La Importancia del Psicólogo Educativo

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Otro punto clave esencial se centra en el papel del educador quien se encarga de impartir la asignatura. Se contemplan tanto los conocimientos del sujeto como su capacidad para lograr trasmitirlos; la apertura que muestre a la elevación de su capacidad como educador por medio de mecanismos tales como guías, cursos o talleres que ofrece la Psicología Educativa determinara la practicidad de su método de enseñanza, un resultado positivo caería en un vínculo con el educando y despertar su interés hacia el conocimiento.

En resumen, el psicólogo educativo se encargaría de acentuar la tarea psicopedagógica del aprender, un docente al servicio de la docencia.

- Evaluación formativa

En este escenario, se habla concretamente de la detección y valoración del rendimiento académico, es decir, la forma de evaluar el conocimiento adquirido por el educando. Los métodos de evaluación utilizados usualmente por las instituciones educativas se centran más en una evaluación sumativa que formativa. La evaluación sumativa analiza los resultados de las acciones ya consolidadas o finalizadas, con cierta desvinculación del proceso de aplicación (Forns, 1994). Se debe optar por una evaluación formativa por encima de una sumativa. La evaluación formativa se basa en el control, la constante retroalimentación y la eficacia de las acciones educativa (programas, aprendizajes, etc.) y así aplicar los correctivos necesarios para lograr que el educando tenga éxito en sus tareas, por mencionar un ejemplo.

- Orientación escolar

Se entiende por orientación el conjunto de procesos de canalización de los jóvenes, por las diversas ramas del sistema educativo, hacia las actividades de la vida profesional (Huteau, 1982). Esta es una de las funciones que comprende una exploración psicológica de las capacidades cognitivas, aptitudes específicas, personalidad, intereses y valores personales del educando a fin de elaborar un consejo acerca del tipo de estudios a emprender, claro que esto toma en cuenta la predicción acerca del grado de éxito y acomodación profesional futuros dando al educando la información necesaria para, inclusive, la búsqueda trabajo o bien para reorientarse a uno nuevo. Sin embargo, ha sido notoria la variación de la tarea del psicólogo educativo en este dominio, hoy en día se considera que la satisfacción, el éxito y la permanencia en una profesión por parte del educando están más vinculadas a razones de conyuntura laboral y socioeconómica que a variables psicológicas o cognitivas. En sí, la orientación vocacional y profesional es la acción de ayuda que el psicólogo desempeña en beneficio del adolescente o adulto, a fin de que éstos lleguen a formular un proyecto profesional realizable y acorde con sus representaciones (Forns, 1994). Pero uno de los factores que interviene casi de forma imparcial en el socioeconómico, un golpe de realidad que no puede pasar desapercibido ante los ojos del psicólogo educativo, por lo que su labor se extiende a la inclusión de actividades destinadas más a la colocación y búsqueda del primer empleo, por ejemplo la lectura y análisis de anuncios de empleo, la redacción de un curriculum vitae, técnicas de entrenamiento para el desarrollo de una entrevista de selección de personal y analizar el contexto o perspectiva de los empleadores actuales.

- Análisis del aula y del centro educativo.

Según Forns (1994), el análisis del contexto se propone dar cuenta de una realidad temporal, espacial y física que incluye, a la par, la situación inmediata y el más amplio marco social en el que se hallan organizadas un conjunto de situaciones.

Habitualmente el psicólogo educativo destina parte de su trabajo y atención al peso que tiene la influencia de las variables contextuales en el aprendizaje escolar y en la maduración y procesos adaptativos del alumno, esto se refiere a factores como la estructura de las relaciones familiares, la composición y dinámica del aula (compañeros y maestro, clima del aula, tipo de escuela, estilo de educación, etc.), y las características del entorno social (ambiente social, diversidad cultural del entorno, experiencias de intercambio social, etc.). Esta exploración psicológica permite conocer el grado de éxito o fracaso de los procesos adaptativos y escolares del alumno.

El psicólogo educativo, atribuyéndole una participación activa en esta área, puede analizar el clima con mayor detalle y distintos enfoques, quizá de forma más precisa que el profesor del aula, a fin de determinar qué variables influyen en aspectos del rendimiento académico y del desarrollo de los alumnos para así proponer nuevas formas de intervención. El estudio del contexto en sí mismo, como de una realidad sustantiva, es la principal innovación en esta área.

La imparcialidad del psicólogo

Reflexionando las funciones que puede y debe cumplir el psicólogo educativo, notamos la evolución de las mismas y sus distintas variantes dentro de su contexto relacionándolas con los cambios conceptuales de aprendizaje, las formas de evaluación, la integración personal y social, la orientación escolar y profesional y, casualmente, al concepto de entorno.

En este sentido, podemos englobar todas las funciones y tareas hacia un único objetivo. El papel global del psicólogo educativo en el seno de los sistemas educativos es el tratar de “optimizar el sistema escolar” para cada uno de los individuos que conforman el sistema, y que esta acción no debe ser realizada en solitario sino en colaboración con el resto de los expertos del sistema. Esto convierte al psicólogo en un miembro integrante de la comunidad educativa. Dentro de todas las funciones indicadas, y las que posiblemente se desarrollen más adelante, es imprescindible el destacar el creciente valor formativo-educativo y social que va tomando el papel del psicólogo educativo. Landsheere (1994) en un artículo sobre el papel de la evaluación psicológica en el sistema escolar, concede a la evaluación el rol de “pilotar el sistema” en el sentido de ser un mecanismo de vigilancia que activa una señal de alerta en caso de detectar irregularidades en el sistema escolar. Despejando esto, el papel del psicólogo educativo (no sólo como evaluador) está relacionado con la función de análisis y de alerta (detección y valoración). Esta es la esencia de la acción formativa-educativa, la cual puede ser dirigida al entorno (función preventiva), a los educandos (prevención, orientación vocacional y profesional) y a los propios docentes (asesoramiento). Esto no deja de