La nueva normalidad

        La informática social, como medio de insurrección de los olvidados y despreciados, se ha tornado una herramienta muy valiosa para visibilizar lo que el capital desprecia, simplemente porque no lo puede clasificar y a sí mismo comercializarlo y mediatizarlo. Como lo dice Beatriz Preciado, los aparatos de verificación de verdad ya no son la clínica, el colegio, la cárcel, el museo, como los describió Michel Foucault en los años 60, sino que ahora, son los medios de comunicación y el mercado. La lucha por sacar a la luz lo “anormal y patologizado”  ha sido una larga y ardua tarea, y las diversas disciplinas  ligadas a procesar la información tienen un rol fundamental, puesto que,  “el como” se procesa la información, que el mercado y los medios nos dicen que nadie quiere ver, es extremadamente relevante. Para estos efectos de visibilizacion, la historia de la informática social nos entrega ejemplos claros, de lo real que puede llegar a hacer el activismo en la red.

        En el texto de Monserrat Boix que se publicó en www.mujeresenred.net y en libro electrónico Xcerosy1, coordinado por Remedios Zafra (ambas grandes, peligrosas y admiradas mujeres), nos entrega una clara esquematización de como la lucha por la liberación de lo femenino toma esta herramienta, despreciada por el humanismo clásico (Bardotti, 2011), para difundir la problemática local que viven las mujeres. Estas acciones fueron llamadas por la academia Ciberfeminismo. Tenemos en Australia a las Chicas Disturbio del colectivo VNS Matrix, que son su Manifiesto de la Zorra Mutante, nos invitan a abrir nuestras mentes al paraíso ilimitado de lo femenino. En México y USA encontramos a Ricardo Domínguez y Coco Fuscó, que con el Teatro del Disturbio Electrónico y con el Zapatista Floonet (herramienta basada en HTML y JavaScript), organizaron manifestaciones en México y Estados Unidos, exigiendo, trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz. Cabe mencionar a Julian Assange, fundador de Wikileaks; Donna Haraway, Cyborg/intelectual feminista estadounidense; Jean Baudrillard, Postestructuralista frances; Paul Virillio, desacreditado crítico francés de la tecnología; Judith Butler, filósofa iniciadora de la Teoría Queer; entre muchos otros intelectuales que nos invitan, cada  uno es su particular estilo, a redefinirnos, y así, reestructurar  nuestro pensamiento desde la cotidianidad, en este caso desde el uso político de la tecnología.

        El reconocimiento de los ciber-cuerpos, como un aparato justificador de existencia, nos ayuda a entender la relación que existe entre la máquina y el sujeto; lo que Haraway llama Cyborg; esta dualidad, entre lo que podría ser real y lo que verdaderamente es. Una dicotomía, una tensión inherente que nos invita a mantener juntas cosas que se podrían pensar incompatibles (Haraway, 1995). Cuando VNS Matrix, se pregunta el cómo expandir su menaje contra la violencia de género, en particular en contra la industria pornográfica, patriarcal y jerarquizarte, ven en el Internet, puerta abierta por la postmodernidad, un espacio ilimitado de nuevas prácticas culturales, donde estas “chicas malas”, nos llevan a la renuncia de la nostalgia del activismo post Segunda Guerra Mundial y a transformarnos en los Híbridos de Haraway, en Cyborg.

        La dominación del  ciber-cuerpo”, por parte del capital, se despliega en la existencia en forma de dispositivos Biopoliticos, es decir, la dominación de los cuerpos libres, del cuerpo sano, del cuerpo reproductor, de los Fluidos Reproductores; para apartar en su antítesis al cuerpo patológico, al fetichista, al masturbador, al cuerpo no sano, pero además, al cuerpo del colonizado, al cuerpo del indígena, al cuerpo homosexual, al cuerpo de la femeneidad no reproductiva. La desarticulación del lenguaje de la verdad científica, del aparato Biopolitico, es decir, el gobierno del cuerpo nacional, se alcanza solo mediante la crítica constante y metódica, y muchas veces violenta en defensa de las verdades acalladas.

        A pesar de que los cambios sociales relevantes se encuentran en la calle y no tras una pantalla, el Hacktivismo, (palabra acuñada por el New York Time, para denominar al primer correo electrónico en cadena en contra del ALCA, redactado por el EZLN, llamado “Primera Declaración de la Selva Lacandona”, en 1994), como actitud y como herramienta disidente, nos ayuda y nos abre un espacio, mas bien, un ciberespacio de encuentros con planteamientos que en otras épocas eran impensados, una migración permanente entre realidades geográficamente distantes. Ver en directo a Beatriz Preciado en el Museo Reina Sofia hablando de la muerte de la clínica, como también, ver el asesinato masivo de civiles en directo desde Oriente Medio transmitido por la CNN. Esto quiere decir que la información se ha democratizado en el sentido del acceso, pero no en el sentido de una alfabetización digital eficaz. Que los ciudadanos ingresen a Facebook todos los días no los hace sujetos digitalizados. La brecha digital ya no tiene que ver con el acceso a internet, sino de cómo se desarrollan las capacidades digitales de forma efectiva, es decir, como las utilizan los ciudadanos en virtud de su propio desarrollo cognitivo y social.

        Entender que los medios de comunicación masivos responden a intereses económicos, y por lo tanto, no son un reflejo de la realidad, sino que construyen realidades paralelas con una finalidad hegemónica. La informática social toma una relevancia de primer orden, puesto que, al contrastar con los canales de contra información, podemos ir desarrollando una mirada crítica a nuestro entorno, criticarlo para cambiarlo, para mejorarlo.  Por esto cuando se piensa en un sujeto informado, es decir, un sujeto critico.

        El Internet es la nueva plaza pública de la antigüedad. Pero ahora el conocimiento transmitido es comprobable e ilimitado. Una herramienta de una gran importancia para El Desarrollo, que se debe proteger de lo que Donna Haraway  en  su libro, Ciencia, Cyborgs y Mujeres, llamó “Informática de la Dominación”, que es solo una  de muchas formas de control del Capitalismo Brutal.

        Cuando el Frente Homosexual de Acción Revolucionaria Francés (FHAR), le grita al mundo: “Proletarios de todos los Países, Sodomizaos los unos a los otros (Preciado, 2009), no hace otra cosa que “vomitar” sobre los liberales, la alternativa de la nueva revolución. Cabe Recordar, que los cambios sociales en materia sexual, no han sido logrados por la “Elite Gay Homonormada” que se quiere casar, sino por Lesbianas/Tortilleras, Maricas Afeminados y Travestis, ya que, eran los únicos que necesitaban la revolución para sobrevivir.