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CAPÍTULO I: LAS IDENTIDADES DEL SUJETO Y CÓMO NOS DESENVOLVEMOS EN ELLAS

Enviado por   •  13 de Diciembre de 2017  •  7.052 Palabras (29 Páginas)  •  404 Visitas

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La identidad de género y la identidad sexual constituyen la identidad de un sujeto en sí. Mientras que la identidad de género es mas general e incluye aspectos no estrictamente biológicos, la segunda se relaciona principalmente con el reconocimiento que los sujetos hacen respecto a sus órganos sexuales.

En sentido amplio, podríamos definir al género como: "lo que significa ser hombre o mujer, y cómo define este hecho las oportunidades, las responsabilidades y los modos de conducirse". Por lo tanto, el género es aprendido socialmente; por ello, es posible modificarlo. En contraparte, el sexo es biológico. Al hablar de sexo estamos en el terreno de las diferencias biológicas, de las características morfológicas, fisiológicas y cromosómicas del hombre y la mujer.

Las diferencias biológicas no deben convertirse en desigualdades sociales, porque limitan el acceso equitativo de mujeres y hombres a recursos económicos, políticos, sociales y culturales.

1.2.3. Tipos de género

Brevemente mencionaremos algunas de los tipos de género que podemos encontrar hoy en día:

- Cisgénero: Persona que se identifica con el mismo género que le asignaron al nacer. Ejemplo: Mujer que se identifica como mujer.

- Transgénero: Persona que se identifica con otro género distinto del que le asignaron al nacer (disforia de género). Ejemplo: Hombre que se identifica como mujer.

- Transexual: Término médico para las personas que desean modificar su cuerpo para conseguir una imagen con la que se sientan más cómodas (o aliviar un malestar, la disforia). Ejemplo: Mujer que se somete a una operación para convertirse en hombre, el género con el que se identifica

- Agénero: Persona que no se identifica con ninguna identidad de género, y que, por tanto, se considera fuera de la clasificación de género en su totalidad. Ejemplo: Persona que no se siente identificada con ningún género.

- Género neutro (neutre): Persona cuya identidad es neutra, es decir, considera que tiene un género y que su género está fuera del binario pero tampoco se identifica con identidades que muestran afinidad a roles femeninos o masculinos.

1.2. ROLES DE GÉNERO

¿Qué son los roles de género?

Como ya mencionábamos anteriormente la identidad de género es la conciencia que se adquiere de la individualidad como mujer o como varón

Los roles de género son la forma en que las personas actúan, lo que hacen y lo que dicen, para manifestarse como hombres o mujeres. Estas características son moldeadas por la sociedad. Los roles de género varían mucho de una cultura a otra, de un grupo étnico a otro y de una clase social a otra. No obstante, cada cultura tiene roles de género; todas tienen expectativas respecto de la manera en que hombres y mujeres deben vestirse, comportarse y verse.

Los niños tienen conocimiento de los roles de género desde muy pequeños; dichos roles los inculcan los padres y la familia, la religión y la cultura, así como el mundo exterior, incluso la televisión, las revistas y demás medios de comunicación. Esto sucede cuando son muy pequeños, pues los niños comienzan a preferir juguetes y ropa que suelen ser denominados “apropiados” para su género.

Todas las sociedades se estructuran y construyen su cultura en torno a la diferencia sexual de los individuos que la conforman, esta misma cultura determina también el destino de las personas, atribuyéndoles ciertas características y significados a las acciones que unas y otros se espera que desempeñen

Los roles de género son conductas estereotipadas por la cultura, por tanto, pueden modificarse dado que son tareas o actividades que se espera realice una persona por el sexo al que pertenece.

Aunque hay variantes de acuerdo con la cultura, la clase social, el grupo étnico y hasta el estrato generacional de las personas, se puede sostener una división básica que corresponde a la división sexual del trabajo más primitiva: las mujeres paren a los hijos y, por lo tanto, los cuidan: por lo tanto, lo femenino es lo maternal, lo doméstico, contrapuesto con lo masculino, que se identifica con lo público.

La división masculina- femenino, con sus variantes establece estereotipos, que condicionan los papeles y limitan las potencialidades humanas de las personas al estimular o reprimir los comportamientos. Se suele creer el hecho de que mujeres y hombres sean diferentes anatómicamente los induce a creer que sus valores, cualidades intelectuales, aptitudes y actitudes también lo son. Las sociedades determinan las actividades de las mujeres y los hombres basadas en los estereotipos, estableciendo así una división sexual del trabajo.

Es por estos mismos roles que al conocer el sexo biológico de un recién nacido, los padres, los familiares y la sociedad suelen asignarles atributos creados por expectativas ya configuradas. Si es niña, esperan que sea bonita, tierna, delicada, entre otras; y si es niño, que sea fuerte, valiente, intrépido, seguro y hasta conquistador

Caemos en el ejemplo que a las niñas se les enseña a “jugar a la comidita” o a “las muñecas”, así desde pequeñas, se les involucra en actividades domésticas que más adelante reproducirán en el hogar. Se piensa estos aprendizajes o actitudes forman parte de la educación que deben recibir las mujeres para cumplir con las tareas que la sociedad espera de ellas en su vida adulta. En cambio, a los niños se les educa para que sean fuertes y no expresen sus sentimientos, porque “llorar es cosa de niñas”, además de prohibirles ser débiles. Estas son las bases sobre las que se construyen los estereotipos de género, reflejos simples de las creencias sociales y culturales sobre las actividades, los roles, rasgos, características o atributos que distinguen a las mujeres y a los hombres. Los estereotipos son concepciones preconcebidas acerca de cómo son y cómo deben comportarse las mujeres y los hombres.

Estas creencias, sin embargo, no son elecciones conscientes que se puedan aceptar o rechazar de manera individual, sino que surgen del espacio colectivo, de la herencia familiar y de todos los ámbitos en que cada persona participe.

Se trata de una construcción social que comienza a partir del nacimiento de los individuos, quienes potencian ciertas características y habilidades según su sexo e inhiben otras, de manera que quienes los rodean, les dan un trato diferenciado que se refleja en cómo se relacionan con ellos,

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