TRASTORNOS DE ANSIEDAD Y ESTRÉS EN LA JUVENTUD

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- Síntomas de la ansiedad

Los síntomas de la ansiedad son muy frustrantes y aterradores, y son el resultado de esa misma ansiedad constante, pueden llegar a ser muy variados y asimismo, pueden dividirse en distintos grupos, los cuales se presentan a continuación:

Psicológicos: Incluyen inquietud, agobio, sensación de amenaza o peligro en la persona, ante diversas situaciones que se le puedan presentar, ganas de huir o atacar, como resultado de sentir una gran inseguridad, sensación de vacío, temor a perder el control, sensación de extrañeza para con ellos mismos (como si de alguna manera no se reconocieran) dificultad para tomar decisiones (lo cual es de los síntomas más frecuentes), aparición de tics nervioso, entre otras cosas, y en casos mucho más extremos, presentan temor a la muerte, a la locura o al suicidio, por la misma razón de no tener un autocontrol.

De conducta: Es muy notorio que el individuo presente inquietud motora, dificultad para permaneces quieto y/o en reposo, para con su cuerpo, impulsividad (lo cual quiere decir que no tiene un control para con sus movimientos), además de bloqueos, torpeza y dificultad para actuar (que va de la mano con la inseguridad que él siente). Este tipo de síntomas suelen venir acompañados de tartamudez, cambios en la voz y también en sus expresiones faciales.

Intelectuales: El sujeto presenta una dificultad para prestar atención, para tener concentración, y en la memoria (factor que se relaciona con la ausencia de autocontrol), suele haber un incremento en sus dudas y en la sensación de confusión, sus pensamientos son muy distorsionados y se preocupa de una forma muy excesiva, tiene pensamientos muy negativos y de esta manera tiende a recordar sobre todo las cosas malas y desagradables para él, etc. (Podría decirse que este grupo está muy en relación con el psicológico)

Dentro de los aspectos físicos el individuo es vulnerable a presentar una velocidad excesiva del ritmo de los latido de su corazón (taquicardia y/o palpitaciones), opresión en el pecho, falta de aire, así como también molestias digestivas, nauseas, vómitos, “nudo” en el estomago, exceso o pérdida del apetito, además de sudoración, tensión, espasmos musculare, dolores de cabeza (mismos que están presentas a causa del nerviosismo), resequedad en boca, ojos y el cuerpo en general. Si la respuesta de nuestro sistema nervioso es muy contraproducente pueden aparecer alteraciones del sueño, tales como insomnio y pesadillas nocturnas, y alteraciones en la respuesta o en el deseo sexual.

Podemos identificar en el ámbito social la irritabilidad en la persona, tiene una gran dificultad para iniciar o bien, para seguir una conversación, también suele bloquearse o quedarse en blanco en el momento en el que se le cuestione algo, se le es demasiado difícil poder expresar sus propias opiniones y, tiene un temor extremadamente excesivo a posibles conflictos, etc., todo en relación al temor que él siente.

Cabe decir que todas las personas son diferentes, y no todas presentan los mismos síntomas, ni en ellas se presentan con la misma intensidad, muchos pueden ser más vulnerables o pueden controlarse mejor en cuanto a unos u otros síntomas, según sea su caso.

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Capítulo 2. Causas

Todas las personas somos “un mundo”, todos pensamos distinto y todos actuamos o respondemos distinto a cualquier situación que se nos ponga en frente, y así lo que me puede estresar a mí, no estresará a todas las demás personas. Lo único cierto es que cuando sabemos que se aproxima un cambio somos más propensos o aumentan las posibilidades de ser participes del estrés.

2.1 Causas del estrés

El estrés ocurre cuando en nuestro ambiente ocurren cambios que nuestro organismo puede interpretar como una amenaza para su equilibrio u homeostasis, aunque, las causas que provocan el estrés no siempre suelen ser negativas, muchas veces las cosas que nos producen el estrés son situaciones que suceden en nuestra rutina diaria, tales como escuchar música a un sonido muy alto, estar encerrado todo el día en casa haciendo tarea o estudiando para exámenes, etc.

Los agentes que provocan el estrés se denominan agentes estresantes los cuales forman parte del ambiente en el que el individuo vive, o se desarrolla diariamente, los cuales se agrupan en tres ámbitos distintos:

Ámbito

Agentes estresantes

Familiar

- Excesivo ruido en el entorno familiar (gritos, juegos de los niños, radio o televisión, etc.), lo cual ocasiona que el ambiente sea torne un tanto alterado.

- Alteraciones en la relación de pareja, maltrato, engaños, problemas sexuales, etc.

- Problemas de salud de algún miembro de la familia. (Provocando angustia y/o tal vez preocupación).

- Cuidado de algún familiar, generalmente los mayores, que, dependiendo de la enfermedad que tengan, pueden llegar a ser una gran carga que provoca alteración en la dinámica familiar. (En este tipo de casos no especialmente el individuo es el que cuida, sino sus padres o tutores responsables de él.

Social

- Vivir en zonas de mucho ruido y contaminación, como lo es muy usualmente la ciudad.

- La forma de vida en la ciudad es un factor de tensión para el individuo: prisas, tráfico intenso, distancias para llegar a la escuela, etc.

- Vivir en una zona conflictiva, con muchos delitos, consumo o tráfico de drogas, pandillas agresivas, etc. (Las cuales han sido situaciones ya muy presentes en la actualidad).

Personal

- Ingresos económicos bajos en casa.

- Tener que modificar la forma de vida por una enfermedad, un divorcio de los padres, la muerte de alguien, etc.

- La dedicación permanente a otras personas (hermanos, padres enfermos, etc.) que implique sacrificar el propio tiempo de ocio o el desarrollo personal.

- En la mujer, la menstruación puede hacer que sea más vulnerable a padecer estrés (por causas naturales).

Aunque los agentes estresantes se dividen en estos tres distintos ámbitos, cabe mencionar, que cualquier agente de cualquier grupo, puede