LA FAMILIA COMO CONTEXTO DE DESARROLLO INFANTIL. DIMENSIONES DE ANÁLISIS RELEVANTES PARA LA INTERVENCIÓN EDUCATIVA Y SOCIAL
Enviado por Jerry • 7 de Octubre de 2017 • 1.553 Palabras (7 Páginas) • 826 Visitas
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Las ideas de los padres sobre el desarrollo y la educación de sus hijos parecen ser de gran importancia en la organización de los espacios, actividades y relaciones familiares. Los diversos contenidos de las ideas parentales se relacionan entre sí y están muy influidos por el nivel educativo de los padres; estas ideas son una reconstrucción personal de las cogniciones y creencias que conforman el milieu cultural del que forma parte la familia.
En el seno familiar se establecen relaciones interpersonales muy profundas y estables desde muy temprano. Para los niños el lazo emocional más importante, al menos en la primera infancia, es el vínculo de apego que el niño estable con una o varias personas del sistema familiar, principalmente con los padres.
El apego tiene una función adaptativa tanto para el niño como para los padres y el sistema familiar; además permite desarrollar un sentimiento tranquilo para aventurarse a explorar el entorno, así como para afrontar separaciones breves de los padres constituyendo un prototipo o modelo interno de relaciones que guiará las relaciones sociales y posteriormente afectivas.
Ainsworth, Blehar, Waters y Wall establecieron la situación extraña, tres diferentes tipos de apego infantil:
- Seguro: Interacción recíproca y mutuamente reforzante. La figura de apego es capaz de interpretar y responder las señales del niño.
- Ansioso-Ambivalente: Son afectuosos y se interesan por sus hijos, pero tienen dificultados para interpretar y responder a las señales del niño, actuando de modo incoherente.
- Evitativo: Se caracteriza por la irresponsabilidad, la impaciencia y el rechazo.
Investigaciones más recientes de Main y Solomon han descrito otro patrón:
- Ansioso-Desorganizado: Niños víctimas de negligencia y maltrato físico o con figuras de apego seriamente deprimidas.
Sin embargo los niños suelen establecer apegos múltiples (por ejemplo con sus abuelos o sus hermanos) de gran importancia para la elaboración de sentimientos, procesos de aprendizaje e identificación y garantía en caso de pérdida de uno de los progenitores.
Además de velar por el bienestar físico y emocional de niños, la tarea de ser padres conlleva la intervención educativa para modelar desde edades muy tempranas, el tipo de conductas y actitudes que se consideran adecuadas para que el desarrollo personal y social de los hijos se adapte a las normas y valores del entorno social y cultural próximo, llamado: estrategias de socialización.
Maccoby y Martin realizaron una revisión de las tipologías de estilos de socialización, cuyo resultado es que todas basan su clasificación en dos dimensiones básicas: Afecto y Comunicación existente entre padres e hijos, el control y exigencias que manifiestan tales relaciones.
Estas dimensiones dan lugar a cuatro estilos educativos:
- Democrático: Mostrar afecto al niño y ser sensible a sus necesidades que se combinan con una cierta firmeza en el mantenimiento de las normas y principios que se establecen razonadamente con el niño.
- Autoditario: Predomina la existencia de abundantes normas y la exigencia de una disciplina bastante estricta.
- Permisivo: Se caracteriza por el afecto y el dejar hacer.
- Indiferente-Negligente: Muestran menor implicación en los niños.
Los hijos de padres democráticos presentan características que nuestra cultura actual considera más deseables, ya que se distinguen por su competencia social, madurez, elevada autoestima y capacidad de autocontrol, mayor independencia y habilidad para posponer la satisfacción inmediata de sus necesidades o apetencias.
Los hijos de padres permisivos serían alegres, espontáneos, vitales y creativos, sin embargo muestran inmadurez y dependencia de sus padres, agresividad y dificultades para el control de sus impulsos, posponen gratificaciones y persisten en las tareas y falta de competencia social.
Los hijos de padres autoditarios muestran puntuaciones de autoestima más bajas que la de los grupos anteriores debido a la escasa retroalimentación positiva, tienden a la introversión, toman escasamente la iniciativa y autonomía personal, dependiendo del control externo al punto de tener manifestaciones impulsivas o agresivas cuando ese control no está presente.
Los hijos de padres negligentes presentan un perfil más problemático, con valores pobres en identidad, motivación y autoestima, con dificultades en el autocontrol y en las relaciones con los iguales, manifestando propensión a conflictos personales y sociales debido al escaso respeto a las normas y necesidades de los demás.
La familia juega un papel clave a la hora de estructurar y dar sentido a las experiencias físicas y sociales y de promover el desarrollo de los niños.
El aspecto más importante del escenario educativo cotidiano son las actividades y relaciones que en él se promueven y apoyan.
Es interesante conocer las rutinas de la vida cotidiana, pues nos indican la estructuración y regularidad de las experiencias que ejercen su impacto en el desarrollo infantil.
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