen historia, donde la categoría modo de producción toma relevancia.

Marx toma en cuenta cinco unidades de análisis de realidad social, primero la estructura, esta es vista como aquella que trata de descifrar las bases sobre las que se desarrolla y organiza la reproducción material, es decir conglomerados sociales de los que se desprenden las clases sociales y por tanto trata de descifrar las bases de la lucha de clases , su tarea es descifrar la dinámica de estos procesos y su despliegue en el espacio tiempo, además de su capacidad de incidencia en la reproducción y transformación de las estructuras. Por otro lado tenemos al modo de producción el mismo que permite comprender y periodizar el movimiento de la historia social y cuyas dimensiones permiten la reconstrucción del modo de producción capitalista.

Para Marx es en la noción de sistema mundial capitalista donde emerge la dimensión espacial haciendo énfasis en el despliegue macroregional, regional y local propio del capitalismo. En la unidad del sistema mundial, se reclama la integración de tres dimensiones de deconstrucción y reconstrucción de la totalidad social: espesores, temporalidad y lo espacial. Por otro lado tenemos a la coyuntura que privilegia dimensiones de tiempo corto y de espesor superficie, a pesar de que Marx toma en cuenta estos elementos teóricos, en el marxismo existe una tendencia a privilegiar los niveles más abstractos y generales, mostrando dificultades para aprehender fenómenos de corta duración y de superficie. Esto permite que las estructuras de larga duración y los grandes espacios regionales terminen a las coyunturas y procesos locales.

Bibliografía: Jaime Osorio; Estructuras, sujetos y coyuntura: Desequilibrios y arritmias en la historia, Iztapalapa, México, 1998, pág.: 14-25