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LA IMAGEN INCONSCIENTE DEL CUERPO

Enviado por   •  26 de Noviembre de 2018  •  2.550 Palabras (11 Páginas)  •  232 Visitas

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El niño no es capaz de entrar en la relación si no es a través de la proyección. Sólo a través de la castración edípica y la entrada en el orden simbólico de la ley será posible la relación directa real.

La imagen del cuerpo, previamente al Edipo, puede proyectarse en toda representación y no solo en representaciones humanas (por ejemplo una abuela puede ser una taza).

Todas estas representaciones están simbólicamente enlazadas a las emociones que marcaron su persona a lo largo de su historia y aluden a zonas erógenas que fueron prevaleciendo en él sucesivamente.

El niño solo puede expresar su deseo por el sesgo de deseos parciales, a través de las proyecciones parciales que ofrece de él. Por eso es tan importante la noción de imagen del cuerpo en niños de edad pre edípica

Imagen del cuerpo. Pulsiones de vida y de muerte

Para el ser humano la imagen del cuerpo es la representación inmanente donde se originan sus deseos. Las pulsiones tendientes al cumplimento del deseo son de vida y de muerte. Las de vida, siempre ligadas a una representación pueden ser activas o pasivas. Las de muerte, reposo del sujeto carecen de representación, y no son activas ni pasivas. No se trata de deseo de morir sino de descansar. Incitan al sujeto a retirarse de toda imagen erógena como en el sueño profundo, como el desvanecimiento luego de una emoción violenta, como en la enuresis o encopresis secundaria surgidas por haber sido confrontado con un estado emocional inasimilable por su imagen del cuerpo y la ética enlazada a ella. Puede como consecuencia por pulsión de muerte perder la continencia que ya había adquirido; puede perderla por un deseo que él se prohíbe, que mientras duerme le hace volver a una imagen del cuerpo arcaica.

La imagen del cuerpo es siempre imagen potencial de comunicación en un fantasma. La visión del mundo de un niño se adecua a su imagen del cuerpo actual. Por medio de esta imagen del cuerpo podemos entrar en contacto con él (el niño cuya imagen del cuerpo es la del estadío oral no comprende mas que las palabras de pacer de boca y cuerpo transportado, las que se refieren al funcionamiento y a la erótica oral, para un cuerpo cuyo esquema corporal no es todavía autónomo.

La imagen del cuerpo y el Ello

La imagen del cuerpo está de lado del deseo. Es un “Ello” ya relacional, un “Ello” no fetal, sino en un cuerpo situado en el espacio, un “Ello” del cual una parte constituye un pre-Yo: el de un niño capaz de vivir temporalmente separado del cuerpo de otro. El lugar fuente de las pulsiones es el esquema corporal pero dónde se representan es en la imagen del cuerpo.

Fantasma, deseo. Realidad, necesidad

La imagen del cuerpo se estructura en la relación intersubjetiva. Cualquier interrupción de esta relación, de esta comunicación puede tener efectos dramáticos. Un lactante que espera a una mama que se fue hace 2 semanas, la espera tal cual la dejo- Cuando ella vuelve 15 días después la ve distinta y el también es distinto en su realidad. Aquí puede instalarse el autismo porque el niño no reencuentra con el otro la sensación de el de hace 15 días. No reencuentra en su madre ni a la misma madre de antes ni al mismo él.

Su fantasma de lo que espera no es lo que sucede en la realidad. El psicoanálisis opera sobre el efecto a veces patógeno de esta discordancia entre lo imaginario y la realidad. Todo niño debe ajustar constantemente el fantasma que deriva de sus relaciones pasadas, a la experiencia imprevisible de la realidad actual, la cual difiere en todo o en parte del fantasma. Este ajuste permanente acompaña al crecimiento continuo del esquema corporal del niño frente a la realidad de los adultos que le parece perfecta, inmutable y deseable (INCOMPLETO

La debilidad mental en cuestión. La esquizofrenia en cuestión.

En el caso de los débiles mentales, la potencialidad de simbolizar la imagen del cuerpo se encuentra adormecida. En la esquizofrenia la potencialidad de simbolizar la imagen del cuerpo quedó interrumpida en una determinada época porque faltaron las palabras de la persona con quien la relación era estructurante. Como consecuencia el niño simboliza por sí solo todo lo que vive por medio de un código que deja de ser comunicable

La imagen del cuerpo y la inteligencia del lenguaje de los gestos, de las palabras

El psicótico, el esquizofrénico, entiende inmediatamente al mimo que mediatiza imágenes del cuerpo porque no descifra lingüísticamente lo que ve. El espectáculo del mimo habla directamente a su imagen del cuerpo. Aquel que no tiene o bien la imagen del cuerpo o bien el esquema corporal correspondiente a la palabra emitida, oye la palabra sin comprenderla. Las palabras para cobrar sentido deben tomar cuerpo, ser al menos metabolizadas en una imagen del cuerpo relacional. Esto sucede con el adulto que por haber pasado en principio por la castración edípica genital, habla desde un campo de experiencia relacionado con su cuerpo, sexualmente adulto, con su esquema corporal y con las percepciones interrelacionales tales como este las conoce. Todo esto es incognoscible para el niño.

Imágen del cuerpo y caso particular del nombre

La palabra más importantes que va a oír el niño y que va a asegurar la cohesión narcisística es su nombre. Es el fonema que acompaña al sensorio del niño primero en la relación con sus padres y luego con el otro, desde el nacimiento a la muerte.

El caso de Federico

Niño abandonado por sus padres al nacer, llevado a una guardería y adoptado a los 11 meses. Le cambian el nombre. No se lo cuentan a la analista (va a la consulta a los 7 años). El niño tiene síntomas de apariencia psicótica. Va evolucionando pero no consigue superar los problemas con la lectura y la escritura. En los dibujos utiliza letras y particularmente la A que aparece escrita en cualquier dirección. Por una serie de indagaciones averigua que el anterior nombre del niño era Armando. Después de todo un proceso el sujeto Armando, des-nombrado, había podido reenlazar su imagen del cuerpo con a de Federico. El necesito oír su nombre pronunciado por una voz como en off como la de las maternantes desconocidas que el había oído en la guardería. Este reencuentro en la transferencia sobre su psicoanalista, de una identidad arcaica perdida a los 11 meses le permitió superar en 15 días, sus dificultades para leer y escribir. Esto demuestra que la imagen del

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