Desarrollo cognitivo del ser humano (Piaget)

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- Estadío operatorio abstracto (12-15 años):

Características generales: Pensamiento lógico, abstracto e ilimitado.

En la etapa final del desarrollo cognitivo (desde los doce años en adelante), los niños comienzan a desarrollar una visión más abstracta del mundo y a utilizar la lógica formal. Es decir, se caracteriza por la habilidad para pensar más allá de la realidad concreta. Es capaz de manejar, a nivel lógico, enunciados verbales y proposiciones en vez de objetos concretos únicamente. La realidad es ahora sólo un subconjunto de las posibilidades para pensar. Pueden aplicar la reversibilidad y la conservación a las situaciones tanto reales como imaginadas. Entiende plenamente y aprecia las abstracciones simbólicas del álgebra y la crítica literaria, así como el uso de metáforas en la literatura.

Esta etapa se caracteriza por la capacidad para razonar en contra de los hechos, formular hipótesis y ponerlas a prueba para encontrar la solución a un problema. Es decir, si le dan una afirmación y le piden que la utilice como la base de una discusión, es capaz de realizar la tarea. A menudo se ve involucrado en discusiones espontáneas sobre filosofía, religión, y moral en las que son abordados conceptos abstractos tales como justicia y libertad.

Como conclusión, puedo decir que estos 4 estadíos del desarrollo intelectual nombrados anteriormente permiten conectar los reflejos del recién nacido con la inteligencia sensoriomotora, ésta con la aparición del lenguaje y la representación, por una parte, y la inteligencia lógica, por otra.

3. Estos estadíos se corresponden cada uno de ellos con momentos de equilibrio en el desarrollo caracterizados por estructuras diferentes. Explicando la evolución del niño y del adolescente podemos decir que el desarrollo psíquico o mental es una construcción continua y cada equilibrio añadido es superior al anterior, estableciendo a medida de estos estadíos o pasajes de uno a otro, un desarrollo cada vez más y más sólido.

4. El desarrollo cognitivo comienza cuando el niño va realizando un equilibrio interno entre la acomodación y el medio que lo rodea y la asimilación de ésta misma realidad a sus estructuras. Es decir el niño, al irse relacionando con su medio ambiente, irá incorporando las experiencias a su propia actividad y las reajusta con las experiencias obtenidas. A esto Piaget lo llama un proceso de adaptación, en el cual intervienen los dos elementos ya dichos: la asimilación (mediante la que se adquiere nueva información) y la acomodación (mediante la cual se ajusta esa nueva información). La asimilación permite al sujeto comprender e incorporar objetos o datos de la experiencia a sus esquemas previos, que se ven modificados como producto del nuevo conocimiento integrado, en función de las necesidades de respuesta o demanda del medio. La asimilación es externa, ya que los objetos se moldean a la estructura interna del sujeto; la acomodación por el contrario es interna, ya que es el sujeto ahora el que se acomoda al mundo exterior.

Asimilación y acomodación se regulan en el organismo a través de la equilibración. Aunque se mantienen a lo largo del proceso evolutivo, su relación es cambiante, de modo que el sujeto construye sus estructuras a partir de un intercambio entre ambos procesos, llegando así a un estado de equilibrio que permite al organismo adaptarse mejor a su medio.

Por lo tanto, asimilación y acomodación están en un constante equilibrio, no sólo de forma externa sino dentro de las estructuras internas del sujeto; y así como el equilibrio no es estable, tampoco lo es la relación entre éstos dos procesos, ya que van variando en el proceso de equilibración hacia la construcción de un esquema que permita un mayor conocimiento del mundo.