Como son las Conductas autodestructivas

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Limitantes y beneficios al hacer la investigación

Limitantes no he encontrado hasta ahora ninguna; ventajas, muchas, porque a través de la investigación, de leer y confrontar distintos puntos de vista me ha ido quedando cada vez más claro por qué actuamos así. Es decir, encuentro más sentido en las razones que nos llevan a actuar de cierta manera y a autodestruirnos en mayor o menor grado. Esto también me sirve no solamente para entender, sino para tratar de modificar ciertos comportamientos a través de tal entendimiento.

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Metodología

La siguiente investigación tiene un enfoque metodológico cualitativo, el cual está basado en la investigación bibliográfica, ideas, planteamiento del problema, inmersión de campo, recolección de datos, análisis de datos y reporte de resultados. Este método permite identificar de manera diferenciada a las mujeres adultas con conductas autodestructivas, haciendo una investigación y recopilación de datos tanto culturales como sociales, biológicos y psicológicos, al tiempo que facilita el acercamiento a las causas que las han conducido a dichas conductas. Por medio de esta investigación, trato de dar más información sobre las causas por las cuales las mujeres, en la etapa adulta, tienden a tener conductas de autodestrucción.

Instrumentos

Se hace uso de distintas fuentes teóricas, libros y artículos con variedad de fuentes bibliográficas.

Procedimientos

Fase I: Llevar a cabo la recolección de datos para la integración del tema y para brindar una mejor comprensión, tanto para la que suscribe el presente trabajo como para los que posteriormente lo lean y se interesen en el tema.

Fase II: De acuerdo con la selección de información filtrada que se obtuvo con respecto al tema, el presente trabajo ha sido elaborado detalladamente, con la intención de clarificar y despejar las dudas que llegaran a surgir sobre el tema que se ha seleccionado.

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Estrategia de análisis de datos

Se ha tomado en cuenta todo el material que, a mi juicio como investigadora, arroja información útil. Posteriormente, tras una minuciosa lectura analítica, se ha extraído la información más relevante de las fuentes. Lo anterior ha hecho posible que la finalidad de la investigación sea explicada con la mayor claridad posible, dando así a conocer la importancia del problema planteado en torno a la naturaleza femenina desde los diferentes ángulos y perspectivas previamente especificados.

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Introducción

Mujer (del latín mulier) o fémina es la persona del sexo femenino. El concepto de “mujer”, entre otras cosas, remite a distinciones de género de carácter cultural y social, así como a las diferencias sexuales y biológicas de la hembra en la especie humana frente al macho (Bravo, 1998).

A lo largo de la historia, la figura femenina se ha construido con los roles que se le han asignado simplemente por el hecho de ser mujer. Sin embargo, durante el siglo XX, a través de diversas luchas y gracias a descubrimientos clave como la píldora anticonceptiva, se ha dado inicio a un proceso de igualdad entre mujeres y hombres. Actualmente, la mujer juega un papel esencial en el engranaje sociopolítico occidental, mismo que le permite manejarse cada vez con mayor libertad e independencia. La mujer occidental contemporánea promedio elige y decide de igual forma a nivel social que a nivel familiar.

La feminidad ha sido amada, venerada y respetada, pero también ha sido, constantemente devaluada y discriminada en los diversos campos sociales; mismos que se hayan, comúnmente, dominados por el género masculino.

En la prehistoria las mujeres eran consideradas diosas de la fertilidad. Por ello, el sexo femenino era muy venerado. Posteriormente, durante el esplendor de la civilización egipcia, por ejemplo, era común que las mujeres desempeñaran roles políticos de gran jerarquía. Incluso en la época dorada de la cultura grecorromana, pese a todos los bemoles en cuanto a igualdad de género, las mujeres fueron consideradas estandartes de belleza y representación viva de la estética artística.

Volviendo en el tiempo, paradójicamente, las sociedades prehistóricas solían ser más igualitarias que las sociedades modernas. El respeto al reparto de tareas entre hombres y mujeres era parte primordial de su organización. Las mujeres no sólo se ocupaban de los niños, también se dedicaban a la caza menor, a la pesca, a la recolección y al cultivo. Esta división de labores entre los dos sexos era primordial para su supervivencia.

Alrededor del año 3000 a.C. se inventó la escritura, lo que supuso el tránsito de la Prehistoria hacia la Edad Antigua. El cambio al interior de la organización social y, en consecuencia, de los roles genéricos fue drástico. La intelectualización del humano a través de la escritura y el perfeccionamiento de diversas técnicas que a la postre derivarían en máquinas complejas, significó todo un cambio en los paradigmas de la humanidad. La invención de máquinas implicó el comienzo de las eras bélicas. La imposición a través de la fuerza física dejó a la mujer en circunstancias desfavorables. Un ejemplo claro de ello lo constituye el Iimperio Romano, durante el cual se consideraba a la mujer un ser inferior, además de ser propiedad del marido. Las mismas normas afectaban a hijas y criados. La mujer podía representar desde un mero utensilio hasta una amiga, pero siempre, en un plano inferior a su contraparte masculina. Ésa, se creía, era su naturaleza.

En Roma existía el divorcio, pero, generalmente, era únicamente el hombre quien tenía derecho a solicitarlo. Las mujeres ricas romanas podían estudiar hasta los doce años. A los catorce ya se les consideraba adultas y se les otorgaba un marido. Una vez unida en matrimonio, el rol femenino era el de vigilar y dirigir a las esclavas, así como hacer los trabajos considerados más delicados: bordar, tejer, etc.

Hacia la Edad Media, en la segunda mitad del siglo XIII, surgió en París una escuela femenina. En otras zonas europeas ya existían escuelas que aceptaban tanto niños como niñas. Pero en lo referente a la