Incentivos y motivación

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de otorgar los incentivos que crea convenientes en forma discrecional, puede otorgarlos a una persona, grupo de personas o todos los trabajadores. No son permanentes, puede aumentarlos, reducirlos o eliminarlos a conveniencia. Incluso el incentivo puede revestir carácter negativo (coactivo) para el trabajador, por ejemplo; cambiarlo de puesto sin el consentimiento, castigo por impuntualidad, deducir de su salario por daños o perjuicios a la empresa, incluso ser retirado, suspendido o despedido definitivamente, entre otras medidas punitivas. Desde el punto de vista legal, todo aquello que se les otorga a los trabajadores, adicional a lo ordenado por la ley, se llaman incentivos y están contemplados en el Derecho laboral Mexicano. Lo que los diferencía de la motivación, la cual tiene carácter permanente y definitivo, legalmente se les llama prestaciones adicionales a las de ley, generalmente, son de carácter general, es decir, para todos los trabajadores aunque son otorgadas voluntariamente por empleador, este las mantiene por conveniencia.

Este es el caso del primer empresario que uso públicamente la palabra motivación. El 3 de Enero de 1914, Henry Ford anunció su programa de retribución mínima a sus trabajadores de 5 dólares al día. Este programa revolucionario también incluía la reducción de la jornada laboral a 8 horas al día, 5 días a la semana. Es lo que él llamó una “motivación salarial”.

Desde el punto de vista legal, en México, la motivación no se puede tratar como tal. Como ya se mencionó, una vez establecidas, si son de carácter permanente y definitivo se les conoce como “prestaciones adicionales” a las ordenadas por la ley. Esto y todo lo demás son incentivos.

Las leyes laborales contemplan las “prestaciones de ley” y solo en algunos casos los incentivos otorgados de forma individual o colectiva a los trabajadores. Las leyes fiscales de encargan de medir y gravar todos aquellos incentivos que reciban los trabajadores incluyendo los beneficios recibidos como motivación.

Los incentivos y la motivación en el ámbito laboral son complementarios; los incentivos sirven para regular el comportamiento de los trabajadores que gozan de medidas motivacionales. Por ejemplo; supongamos que un trabajador, que disfruta de los beneficios de las medidas motivacionales, baja su rendimiento, ya no produce lo mismo, se vuelve apático o ya quiere producir; el incentivo (o amenaza) es que será castigado, o en su caso, despedido.

Como puede observarse, la motivación sería, en su caso, la “panacea” que hará que la productividad se eleve considerablemente; pero como dicen algunos empleados “haya o no resultados de todas maneras me pagan”, en este caso entran en juego los incentivos, que funcionan como “acicate” para que el empleado vuelva retomar el camino de obtener resultados positivos para la entidad.

La complementariedad de ambos conceptos es de valor estratégico en grandes empresas de países del primer mundo, lo que los ha llevado a desarrollar uno de los sistemas de organización más complejos, las “organizaciones celulares”.

https://es.wikipedia.org/wiki/Henry_Ford

https://www.gestiopolis.com/henry-ford-responsabilidad-social/

Ruiz Limón, Ramón. “Historia de psicología y sus aplicaciones”