Cuento del autoreconocimiento, la construcción de individuación y regulación en el desarrollo de las competencias disciplinares y personales.
Enviado por Jillian • 19 de Junio de 2018 • 1.084 Palabras (5 Páginas) • 441 Visitas
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Erase una vez, en el país de las maravillas en donde como fruto del empeño, la constancia y la preparación, todos los sueños se pueden alcanzar, nació una niña llena de ilusiones y linda sonrisa para alegría de su hogar, un hogar que cimento en ella los valores éticos y morales que estaban tradicionalmente fundamentados desde sus abuelos y los abuelos de sus abuelos. Como en todos los países de todos los planetas, al pasar de las lunas la niña fue contando primaveras y creciendo en amor y conocimientos y empezaron las dudas a medida de que crecían sus sueños, ella se preguntaba en donde podía encontrar aquel polvo de hadas que le diera la magia de poder llegar a cumplir tantas metas como pudiera soñar. Y fue así, como todo niño, entre ires y venires del tiempo, tuvo momentos de caprichos y enojos injustificados y de inmensas alegrías que abonaban sus sueños, sueños que solo ella entendía. A medida que fue creciendo, gracias a las otras personas que brillaban con luz propia en su mismo planeta, fue formando un conjuntos de habilidades y destrezas, pero también temores e inseguridades, aprendió a conocer que en ella había muchas fortalezas, como la tenacidad, el coraje, la determinación, la dedicación, la inteligencia y su capacidad de escuchar , pero también, que aunque en menor proporción, en su ser existían inseguridades, uno que otro tabú y falencias que aunque la hacían una humana, como todos, perfectamente imperfecta. Podían, si ella lo permitía, arruinar sus proyectos de vida. Entonces gracias a la interacción con las demás personas que habitaban en su país, ya desde el reconocimiento propio de debilidades y fortalezas y teniendo siempre presente que había que distinguir y tener presente la procedencia, edad y convicciones y motivaciones de cada quien, aprendió que no todas las risas son sinceras, ni las lagrimas brotan solo de tristeza. En sus años de escuela, gracias a sus maestros, aprendió uno de los secretos más maravillosos que había en su planeta, el conocimiento!!... De sus padres, inspirados por el amor y el deseo de ayudarle cumplir metas aprendió que la dedicación y el optimismo a pesar de los obstáculos son claves para el éxito, que ninguna meta es pequeña como para no lucharla y ninguna demasiado grande como para rendirse y abandonarla, por eso, pese a sus muchas dificultades, al los aplazamientos, los dedos señalantes, las decepciones y otras tantas dificultades que en más de una ocasión la han hecho amilanarse, hoy sigue de pie ante el mundo y de rodillas ante Dios forjando su carácter, adelantando sus estudios en Psicología y sacando avante a sus dos hijos que son su familia, su motivación, su hogar y el tesoro mas grande.
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