Otras divinidades menores Guarani

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Los Aruake, los Avá y las chinas, a los Guaraníes y a los mestizos lo llamaban Kaá - yaríhi o “dueños de la selva”.

Isih, usado en norte es sinónimo de yaríhi, según la evolución Isih – Yaríhi – Tupã. La forma última es el Tupã o Tumpa.

Las Yaríhi colectivas, Mitã Yaríhi es la protectora de los párvulos, cuyo nacimiento anuncia, valiéndose de un pájaro que va a cantar cerca de la casa del que va a nacer. Como resultado adquiere el nombre del pájaro.

Ihvihrá – Yára es algo como la Yaríhi colectiva de la selva, es el genio tutelar de la misma, se materializa en uno de los gigantes de la floresta, infeliz del que lo derriba o la quema, lo menos que le puede sobrevenir es la pérdida de su plantación.

Ihri - ára es el genio tutelar de los ríos, el gran río el Paraná, era acreedor de un genio especial, lógicamente debía ser de elevada jerarquía, en el litoral se hablaba de una Paraná o Yaríhi.

En Amazonas todo ser tiene, como en Grecia, su Genio o Yaríhi, hasta los seres y fenómenos de la Gea y las principales faenas de la vida: rozado, siembra, cosecha, caza, pesca etc.

Con los mitos no deben ser confundidos los “cocos o cucos” que se invocan para meter miedo a los niños que pertenecen a las supersticiones del folklore de los pueblos.

Las Yaríhi no deben ser identificadas con los genios de otras religiones.

Las Yaríhi y Genios o Espíritus Custodios son creencias y cultos que no pertenecen al fetichismo, tampoco corresponden al animismo general y grosero. Los guaranís creen en un alma de los objetos, la Yaríhi no está dentro del objeto protegido, ni es tampoco un genio individual, sino general para toda la especie, genios custodios es el mejor nombre para designarlas, pues siempre están fuera y sobre los objetos protegidos.

Se resume los conocimientos modernos en cinco estadios de la evolución de las primitivas ideas religiosas:

Primer estadio: identificación del hombre con la naturaleza, sujetiva y amorfa.

Segundo estadio: búsqueda de las semejanzas externas, entre los objetos materias y el hombre.

Tercer estadio: su posición de dos formas de objeto: una la ordinaria, la otra la transfigurada.

Cuarto estadio: creencias en genio que viven dentro de los objetos materiales y capaces de animarlo, la idea del alma humana distinta del cuerpo.

Quinto estadio: ideas de espíritus parecidos a los humanos, independientes de los objetos, invisibles y que vagan libremente sobre la tierra, la concepción de que el difunto sigue viviendo después de la destrucción de su cuerpo.

Los guaraníes habían transpuesto ya el quinto estadio. Si algo conservaba del cuarto, sucede en todas las religiones.

Los genios guaraníes son tutelares: no viven dentro de los objetos ni lo animan y tienen una superior función social, económica y moral.

Mito solar y su culto

El culto solar aparece bien caracterizado y dominante entre los Karaíves Apalachitas.

El culto tributado al astro consistía esencialmente en saludar al sol, a su salida cantando himnos a su honor.

Los Apalachitas inmigrantes a México, adoraban al sol como Dios Supremo y le rendían culto, tal sería el origen del culto solar entre los mexicanos, andinos y guaraníes.

Los Karaíve de las Antillas rechazaron al principio pero poco a poco parte de ello acabaron admitiéndole.

Las dos más grandes pirámides de Teotihuacán están consagradas, una al sol y otra a la luna. La del sol mide 65 metros de altura y la de la luna 44.

El culto solar tiene vigencia sobre todo el hemisferio.