Tema: La voluntad de la eternidad en la escritura testamentaria
Enviado por Ensa05 • 19 de Octubre de 2018 • 5.499 Palabras (22 Páginas) • 389 Visitas
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† Donación Por causa de Muerte: Es aquella donación que se realiza mediante Testamento, con la presencia de cinco testigos, y “… se hace porque se esta enfermo, o en tal peligro que no piensa escapar, y se revoca fácilmente”[8].
† Donación Voluntaria: Es aquella que se hace sin causa aparente.
En todos los casos se hace alusión a la brevedad y claridad con que se deben redactar los escritos para que sean entendidos por todos, acatando la ley y a condicionamiento de las partes (querer hacer y otorgar).
Escritura Testamentaria entre la Voluntad del Testador y la Diplomática:
Diplomáticamente dentro del procedimiento testamentario, se considera al Testamento como un tipo documental que debe ser realizado en vida del otorgante, esto es del emisor, cuya estructura suele ser la siguiente:
La data o fecha la cual nos da a conocer el lugar, tiempo, y las circunstancias en que a sido elaborado el documento.
Cuando la data esta completa involucra su faz tópica o topográfica, esto es el lugar donde se realiza el escrito y faz crónica, que establece el año, el mes y el día.
En los testamentos encontrados la datación, está escrita mediante signos gráficos alfabéticos y no con numeración arábiga, aunque si bien ésta es una característica constante, en algunos casos se puede encontrar en la data números arábigos.
“En la ciudad de Córdova en primero de junio de mill setecientos, y ochenta años…”[9].
Tanto la ideología como la religiosidad están presentes en la forma de redactar el testamento, reflejando la personalidad del que testa, su condición social, sus actitudes mentales y sociales en relación a la época.
Aquí la cultura entra en una fase de secularización, dejando de ser lo jurídico y el derecho “patrimonio exclusivo de las Órdenes religiosas y del alto Clero”[10], imponiendo el Estado un modelo centralizado y absolutista.
Así, dentro de las Cláusulas Testamentarias, las Siete Partidas del Rey Alfonso el Sabio, en la Ley IX, Titulo 3, nos habla de la Santísima Trinidad y de la Santa Fe Católica, establece que tanto en las leyes espirituales como temporales, debe dar por “comenzamiento… Padre, é fijo, é espíritu Santo, tres Personas é una sola cosa”.
Una de las características a tener en cuenta es el dinero que se deja para beneficencia o destinado al Clero o alguna orden religiosa, con el objetivo de tratar de compensar mediante dicho acto las acciones realizadas conscientemente y que no se corresponderían con una actitud cristiana, “fruto de la mala conciencia… que trata de compensar mediante estas donaciones la economía del amor y el temor”[11].
Las disposiciones voluntarias para después de la muerte que inclusive siguen perviviendo voluntariamente, hacen referencia a :
† Ceremonias de entierro
† Encargos de misas
† Advocaciones
† Exposiciones de motivos
† Disposiciones adicionales de cualquier orden
Como ya mencionamos, diplomáticamente el testamento es un documento notarial a través del cual un sujeto manifiesta su voluntad espiritual y material con el objetivo de que sean observadas por sus herederos después de su muerte.
Como todo documento notarial, la voluntad expresada en él debe estar avalada y respaldada por la firma de otro sujeto, que bien puede ser el autor del documento, pues es él quien lo suscribe, pero debe a su vez ser validado por la firma de testigos.
La cantidad de los mismos depende del el tipo de testamento, ya que éstos pueden ser cerrados u abiertos.
Siguiendo al notario y tratadista español José Bono Huerta nos encontramos con una seria de elementos que conforman la estructura de un testamento, más allá que de ellos tomemos para este trabajo solo algunos puntos, mencionaremos todos para poder ubicarnos en el testamento como tal:
1° Invocación o notificación;
2° Intitulación de quien otorga, con la fórmula de integridad mental;
3° Preámbulo (tema piadoso o moral);
4° Disposiciones: mandas, nombramiento de albaceas, titulación de herederos, cláusula de revocación de todo testamento anterior;
5° Otorgamiento, testigos y suscripciones;
6° Autorización del autor suscrito por él o un apoderado.
Dentro de estos elementos estructurales nos interesan aquellos que podríamos llamar de carácter religioso - espiritual:
† Los numerales iniciales: muchas de las escrituras testamentarias, entre ellas la seleccionada para ejemplificar este punto comienza con “yn dey nomyne”[12] , aquí es donde se invoca a Dios, haciendo mención sobre cual es el objetivo del documento “esta carta de testamento y ultima voluntad…”[13]. En otros casos como lo es el Testamento que otorga el Alguacil mayor Don Nicolás García Gilledo, directamente comienza, “en el nombre de Dios nuestro señor y de la Virgen Santíssima sin mancha, ni sombra de la culpa original en el primer instante, de su purísimo, y natural Amen…”[14].
† El punto siguiente hace alusión al nombre y título de quien otorga, con la fórmula de integridad mental del testador, “sépase como yo Don García Gilledo, Alguacil Mayor, propietario, y vecino que soy desta ciudad, estando sano y bueno, en mi libre juicio, memoria y entendimiento natural…”[15].
† A continuación se hace referencia a la exaltación de la fe… “creyendo como firmemente creo, en el misterio de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas distintas y un solo Dios verdadero, y en lo demás que tiene, cree, y confiesa, Nuestra Santa Madre Iglesia Romana en cuya fe he vivido y protesto vivir y morir temiéndome de la muerte, que es natural, y deseando salvar mi alma, otorgo mi testamento, en la forma siguiente…”[16] .
† Luego encontramos aquellas disposiciones en las que el sujeto señala los procedimientos que deben observar sus herederos, “primeramente, mando y encomiendo mi alma a Dios Nuestro Señor que la crió y redimió, con el inestimable
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