“MODELO INTRAGOB” E. E.: DESARROLLO Y CULTURA ORGANIZACIONAL
Enviado por Jillian • 24 de Noviembre de 2017 • 4.181 Palabras (17 Páginas) • 743 Visitas
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Las múltiples investigaciones ya realizadas tanto en el ámbito diagnóstico como evaluativo han demostrado con creces la poca o nula pertinencia de la educación impartida en el ámbito rural. Por otro lado, nos encontramos con una problemática adicional como es la calidad de la educación; Pertinencia y Calidad de la Educación son elementos interdependientes que originan el Desarrollo.
Respecto a esta última cuestión, Pertinencia y Calidad, debemos analizarla desde una perspectiva multidimensional a partir de la cual nos surgen las siguientes interrogantes:
¿El solo mejoramiento de la educación en los ámbitos de pertinencia y calidad a nivel básico o medio resolverá el problema de los sectores rurales?; ¿La Escuela Rural debe preocuparse y centrar su esfuerzo y creatividad sólo en la población que corresponde a su nivel?, ¿Cuál es el rol social que está llamada a cumplir la escuela rural?, ¿El mejoramiento de la educación rural es solo una responsabilidad de quienes laboran en esos niveles y sectores?, ¿Qué rol deben cumplir las instituciones formadoras de profesores?, ¿Responden las Universidades a estos desafíos?, las Universidades ¿Tienen claridad respecto al tipo y características que deben poseer los profesores que trabajarán en las zonas rurales?, ¿Preparamos profesores con las competencias requeridas para provocar el Desarrollo Rural Integral?
Estas y muchas más interrogantes pueden aflorar, a las cuales unos y otros hemos intentado, con mayor o menor relevancia, encontrar una respuesta.
El mundo rural
Existe el cuarto mundo - el mundo rural - este mundo fundamentalmente compuesto por pequeños campesinos, muchos de los cuales poseen una extensión de tierra que solo les permite una actividad agraria de subsistencia y que en una perspectiva generacional padres - hijos y por la acción tan propia de la realidad rural a nivel de pequeños campesinos como es la subdivisión de la tierra, muchos se ven en la obligación irrenunciable de tener que abandonar la tierra para ir a engrosar la gran masa de población marginal suburbana, generando con ello todos los problemas económicos y sociales resultantes.
Durante algunas décadas y fundamentalmente en la última, los diversos gobiernos de, apoyados por organizaciones internacionales, han creado y aplicado diversos programas y estrategias para provocar el Desarrollo Rural produciendo, cada uno de ellos, impactos de las más diversas magnitudes. En algunos casos los recursos provenientes se gastan fundamentalmente, o en un porcentaje significativo, en aspectos administrativos y gerenciales disminuyendo con ello el aporte real a los campesinos y por otro lado, estos programas han centrado su acción desde una perspectiva unidimensional o unisectorial resaltando en ello el área agropecuaria.
Si a lo anterior le sumamos el hecho que la población objeto se ha caracterizado por ser adultos o adultos mayores y en muchos casos, por no decir la mayoría, está orientado a aquellos propietarios agrícolas de niveles medios con una capacidad determinada de endeudamiento, estaremos aceptando que la población rural de menores ingresos no ha sido atendida y si a ello le agregamos el hecho indesmentible que los alumnos de nuestras escuelas rurales son hijos de este grupo de campesinos, y por lo tanto no poseen los recursos necesarios ni adecuados que les permita solventar los gastos de uno o más hijos para que estudien en un sector alejado de su comunidad o porque requieren, de este hijo, su fuerza de trabajo para realizar las labores agrícolas, debemos concordar que los esfuerzos, hasta hoy realizados, no apuntan a la superación de sus problemas.
La marginalidad rural es una tarea que debemos enfrentar en el corto plazo. El superarla es una tarea que debemos enfrentar en una estrategia sistémica en el cual todos los sectores estén comprometidos.
El desarrollo como fuerza rural
El Desarrollo es inicio en tanto cuanto surge del esfuerzo creativo y responsable de la PERSONA y es término en la medida que el esfuerzo colectivo le permite, a la persona, mejorar sus condiciones y calidad de vida. Dicho de otro manera, el desarrollo se cristaliza en la medida que desarrollemos las potencialidades que le son propias a las personas, conjuntamente con la toma de conciencia y aprehensión de valores que propendan a un perfeccionamiento constante y permanente y al mismo tiempo que asuma el compromiso irrenunciable de luchar por el Desarrollo de los otros.
La articulación social tras la consecución de Desarrollo nos obliga a poner lo mejor de cada uno de nosotros, por una parte, y lo mejor de cada una de nuestras Instituciones por otra, en posibilitar la superación de los niveles y calidad de vida de los sectores más necesitados. La ruralidad es uno de ellos y quizás el que más necesita.
Una cuestión fundamental, a nuestro juicio, es que toda acción realizada en este sector debe abarcar a todos los estratos de la población (sexo, edad, nivel educacional, etc.) no hacerlo así y trabajar, por ejemplo, solo con los adultos estamos divorciando, creando un abismo entre los diferentes grupos etarios de la población dado que las innovaciones a aplicar tendrán una mayor resistencia, dada la cultura del campesino, y al mismo tiempo demandará un mayor tiempo. Si por el contrario trabajamos con todos los sectores y grupos, el cambio se producirá en un menor tiempo y con un menor costo, no solo económico sino también psicológico y social. Si la familia, como un todo, orienta sus esfuerzos hacia la superación de la pobreza rural y si ello le adherimos el esfuerzo cooperativo de cada una de las organizaciones comunitarias en los ámbitos de la Educación, Salud, Agricultura estoy cierto que lograremos, no solo superar la pobreza rural sino que conjuntamente con ello provocar el desarrollo.
Estrategias de desarrollo rural
El Desarrollo Rural debe enfrentarse con una estrategia pertinente-sistémica, con esto quiero sostener que toda estrategia debe ser, en primer lugar, concordante con la cultura que le es propia a la comunidad sobre la cual queremos intervenir. Para ello se requiere, como condición esencial el conocer, aceptar y valorar su cultura. Crear una estrategia a partir de sus conocimientos previos y que, en una primera instancia y si así se requiriese, responda en primer lugar a sus necesidades sentidas para, secuencial y paulatinamente, ir acercándose a sus necesidades reales.
Un segundo aspecto, es el tener clara conciencia que el campesino con el cual trabajaremos es una persona y como consecuencia de ello le debemos
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