Negocios en la UE

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La Unión Europea en la actualidad se enfrenta a diversos retos, exigidos de acuerdo a las demandas actuales y aún más resaltantes debido a las consecuencias generadas por cambios y conflictos globales, en la que la UE, como un bloque con países miembros importantes para el mundo debe responder de una manera estratégica para mantener el mejor equilibro y los resultados efectivos que esperan.

El Reino Unido fue el primer país en abandonar el bloque económico de la Unión Europea, de ahora 28 miembros, que de acuerdo al New York Times “la UE se ha ido debilitando por su incapacidad para hacerle frente a una sucesión de crisis, desde la caída del sistema financiero en 2008 hasta los riesgos que plantea una Rusia cada vez más agresiva, y la llegada masiva de migrantes a las costas europeas el 2015”. Para Ana Paula Zacarias, la embajadora de la UE en Colombia, “gran parte de la economía mundial se enfrenta a grandes retos y, por lo tanto, los riesgos para el crecimiento europeo están aumentando. En la zona del euro se tuvo previsto un crecimiento del 1,7 por ciento a comparación del 1,6 del 2015, y alcanzará el 1,9 por ciento en el 2017. Se previó que el crecimiento de la UE se iba a mantener estable en 1,9 el 2016 y aumentará a 2 por ciento el próximo 2017”. Sin embargo, la crisis ha creado la interdependencia entre las economías europeas, sobre todo en el ámbito financiero, generando nuevos retos como el de coordinar las finanzas públicas entre países con desequilibrios y problemáticas internas o regionales, y con distinta competitividad. Algunos de los problemas de la UE se originan de una división entre los países del norte con los del sur, de los acreedores con los deudores. En la Unión Económica y Monetaria (UEM), los Estados individualmente considerados pierden capacidad de ajuste macroeconómico, lo que tiene consecuencias negativas en caso de que un país sufra una crisis singular o asimétrica.

Incluso en la actualidad existe una crisis migratoria y para delimitar esto, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), se estima que en el 2015 más de un millón de personas cruzaron el Mediterráneo para escapar de la guerra y la pobreza de su país de origen, pero con el empeoramiento de la situación no es probable que tal afluencia disminuya. La Unión Europea actualmente lucha y analiza donde ubicar los 120.000 beneficiarios de asilo a los que planea aceptar en los próximos dos años, y de acuerdo a las cifras de Acnur, Alemania ha sido el país que más refugiados sirios ha recibido en los últimos cuatro años con un total de 98.783 personas residiendo en este país europeo. La segunda nación que ha decidido dar albergue a los que huyen del conflicto en Siria es Suecia, que registra 64.685 refugiados. Por parte de la Unión Europea de acuerdo con una noticia publicada por BBC News, el gasto en atención a refugiados ha sido de 146 millones de dólares. Registrando gastos que bien pudiesen ser destinados al desarrollo de países menos favorecidos de la UE, sin embargo, se han empezado a emplear estrategias para la disminución de migrantes dentro de sus países miembros con la política Schengen.

El fenómeno de los milicianos extranjeros, parece latente para los países de Europa con la sucesión de atentados en territorio europeo especialmente para Francia. Ana Paula Zacarias, embajadora de la UE en Colombia, dijo en entrevista para EL TIEMPO que “la Agenda Europea para la Seguridad ya ha identificado una serie de áreas para mejorar la lucha contra la financiación del terrorismo. Este plan de acción entregará una respuesta fuerte y rápida a los retos actuales, sobre la base de normas de la UE existentes y complementando en caso de que sea necesario”. Lo que ha provocado un sin número de debates entre los países miembros para adoptar la mejor respuesta ante esta problemática y para ello su utilidad antiterrorista depende de algunas variables como la forma en la que las aplican los responsables policiales, judiciales y de inteligencia. Uno de los principales objetivos es generar riqueza por diferentes medios, como lo puede ser el natural, pero de una manera sustentable, siendo esta una de las características que no toman en cuenta o corrompen muchos países y bloques.

El análisis de uno de los bloques económicos como la Unión Europea que tiene mejores resultados, es el más antiguo y también denominado potencia mundial, es un modelo a seguir para distintos bloques alrededor del mundo, crea una visión amplia para mejorar la calidad de vida de los habitantes de un país impulsado por otros, no únicamente por medio del intercambio de productos, incluso de conocimientos y servicios como la educación e infraestructura. El alto grado de importancia en la inversión en el desarrollo de los países menos favorecidos que recién se integran, recibiendo fondos monetarios para el progreso en diversos sectores para que posteriormente puedan estabilizarse con el resto, es un gran ejemplo de cómo la cooperación no únicamente beneficia a uno, sino para que todos los ciudadanos tengan una calidad de vida similar y gratificante sin importar el país de origen, logrando esto por medio de leyes, acuerdos, financiamientos, fondos estructurales, organizaciones, tratados por ejemplo dentro de la UE existe el tratado de Ámsterdam, que se abocó a resolver una serie de aspectos relacionados con el empleo, la libre circulación de ciudadanos (característica única de este bloque económico), la justicia y la política exterior y de seguridad comunes. De igual manera otro ejemplo es la concreción de la política agrícola común (PAC). Con una base común: reglas de competencia, reglamento financiero, decisión sobre precios mínimos y reglamentos sobre productos concretos convirtiendo este sector más ameno y justo en las negociaciones.

Se proyectaba que la integración europea sería una relación ganar-ganar, por la que todos países y ciudadanos resultarían beneficiados. Los países que se incorporaban recibían ayudas y los que ya eran miembros contaban con un nuevo mercado. Sin embargo, a partir de la crisis del 2008 se ha dejado ese ideal atrás debido a los niveles de desempleo, y la brecha social en los países más golpeados por la crisis han hecho surgir el desencanto. El problema que tiene Europa es que, según los datos, la confianza entre los habitantes de los diferentes países que forman la Unión es menor que entre los habitantes de un mismo país. Esa desconfianza provoca un exceso de regulación que provoca la ineficiencia actual de la UE.

Si todos los países trabajaran en conjunto y hacia la misma dirección, si se aumentara el grado de confianza y de cooperación, si su objetivo y esfuerzo fuera por la integración y beneficio real de los miembros, el futuro