Caso Timberland RSC.

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Respecto a Timberland en nuestro país, colabora desde hace tiempo con distintas asociaciones, lo que ha dado lugar a diferentes iniciativas, como la Escuela Timberland de Vela Adaptada que tiene como objetivo principal enseñar a navegar a personas con discapacidad para potenciar su integración social, autoestima e independencia. Por otra parte, el apoyo a programas para la integración de personas con inteligencia límitada y con disminución psíquica leve de la Fundación ACIDH. Algo realmente admirable para una filial de 90 trabajadores en el país.

Algunas medidas medioambientales que realiza Timberland en España son la protección del buitre leonado, la realización de repoblaciones forestales en el núcleo del refugio de aves rapaces de Montejo de la Vega en Segovia y la limpieza de la cuenca del río Besòs, en el marco del Proyecto Ríos promovido por la Asociación Habitats y el Consorcio para la Defensa de la Cuenca del Besòs, en Barcelona.

La empresa ha estado dirigida por tres generaciones de la familia que fundó la firma. Es curioso ver como en la evolución de Timberland, en primer lugar, fue el abuelo quien se dedicó al producto, creando la famosa 'bota amarilla', el producto emblemático. El padre lo expandió internacionalmente y, finalmente el nieto, fue el que se implicó en el tema valores desde un convencimiento personal. Sin embargo, en 2011 fue comprada por el grupo textil VF Corporation por 1.390 millones de euros. Aunque hubiera un cambio en la dirección, la pauta trazada por Timberland en su momento se está siguiendo al pie de la letra. De hecho están trabajando en establecer y conseguir objetivos muy interesantes relacionados con la RSC en los próximos años. (Véase anexo/imagen 4).

En mi opinión personal, Timberland ha sido y es un ejemplo a seguir para las empresas ya que tienen que empezar a comprender que las marcas son constituidas por las personas que trabajan en ella y que cuando haces participar a tus trabajadores bajo los principios del desarrollo sostenible, el retorno puede ser mucho mayor. Hoy en día se puede decir que los clientes que compran unas botas en Timberland buscan más que un producto, buscan un valor añadido.

Para acabar, definir a Timberland como una empresa plenamente volcada en transmitir valores a sus empleados y en animarles a participar en las comunidades en las que viven. Además de vender botas, su objetivo es conseguir que sus empleados influyan positivamente en la sociedad.