LA PLANIFICACION ESTRATEGICA SITUACIONAL

La Planificación Estratégica Situacional

Esta selección metodológica debe garantizar organización y racionalidad a la acción. Se busca operacionalizar la planificación de manera que ésta se concrete de manera dinámica en acciones en lugar de producir un documento muy bien elaborado denominado “plan” como producto final. En este sentido podemos distinguir, como lo hace Matus^[1], cuatro momentos:

1. Momento analítico/explicativo (¿qué pasa?, ¿cuál es la situación?)[pic 1]
2. Momento normativo (¿a dónde queremos llegar?)
3. Momento estratégico (¿qué camino ir haciendo?)
4. Momento táctico/operacional (¿cómo hacer para el logro del objetivo?)

Estos momentos aunque se presentan y se explican siguiendo una secuencia, en la realidad son simultáneos, interactúan constantemente entre ellos retroalimentándose y ajustándose dinámicamente, estando por tanto, abiertos y en plena actividad en todo momento. Por situación entenderemos la apreciación de conjunto hecha por un actor en relación a las acciones que proyecta producir para preservar o alterar la realidad en que vive.

Momento Analítico

En esta fase o momento se trata de responder a la cuestión ¿qué pasa?, ¿Cómo es la situación actual?, ¿Cómo evolucionó el sistema para llegar a la situación actual? ¿Cómo funciona el sistema donde intervendremos? ¿Qué tendencias presenta el sistema estudiado?... En esta fase se realiza una investigación/estudio donde la información debe organizarse de tal manera que sirva para las tareas de programación y como elemento de comprensión de la situación, para tomar decisiones eficaces en la coyuntura y para establecer una estrategia de acción. Se requiere de una visión de totalidad, focalizándonos hacia las interacciones y dando especial atención al entorno. En tal sentido, la Situación Actual se debe caracterizar en base a sus tendencias (que se identifican a partir del análisis de la evolución histórica del sistema) y su dinámica actual (interacción entre sus componentes fundamentales), dentro de un análisis de la influencia y condicionantes que induce el entorno al sistema estudiado en sus dos dimensiones anteriores (tendencias y funcionamiento actual).

Momento Normativo

Aquí se trata de responder a la cuestión del “deber ser”; hace referencia a lo que se quiere llegar. A través de este diseño del “deber ser”, se expresa la situación objetivo y de ella se deriva el arco direccional del plan y las estrategias de acción. La cuestión fundamental es: ¿a dónde queremos llegar?, ¿qué camino ir haciendo para transformar la situación actual de acuerdo con la situación objetivo a la que se quiere llegar?

Desde el punto de vista filosófico (o ideológico-político, si se quiere plantearlo en estos términos), el momento normativo viene a ser como un marco referencial que, por una parte, configura un sistema de valores que inspira o proporciona direccionalidad a la acción y, por otra, ofrece objetivos y finalidades últimas que se sitúan en el horizonte utópico según Ander-Egg^[2], o un futuro alternativo, realmente mejor y plausible (pero incierto) desde el punto de vista histórico, según Wallerstein^[3]. Su descripción en base a un conjunto de objetivos es lo que se denomina Imagen Objetivo.

En resumen, este Momento se refiere a la definición de una Situación Futura (deseable y factible), su traducción en un conjunto de Objetivos (lo cual comprende la Imagen Objetivo) y la formulación de un Marco de Direccionalidad viable.

Momento Estratégico

A partir de la situación inicial (momento analítico – explicativo) y teniendo en cuenta la situación objetivo (momento normativo), habrá que recorrer un camino que supone un conjunto de acciones sobre el sistema y dentro del entorno donde actuamos. Pero no existe un camino hecho, debemos construirlo siguiendo la dirección que nos señala el “arco direccional” trazado, pero dando respuestas en cada momento a las situaciones de coyuntura.

El centro de la preocupación estratégica es la viabilidad del programa direccional del Plan. Estamos en el corazón del momento estratégico que busca lograr un programa direccional que no solo sea eficaz para alcanzar la situación objetivo sino que además sea viable. La cuestión fundamental de esta fase o momento podría resumirse en lo siguiente: ¿Qué camino ir haciendo para transformar la situación actual de acuerdo a los cambios que hay que realizar para llegar a la situación objetivo a la que se pretende alcanzar?; y sobre todo, ¿cómo superar los obstáculos y restricciones que dificultan la realización de las operaciones y actividades propuestas?

Para la definición de estrategias en el marco de sistemas sociales, se debe prestar especial atención a las fuerzas del entorno que influyen y condicionen las respuestas del sistema, así como al juego de actores, la mayor parte de las veces vinculados a ese entorno.

Momento Táctico / Operacional

Es la fase en la que se deben producir los hechos u operaciones que van provocando el cambio situacional. En cada momento se recorre un arco de coyuntura que no es más que el camino que media entre la situación actual y la situación inmediata siguiente que se estima posible. Mediante la articulación de acciones – que conllevan el transito por los arcos de coyuntura – debemos transitar por el arco direccional que nos lleve a la situación objetivo.

De lo que se trata es de establecer “cómo hacer”. Debemos pasar a la acción concreta actuando sobre la coyuntura pero siempre atendiendo al direccionamiento estratégico que dará viabilidad al transito hacia la situación objetivo. La acción puede tomar la forma de operaciones internas, al utilizar recursos existentes en la Administración Pública (ejecución de una instrucción, actuación según compromisos, aplicación de una política, etc.) o de operaciones externas que requieren de recursos externos. Cada conjunto de operaciones que respondan a una o más estrategias, podrán operativizarse mediante la utilización de herramientas de amplio uso para problemas mucho más estructurados, tales como el Marco Lógico, la Gerencia de Proyectos, etc.

Como puede observarse, los tres primeros Momentos no difieren en lo fundamental de lo que tradicionalmente se supone que se hace: hay un diagnóstico, una Imagen Objetivo y una selección y evaluación de acciones para transformar la realidad existente en otra más deseable y posible; la gran diferencia, aparte de la forma que toma el diagnóstico (plan libro revisable muy de vez en cuando o flujograma en permanente revisión), estriba en el ideal deseable-difícil de la planificación como un juego permanente entre fuerzas sociales, a fin de definir continuamente equilibrios dinámicos entre ellas.