Zygmun Bauman
Enviado por Albert • 17 de Julio de 2018 • 1.969 Palabras (8 Páginas) • 308 Visitas
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“…Sin embargo y a pesar de que el consumo deja tan poco margen de maniobra para la originalidad y la inventiva, eso no se aplica al rol que desempeñó y sigue desempeñando en las pasadas transformaciones y en la actualidad dinámica del modo de “estar en el mundo” de los humanos. En especial, el papel predominante que ocupa el consumo entre los factores que determinan el estilo y el sabor de la vida social y su rol como canonizador (uno de ellos, si no el principal) de los patrones de relaciones interhumanas…” (Bauman, 2007, página 44).
Como consecuencia de lo anterior la tecnología en la sociedad ha implementado un estilo de vida que lo hace dependiente de la innovación y la forma cambiante de esta, afectando las relaciones intrapersonales e interpersonales y las emociones, como respuesta a la dependencia material y justifica el hecho de no abastecer los requisitos necesarios para las buenas y sanas relaciones. Estas se ven afectadas ya que se crea una dependencia tan grande a las posesiones materiales que ya no se es necesario relacionarse con los demás, y en algunos casos estas son relaciones virtuales que solo los alejan más de la realidad; porque de alguna manera el vacío que dejan las personas es llenado con objetos innecesarios y materiales.
El consumismo excesivo de la tecnología que si bien permite acceder a información y/o datos importantes, hace que día a día se tenga que estar a la altura del estatus que implanta el sistema consumista de equipos tecnológicos, vestimenta de temporada y accesorios innecesarios, haciéndolos dependientes y solo razonando en pensamientos de estos. Ya que como fue mencionado anteriormente, lo que quiere este sistema es hacer creer a las personas que valen menos si no poseen bienes materiales creando una obsesión convirtiéndose en algo en lo que queremos pensar todo el tiempo.
Reiterando lo anterior, la publicidad en la ambición de promocionar y convencer, utiliza herramientas no adecuadas para su beneficio personal como lo es mostrar el género femenino como un objeto de venta o una forma de atracción promoviendo la vulnerabilidad e impulsándola a ser objeto de humillación, con esto, ofender e irrespetar su intimidad y valores éticos. Asimismo, se desencadena un mercadeo visual. Esta situación está dirigida a todas las edades y estatus, implantando este consumismo desde las edades más pequeñas, víctimas de este problema; las empresas textiles se han encargado de promover estilos de vida no correspondientes a un buen desarrollo en sus decisiones.
“…Ese anhelo fue una excelente materia prima para la construcción de estrategias de vida y patrones de comportamiento indispensables en aquella era de “la cantidad es poder” y “lo grande es bello” una era de masas en las fábricas y los ejércitos de masas, de normas restrictivas y adecuación a la norma y de estrategias burocráticas y panópticas de dominación que, en sus esfuerzos por conseguir disciplina y subordinación, confiaron en la incorporación y estandarización de los comportamientos individuales…” (Bauman, 2007, página 48).
Algunos adolescentes empiezan a tener una ideología que de alguna forma va en contra de su voluntad y afecta su relación con los demás, este se moldea a la implantación juzgada y determinada por la sociedad consumista que lo hace más propenso a el desinterés por el mismo, fijándose en el alrededor, siguiendo tendencias que lo arruinan como persona aferrándolo a un mal progreso de integridad, perdiendo el respeto por el mismo y dejando de lado el control de sus sentimientos y pensamientos, convirtiendo su vida en una “vida liquida” como lo expresa en filosofo Zygmunt Bauman, cambia de forma cada vez que el estado lo haga.
La vida es un constante de retos y de experiencia, sin embargo, hoy en día algunos hombres no lo hacen propio, ya que no tienen un objetivo claro y sus gustos son materializados por la adquisición de bienes y servicios, aumentando la falta de originalidad, solo siguiendo el consumo y tomándolo como estilo de vida, creando una brecha entre la que realmente necesita consumir en contra de lo que pretenda demostrar en su entorno, es decir, que en muchas ocasiones prevalece el estatus social basado en la apariencia.
La modernidad no se constituyó por las nuevas generaciones, ni es el avance de la sociedad, es aquella que se dejó controlar y manejar al sistema consumista, es un desviamiento del avance, es un mal uso de la moral y perdida de la ética, que se atiene al buen trato de las personas que quieren contener sus principios ético y morales, los integrantes que conforman la modernidad no educan a las generaciones próximas solo enriquecen su vagancia y destruyen su autenticidad. Algunos de los buenos emprendedores de esta época no sostienen su ética ya que se deja influenciar por parámetro que no conviene a su carrera, solo necesita abastecer su billetera y no su integridad.
En conclusión, el hombre actual no tiene en cuenta que si innova y regenera puede tener más autenticidad y cambiar la ideología que afecta en la época, será mejor si trabaja en un sistema no cambiante, este ser no maneja su propia continuidad deja que la sociedad lo defina, es un futuro ya escrito que solo hace un cambio, el de la integridad ética. Los que sobreviven a este cambio son los más sabios en el hacer, es decir, las personas que mantienen una secuencia de la verdadera esencia del ser y no se dejan afectar por los efectos de la deshumanización. El gran arte es saber desprenderse y desconectarse de la sociedad consumista.
BIBLIOGRAFÍA.
- Bauman, Z. (30 de abril del 2007). Vida de consumo. S.L fondo de cultura económica de España.
- Bauman, Z. (30 de abril del 2007). Vida de consumo. S.L fondo de cultura económica de España.
- Bauman, Z. (30 de abril del 2007). Vida de consumo. S.L fondo de cultura económica de España.
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