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La situación latinoamericana, una historia de opresión permanente

Enviado por   •  4 de Diciembre de 2018  •  2.114 Palabras (9 Páginas)  •  259 Visitas

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Por eso, la pedagogía desde el enfoque liberador ha de estar dispuesta a abrir caminos para generar un proceso de cambio y transformación y el primer paso, con seguridad es el de convertir el aula escolar en un lugar de encuentro, de destrucción de la máscara de la mentira, la adulación y a la apariencia, para proponer cambios importantes, como son la educación liberadora, que destierre la concepción fatalista de que la sabiduría está en el maestro, para descubrir la propia realidad latinoamericana, que implique decostruir los conocimientos existentes para adaptarlos a una realidad académica, social, cultural, económica y política. Orientar procesos democráticos, sociales y culturales que ayuden al estudiante a develar las dictaduras, la opresión económica, social y política de que se ha sido víctimas, para generar ideas y opiniones y manifestarlas abiertamente. La educación ha de ser el vehículo que transporte hombres y mujeres capaces de interpelar la sociedad para promover una transformación integral

Y para alcanzarlo es necesario comprender que la soledad en la que ha incursionado el hombre latinoamericano, víctima de la injusticia, la desigualdad, el atropello y la deshumanización, es un resultado ciertamente doloroso, pero necesario para reflexionar sobre su situación y animarse a construir lazos de comunión con los demás para poder salir de la marginación y del desamor al que ha sido condenado desde su nacimiento y por imposición de “la interdicción social y la idea cristiana del pecado” (Paz, 1998, p. 87), que han promovido sanciones morales y divinas a quienes rompen los moldes ideológicos de la sociedad y de la Iglesia., que siempre se han impuesto, prohibiendo la “la revelación de dos soledades que crean por sí mismas un mundo que rompe la mentira social, suprime tiempo y trabajo y se declara autosuficiente” (Paz, 1998, p. 88), para construir su propia realización personal y familiar.

Tamaña paradoja no deja de impresionar si se tiene en cuenta que los procesos de desterritorialización en Latinoamérica los han promovido con todas las consecuencias en la estructura ontológica de los hombres y mujeres. El proceso empieza por un despojo de la tierra, “que deja de ser el lugar de todos porque pasa a tener dueños, pasa a ser propiedad de alguien, ahora pertenece a personas que nunca la han pisado, que nunca tendrán la fortuna de caminar sobre ella y que nunca la habitaran” (Bustamante, 2008, p. 19), sigue con la imposición política y económica, que obliga a los nativos a obedecer las órdenes y ponerse su fuerza laboral al servicio de los conquistadores y de la Corona española, bajo castigos abominables; por último se procede a despojarlos de su cultura, costumbres y modos de vida por “la imposición de ideas, imaginarios y tradiciones” (Bustamante, 2008, p. 19),circunstancias que cambia por completo la estructura ontológica, pues se produce “la exclusión del otro; esta exclusión se manifiesta explícitamente en la negación del otro” Carreño, 2009) citado en (Bustamante, 2008, p. 22), lo que se consigue con la negación de cualquier posibilidad de conocimiento, de ser personas, de aceptarlos como seres humanos, en fin, lo que se hizo fue deshumanizar al habitante latinoamericano, privándolo de su tierra, su cultura y tradiciones, produciéndose la desterritorialización, esto es, su pérdida del dominio del hábitat para permanecer.

Y cuando no se puede demostrar la negación del otro desde la satanización de sus cuerpos, entonces se acude “a la satanización de las costumbres” (Bustamante, 2008, p. 22), obligando a abandonar sus prácticas, sus modos de vida, sus formas de curar las enfermedades, porque sencillamente, los conocimientos no aprobados por los científicos no eran considerados legítimos, al ser considerar que “procedían de la relación de los indios con fuerzas oscuras” (Bustamante, 2008, p. 22), situación que tampoco fue comprobado. Es decir, que al no poder demostrar la negación de los indios como seres humanos, tuvieron que atacar sus costumbres, para poder imponerse de cualquier manera en sus territorios.

Por eso siempre se ha dicho que Latinoamérica es el continente del desarraigo porque siempre todas las potencias europeas han visto el territorio como una posibilidad de obtener recursos naturales y mineras, lo que ha permitido un desarraigo permanente e indiscriminado de sus habitantes, de sus territorios y de sus riquezas. Todavía se sigue mirando el continente latinoamericano, como un lugar con posibilidades de riqueza y dominio de sus territorios por parte de los poderosos, que siguen imponiendo sus ideas políticas y económicas para sembrar el desarraigo. Sin embargo, los latinoamericanos, desde la independencia, han levantado su protesta social para impedir cualquier dominio que quiera imponerse en el continente. Así lo entiende (Puiggrós, 1989, p. 163), cuando afirma que “la nobleza española logró dos objetivos: desviar hacia América, con la emigración de una muchedumbre de hidalgos empobrecidos, campesinos sin tierras y artesanos sin trabajo, el peligroso fermento revolucionario”, que hoy sigue levantándose para decir no más. y la educación tiene que seguir siendo ese vehículo que desde una pedagogía liberadora, orienta a las generaciones presentes y futuras para la construcción de un continente que de verdad sea el de la esperanza, y jamás el de la frustración. He ahí la tarea de educadores y educandos.

Biografía

Bustamante Sierra, V. L. (2008) Poéticas del desarrollo. “Aventuras filosóficas desde el sur”. Universidad de Caldas

Frei, P. (1969). La pedagogía del oprimido. 1969.

Paz, O. (1998) El laberinto de la soledad. España. Fondo de Cultura Económica de España. España

Puiggrós, R. (1989) La España que conquistó el Nuevo Mundo. El Ancora Editores. Bogotá. 1989

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