Resumen Abrir caminos para el cambio : Introducción.

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La terapia breve puede considerarse relativamente joven, por tanto, sus aportes y técnicas son limitadas y poco conocidas, sin embargo no dejan de ser útiles y valiosas. Este tipo de terapia breve ha cambiado mi percepción acerca del comportamiento de un terapeuta y de los campos en que se puede utilizar. Contrario a como pensaba, esta corriente influenciada por Milton H. Erickson capitaliza todo lo que el paciente es: lenguaje, creencias, costumbres, recursos, necesidades y así orientar el proceso terapéutico a cada paciente o familia buscando siempre fomentar las relaciones cooperativas para que sean ellos mismos los que tracen objetivos y metas claras dejando a un lado la creencia que hay una persona del sistema que mantiene los conflictos en el hogar. Como mencione anteriormente, la terapia breve presenta técnicas y supuestos encaminados al establecimiento de buenas relaciones tanto con los padres con los adolescentes que regularmente se encuentran más resistentes a cooperar con el terapeuta y a su vez le ofrece al terapeuta un nuevo lente para enfocar cada caso visto desde una perspectiva basada en la salud respecto de los problemas del adolescente, de la familia y de la terapia breve. Estos supuestos indican que el terapeuta no debe concentrarse en la resistencia, poder y control que presente la familia sino en lograr la cooperación de los mismos, que si este crea expectativas de cambio estas influirán en la conducta de los pacientes y poco a poco se irán produciendo, es una especie de profecía positiva de autocumplimiento. Además sostiene que una vez que se estimulan y valoran los cambios pequeños, los pacientes realizaran otros mayores, que se debe propiciar el reconocimiento por parte del paciente de sus fuerzas y recursos para el cambio, que el estancamiento de las familias proviene de la repetición de las pautas reiterativas de interacción, que no es necesario saber mucho sobre el problema para resolverlo y que son los mismos pacientes que fijan sus objetivos del tratamiento siendo el terapeuta un destructor de creencias obsoletas y modificador de pautas conductuales enfocadas de muchas maneras ningunas más correctas que otras.

Por último, es importante destacar que en este enfoque hubieron muchas técnicas que llamaron mi atención por considerarlas simples pero poderosas a la hora de producir cambio. Una de estas fue la pregunta del milagro, me gusta porque el paciente se visualiza una vez –resuelto el problema- y sin darse cuenta traza una línea de seguimiento para lograr esa meta. El terapeuta también utiliza el humor y la experiencia propia para eliminar la idea de que –el problema- es un gran acontecimiento, y les enseña a los padres que son conductas modificables en ocasiones normales en los adolescentes. Una técnica que le funcionaba mucho al autor era tener tiempo de sesión individual con ambas partes, ya que así se establecían objetivos distintos y este se mostraba neutro ante la familia sin inclinación hacia los padres o el adolescente. Con este último, una destreza empleada que me llamo mucho la atención fue el de utilizarlos como asesores los cuales sirvieran para definir que cosas no funcionaron anteriormente y que actitudes del terapeuta bloquearon su tratamiento, así, como también no centrar la terapia dentro de un espacio cerrado sino explorar los medios en que se desenvuelve el paciente, su escuela, familia, comunidades en las cuales se manifiesta la conducta y ayudan a disolver la misma.

Conclusión

Abrir caminos para el cambio, es un libro que como su nombre lo indica cambia, cambia la percepción del lector de cómo funciona y se lleva a cabo una terapia breve, cambia la forma en que se cree que los terapeutas deben de comportarse con una familia y sobre todo cambia la manera de utilizar herramientas que faciliten el proceso terapéutico. A través de este reporte pude aprender que no es necesario dominar todas las corrientes, sino, más bien ser capaz de jugar con ellas y saber el momento en el cual es necesario dejar de –hacer más de lo mismo- e intentar algo nuevo, también aprender que el humor es capaz de suavizar cualquier situación y permite que las familias comprendan que al fin y al cabo los –problemas- no son tan grandes como parecen.

Además de expandir mis conocimientos a cerca de la terapia breve y todo lo que implica, pude darme cuenta que una de las fortalezas más importantes de este tipo de terapia es que el terapeuta se basa en la colaboración y así fomenta una relación cooperativa de trabajo, ya que al ponerse de ambos lados, tanto de los padres como del adolescente, estará en una mejor posición para negociar objetivos, expectativas y privilegios realistas que ayuden a la familia a solucionar de manera efectiva las situaciones que les afectan.

El enfoque de terapia breve no concibe al paciente como una entidad separada y observada y otorga importante al sistema que rodea al paciente, por tanto, el terapeuta debe fomentar activamente las relaciones con los auxiliares procedentes de sistemas más amplios, lo cual le permite una comunicación directa sobre posibles cambios que pueden ir ocurriendo en el transcurso de la terapia. Este aspecto llamó mucho mi atención ya que como explica el autor el terapeuta debe ser capaz de ser abierto, sencillo y versátil y de esta forma no será necesario forzar la terapia, sino, que las oportunidades de cambio se maximizarán solas.