LICENCIATURA EN EDUCACION PRIMARIA INTERCULTURAL BILINGÜE
Enviado por klimbo3445 • 3 de Mayo de 2018 • 2.720 Palabras (11 Páginas) • 444 Visitas
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Al final, presentaré una pequeña conclusión que resume sobre lo más significativo que pude aprehender en esta jornada, así como la importancia de seguir laborando en las prácticas docentes.
DESARROLLO
El ensayo y el error siento que es lo que cada uno de los alumnos normalistas representa, pues aún se nos permite seguir cometiendo algunos errores que los maestros titulares ya no pueden hacerlo. Pienso que tal vez, hasta siendo ya un maestro titular, aún uno se puede equivocar, pues toda persona nunca termina de aprender o formarse. El ensayo vendría representado la práctica en sí y el error, las equivocaciones que solemos cometer, debido a varias razones, por ejemplo, como cuando no estamos bien preparados para dar a conocer un tema y no sabemos ni cómo empezar un tema, o peor, cuando un alumno nos llega a preguntar algo muy retador, y no sabemos qué ni cómo responderle. También, cuando algún maestro titular prueba nuestros niveles de conocimientos y nos cuestiona sobre cómo pensamos desarrollar alguna temática y es cuando no tenemos mucha claridad de cómo responderle y pues quedamos un poco mal ante él o ella.
En fin, son muchas cosas en los cuales nos llegamos a equivocar, pero estará en cada uno de nosotros el reto de exigirnos cada día más y más, hasta lograr disipar las debilidades transformándolas en aptitudes. Recordemos que la experiencia es la madre de todo conocimiento, sea o no científico.
Ahora, ha llegado el momento de hablar un poco sobre las experiencias obtenidas en las prácticas. Dicha actividad lo llevé a cabo en la Escuela Primaria “Estuardo Lara Lara” y pues me tocó atender a los chicos de 4°. En esta segunda jornada, una vez más me tocó planear los contenidos de todas las asignaturas, implementando el inglés y la educación física. Aunque he de admitir, que no todas las llevé a cabo tal y como lo planeé, ya que hubo ciertos incidentes que no me lo permitieron. Pero puedo asegurar, que en un 60% sí se lograron los objetivos previstos.
Como es de suponerse, cuando llegué el primer día a la escuela primaria, los alumnos de 4°, se emocionaron mucho y algunos de ellos hasta me fueron a alcanzar. Varios de ellos, me preguntaban por cuánto tiempo iba a estar, y yo les respondí con lo que sabía hasta entonces. Me refiero a la visita previa que hicimos y en el que fuimos a recoger los contenidos. La maestra también se mostró algo contenta y pues todas éstas actitudes, son los que me hicieron sentir contento y el de querer seguir trabajando con los alumnos. Me acuerdo cuando me salí del salón de clases y les prometí a los alumnos de estar dentro de unas semanas para trabajar con ellos.
Llegó el momento esperado y “planeado”, y pues tuvimos que realizar nuestros quehaceres en dicha escuela. Pero las semanas anteriores a las prácticas, sí fueron algo complejas y frustrantes, ya que estuvimos con las investigaciones de temas, estrategias de enseñanza-aprendizaje y de actividades, planeaciones, correcciones y, por último, con la elaboración de los materiales. Bueno, en lo particular, casi no tuve tiempo para descansar y por haberme confiado mucho, no llegué a terminar en tiempo real los materiales que había contemplado en las planeaciones. Fue la única falla que tuve, ya que en lo demás, sí pude destacar y de antemano, sabía que sucedería de esa manera, porque yo me esforzaba mucho para terminar, primeramente, mi Plan de Trabajo y después, mis planeaciones. Hasta me adelanté con algunos cuantos materiales, pero ya después le aflojé un poco y el resultado fue desastroso para mí, porque fui uno de los dos alumnos que no entregaron material completo. Eso me desanimó un poco y creo que hasta se vio reflejado en los primeros días de práctica. Pero, tal y como lo he dicho, todas éstas fallas son los que me hacen exigirme más y, sobre todo, evitar en tiempos posteriores el de seguir cayendo en lo mismo. Así es como yo aprendo.
En términos generales, la primera semana de práctica fue la esperada, ya que todo marchó según los planes. Los alumnos respondían muy bien en todas las actividades, participaban, se incluían en los trabajos, en el diálogo, y pues mostraban una muy buena disciplina. A veces, ni sentía cómo se me iba el tiempo. La maestra titular en raras ocasiones intervenía, a veces, solamente para dar alguna instrucción, aviso o algo parecido.
Ya fue en la segunda semana, cuando los alumnos se empezaron a alterar mucho, y tal vez sucedió esto, por la confianza que ya habían tenido conmigo. Pero lo curioso, es que no eran niños los que me daban guerra, si no unas niñas y desafortunadamente, dos de ellas eran líderes. Había una niña que era muy soberbia, “algo presumida” y perfeccionista, pero lo pude averiguar de ella, es que es una niña consentida y proveniente de una familia de dinero. Sus amigas las escogía ella y lo peor, es que las manipulaba, decidiendo siempre por las otras. Éstas chicas, siempre querían ser las primeras en todo, como cuando salían al receso, siempre querían estar al frente de la fila y se molestaban cuando no estaban en su lugar de costumbre. También, cuando les pedía que realizaran alguna actividad, la líder siempre mostraba una actitud de rechazo y necedad, que hasta a mí me alteraba un poco. Por parte de un alumno de otro grado, me sorprendió lo que me dijo de ésta niña. Decía que esa niña discriminaba a las demás por ser pobres y que, por esa razón, no los podía aceptar como sus amigas. De hecho, había una niña que era algo solitaria en el grupo que me tocó atender y ésta algunas veces se quejaba por las malas obras de la aquella líder, sobre todo, en situaciones que esta otra niña no le parecían justos. Me acuerdo perfectamente que, en la primera semana de práctica, los alumnos tomaron la clase de educación física y cuando volvieron de ella, había dos grandes divisiones de niñas y entre ellas, había una fuerte rivalidad, que hasta se veía que ya traían ganas de agarrarse entre sí mismas. Yo les tuve que decir algunas palabras para que se calmaran, pero creo que no me hicieron caso ya que más tarde, volvió una niña llorando porque había tenido un pequeño accidente y que fue provocado por el grupito de niñas de la líder que mencioné anteriormente. Al ser una situación ya más seria, tuve que llamar a las culpables para que le pidieran perdón o disculpas a la afectada. La líder no faltó en protestar la inocencia de su grupito, pero para no agrandar el problema, quise terminar definitivamente esa conversación-discusión y ya en los días siguientes, se fue perdiendo lentamente dicha enemistad.
La otra líder, era también muy influyente y persuasiva, pero en la mayoría de las veces, solo
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