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LA IDEOLOGÍA JURÍDICA Y EL DERECHO DEL TRABAJO

Enviado por   •  30 de Octubre de 2017  •  4.063 Palabras (17 Páginas)  •  455 Visitas

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El problema solo aparece si analizamos que significa la misma existencia obrera, es decir la existencia de una parte de la sociedad como obrera, como desprovista de medios de subsistencia, solo entonces aparece el verdadero sentido del derecho laboral y su doctrina.

El dinero se transforma en capital, es capital, cuando se transmuta en mercancías que le permitirá retornar a la forma dineraria, pero aumentando, por lo tanto el capital para auto valorizarse, se transmuta en medios de producción, materias primas y fuerza de trabajo, esto ocurre en el ámbito de la circulación, para hacerlo deben de combinarse, esta especifica combinación es los que constituye el proceso capitalista de producción.

Es en este momento en que aparece en toda su magnitud la especificidad de las fuerzas de trabajo es comparación con las otras mercancías, y también la del contrato de trabajo en relación con otros contratos civiles.

Por lo tanto, en vez de decirse “habrá contrato de trabajo toda vez que una persona se obligue a prestar a otra un trabajo subordinado a cambio de un salario”, con toda justeza podría decirse: “ habrá contrato de trabajo cuando alguien se obligue a producir plusvalor para otra persona a cambio del pago del precio de su fuerza de trabajo”, de tal manera que decir que el capital se transmuta en salarios y en medio de producción, significa decir que se convierte en medios de subsistencia y medios de producción.

Si el obrero tuviera medios de subsistencia, el capitalista sufriría un fiasco toda vez que quisiera encontrar quien le venda medicina que necesita para ser feliz, un colega de su patrón que precisamente está buscando realizar la plusvalía que contiene los medios de subsistencia que ha fabricado o a adquirido el otro colega.

Todas las cosas son capital; si son mercancías, son capital que está tratando de transformarse en medios de subsistencia y medios de producción, este es el espectáculo trágico del hombre frente a las cosas, que se le oponen, que lo dominan y lo utilizan brutalmente. Y frente al obrero, se alzan los otros, las personificaciones, del capital; sus dueños, dueños de las cosas y por eso dueños de los obreros.

En esto consiste realmente la “debilidad manifiesta” de trabajador, pero no personalmente, individualmente en el acto de intercambio, si no como clase en el proceso de producción capitalista.

Es la remuneración monetaria o en especie que recibe un trabajador por prestar sus servicios personales en una empresa también es considerado como el precio de su trabajo.

El salario puede fijarse de forma bilateral, por “acuerdo” entre las dos partes contratantes (empresario y trabajador) o ser objeto de la negociación colectiva entre sindicatos y las organizaciones empresariales. En el salario del trabajador hay que incluir tanto las retribuciones directas, en dinero o en especie, como las indirectas: casa, escuela gratuita para sus hijos, manutención, casa de vacaciones gratuita o por un alquiler inferior al del mercado, etcétera, siempre que se obtengan por razón del trabajo o servicio prestado. A la suma de todos estos conceptos hay que añadirle el importe de las cargas sociales a cargo de la empresa para determinar el coste del trabajo para la misma

Complementación histórica: Durante mucho tiempo, el problema de la naturaleza del salario preocupó a economistas clásicos. Si se reconoce que el valor de las mercancías está determinado por la cantidad de trabajo que se les incorpora, el salario o valor del trabajo deberá determinarse por una cantidad de trabajo. Pero ¿cómo el valor del trabajo puede ser determinado por sí mismo? Para salir de este círculo vicioso, Marx reemplazó la noción de trabajo por la de fuerza de trabajo. El salario no es el valor o precio del trabajo, sino el precio que se paga al obrero a cambio de su fuerza, puesta a disposición del propietario del capital y utilizada por éste dentro de los límites de la jornada laboral.

Esto conduce directamente al problema general del valor. El valor de la fuerza de trabajo será determinado por la cantidad de trabajo necesaria para su producción, es decir, para el valor de las mercancías necesarias para la subsistencia del obrero y la reproducción de su fuerza. Contrariamente a las apariencias y a la opinión común, el salario no será la remuneración del trabajo. No habrá relación entre el salario y el valor de mercancías producidas por el trabajador. La verdadera relación será la existente entre el salario y mercancías consumidas por el obrero. Según Marx, de esta relación se deduce una oposición radical de los intereses: el capitalista intentará limitar el salario al mínimo vital por un máximo de trabajo Para la concepción marxista, este es el fundamento económico de la lucha de clases.

No obstante, Marx reconoció que el valor del salario no es absoluto. El precio de la fuerza de trabajo varía según necesidades, que dependen, en sí mismas, del tipo de civilización, del nivel de desarrollo, etcétera. De este modo, introduce la noción de salario histórico. Por otro lado, el salario está condicionado por las fluctuaciones del mercado.

Una rama en desarrollo puede aumentar los salarios durante cierto período a fin de obtener mano de obra en detrimento de sus competidoras. La rareza en el mercado de trabajo también puede ejercer presión sobre los salarios. Por último, la acción concertada de los trabajadores (la huelga) puede provocar un aumento de los salarios al desempeñar un papel análogo al de la rareza. Pero la naturaleza del salario permanece invariable en el marco de una estructura económica no cambiada.

Los economistas modernos no marxistas insisten acerca de cierta cantidad de características que serían comunes a las sociedades industriales (capitalistas o socialistas). Una serie de realizaciones seguridad social, asignaciones familiares, pensiones, subsidios de paro constituye un verdadero salario invisible, denominado también salario social. Por otro lado, en muchas empresas las primas a rendimiento, a la productividad, a la antigüedad, etcétera, se suman al salario pagado al obrero. Esto lleva al planteamiento de una sociedad que no se basa en el esquema del salario equivalente al precio de la fuerza de trabajo, ya que una proporción más o menos considerable de las necesidades está cubierta por otros medios.

Acerca del origen del salario social y las diversas primas, han surgido numerosas controversias. Los marxistas alegan que no pueden tener otra fuente que el valor creado por la fuerza de trabajo. En todo caso, se trataría de una redistribución que superara límites que anteriormente eran asignados al precio de dicha fuerza.

La

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