Diversidad sociocultural y lingüística en el aula y en la escuela.

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Hablar de educación intercultural desde una posición alejada de la realidad de nuestra sociedad es considerar que el quehacer docente no presenta dificultades sociales, económicas, políticas, entre otras, sería más prudente promover la

Interculturalidad desde el aula con una clara y centrada posición de que nuestro país en su carácter de multicultural cuenta con muchos conflictos donde todavía hay dominación hegemónica, marginación social, y perjuicio a los grupos minoritarios por desconocimiento de sus derechos, por falta de capitales y tantos más conflictos que se observan desde el día a día de una aula de primaria.

Por otra parte se espera que los alumnos con diferentes contextos, ideas, conocimientos, saberes, creencias comprendan en determinados periodos aprendizajes asentados en programas estandarizados, una verdadera atención a la diversidad tendría la obligación de diseñar un plan de aprendizaje especificado al tipo de vida de este. Dentro de los programas de estudio para la educación primaria define la postura que se tiene acerca del papel del alumno quien debe ser o se le considera un sujeto activo que reconoce de manera paulatina, procesos que posibilitan su aprendizaje, gradualmente adquiere conciencia y control de su aprendizaje, de manera que planifica, regula y evalúa su participación en dicho proceso, además desarrolla su creatividad e imaginación, así como su capacidad para resolver problemas, trabajar colaborativamente, reforzar su autoestima e incrementa su autonomía, deben desarrollar actividades que favorezcan el desarrollo de habilidades, actitudes y conceptos, entre otras cosas.

Conclusiones

Poniendo en práctica un enfoque intercultural en la educación:

Se entenderá por educación intercultural aquella que reconozca y atienda a la diversidad cultural y lingüística; promueva el respeto a las diferencias; procure la formación de la unidad nacional, a partir de favorecer el fortalecimiento de la identidad local, regional y nacional, así como el desarrollo de actitudes y prácticas que tiendan a la búsqueda de libertad y justicia para todos.

Se considerara prácticas de enseñanza que permitan la articulación y complementariedad entre los conocimientos de origen indígena, con los conocimientos de origen nacional y mundial.