El nuevo paradigma neurolingüístico

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Sensorio motor que va del nacimiento a los dos años.

Preoperatoria de los dos años a los siete años.

Operaciones concretas de los siete a los 11 años.

Operaciones formales de los 11 a los 15 años en adelante.

Dichas etapas establecen que pueden lograr y hasta donde deben de llegar. Esto fue un gran aporte para el entendimiento de nuestros alumnos puesto que como él determina, los niños no son adultos chiquitos si no que requieren el entendimiento de acuerdo a su edad y a su nivel de pensamiento.

J. Piaget concibe la inteligencia como resultado, como el término de un largo proceso que tiene su origen en los más elementales esquema de la actividad sensorio motriz. La inteligencia, se vuelve la capacidad que tiene el ser humano para adaptarse a su medio ambiente de tal manera que el aprendizaje se ve subordinado a los niveles de desarrollo y evolución de las estructuras cognitivas. Por tal motivo se percibe que toda actividad de intercambio del sujeto con el medio se realiza según el modelo de civilización acomodación y adaptación que posee, de tal manera que la actividad del individuo es la que provoca las acomodaciones necesarias para el conocimiento resultado de un proceso constructivo.

Determina que el niño esté implicado en la tarea de dar significado al mundo que le rodea, por tal motivo le evolución de la inteligencia del niño se vuelve bidireccional, es decir requiere de un intercambio en donde se construye y reconstruyen las estructuras intelectuales. Sus estructuras planteadas tienen ciertas propiedades entre las que se destacan la secuencialidad referente a la maduración, la integración en su medio social, la estructuración de conjunto referida en la experiencia y la descripción lógica.

Sin embargo, esta teoría también trajo ciertos conflictos dado que sus etapas al ser fijas presentan ciertas dificultades a la hora de clasificar a los niños y es aquí donde estas contrariedades dan paso al constructivismo: nuestra meta para el desarrollo del aprendizaje.

En ella, se establece que los niños mantienen un desarrollo de acuerdo a su edad pero también es muy importante el contexto que les rodea. Es así como el constructivismo nos aporta cuatro posturas importantes para su implementación. La primera el aprendizaje significativo el cual nos dice que los nuevos conocimientos se dan de forma sustantiva en la estructura cognitiva y esto se logra gracias a un esfuerzo deliberado del alumno a relacionar los nuevos conocimientos con sus conocimientos previos, producto de una implicación afectiva del alumno.

Él quiere aprender lo que se le presenta porque lo considera valioso. Es así como lo que se le ofrece lo aprehende a su vida cotidiana, les útil y le da importancia. El siguiente es el aprendizaje basado en problemas el cual nos establece que los alumnos al enfrentarse en un problema de su vida diaria, prestan mayor atención e importancia a aquello que van aprender, a través de esa resolución de problemas. El aprendizaje se vuelve auto-dirigido y se produce a partir de la colaboración y la cooperación de los estudiantes.

Finalmente se tiene a la teoría sociocultural en donde se hace hincapié en la importancia de las interacciones puesto que a través de estas el conocimiento se construye. En ésta el alumno juego un papel activo en su intento de aprender y las destrezas que adquiere son con base en sus problemas culturales. Es por eso que la mente y la cultura se vuelven inseparables porque se constituyen mutuamente, el alumno se vuelve protagonista de su aprendizaje y se le considera una persona que internalice el conocimiento y que es capaz de usar sus saberes de manera autorregulada.

Finalmente y al haber revisado la programación Neurolingüística observamos como con ayuda de ésta se puede mejorar la calidad del proceso de enseñanza aprendizaje a través de la comunicación eficaz entre el docente y el alumno.

Con ello no se echa atrás todo lo revisado sino por el contrario, se observa que poniendo en práctica las teorías revisadas con apoyo de la PNL, se aprende a escuchar y a observar a los alumnos, en donde no se busca juzgar ni evaluar negativamente sino por el contrario se busca potenciar y retroalimentar las situaciones que cada estudiante vive en su día día.

Cuando se pretende enseñar y aprender por medio de la coacción se observa que el alumno se ve obstaculizado, y su mente se ve bloqueada lo cual no permite un logro de aprendizajes; por ejemplo al realizar un examen, este se vuelve una manera de coaccionar por lo que sólo tendremos respuestas memorizada pero no aprendidas.

Este tipo de acciones no permiten que observemos los talentos y conocimientos que nuestros alumnos poseen. La PNL nos propone una manera de aprender con placer y con eficacia. Los aportes que hace nos ayudan a mejorar ese proceso de enseñanza aprendizaje y nos ayuda a eliminar esos viejos modelos que ya revisamos, castigos, exámenes, semáforos de conducta, evaluaciones antiguas y demás situaciones que sólo estresan al alumno y que no le permiten desarrollar su potencial. A su vez también nos ofrece una mejora de las relaciones que se establecen dentro del aula con una mejor resolución de conflictos, y finalmente una mejora en nuestra práctica docente que estamos esperando para ponerla en práctica.

Conclusiones

Una vez que revisamos cada una de las teorías, percibo que a ninguna se le puede tachar como la villana de la enseñanza, sino por el contrario todas cuentan con un sustento y con un valor que aporta a nuestra tarea docente. Estoy segura de que cada una de ellas en su momento fue el mejor camino para potenciar el aprendizaje y que como todo les ha llegado su vigencia y entonces surgen teorías nuevas que las modifican y nos proponen ese cambio de paradigma.

Lo importante radica en querer cambiar, querer aprender y en querer mejorar. Nunca seremos docentes perfectos, ni tendremos alumnos perfectos porque el ser, ser humano, es esa oportunidad de equivocarnos y a través del error cambiar y mejorar. Esta necesidad de aprender y de fortificar nuestra práctica es lo que hará que ésta se vuelva cada vez más productiva y que apoye más a nuestros alumnos.

Estoy convencida que no puedo quedarme con una sola y que si en este momento me dieran elegir una no sabría cuál escoger, puesto que a lo largo de la revisión de todas ellas, cada una aporta algo que me ayuda a modificar mi práctica docente.

Pero de una cosa sí estoy segura y es de que el protagonista de la educación siempre debe de ser