La cultura del narcotráfico

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Carlos Monsiváis un famoso escritor y periodista mexicano cito lo siguiente:

El poder adquisitivo y los recursos tecnológicos de la delincuencia organizada que es un poder en sí misma, el impulso de sobrevivencia-a-como-dé-lugar, propio de los sectores del abandono agrario o de la pobreza urbana sin empleos a la vista, la admiración por el thriller y sus secuencias de velocidad, muerte a raudales, mujeres fáciles, armas poderosísimas y ambigüedad moral, la seducción de la publicidad y el relieve legendario de hombres rudos, independientes, habituales a la soledad, tal y como los plasma la imagen del Marlboro Man, la obtención del gusto estético que proporciona el demasiado dinero, lo brillante, lo llamativo, lo ostentoso, se consideran signos de distinción.

(Monsiváis, Yo soy un humilde cancionero, en La música popular en México: panorama del siglo XX. México, FCE, 2010.)

Se pensaba que l narcocorrido tenía como función el dar a conocer lo que sucedía entorno al narcotráfico ya que en los lugares donde generalmente se daban estos sucesos era en zonas rurales y ahí no llegaban los medios de comunicación masivos. Este género se encarga mas que nada de cantar los acontecimientos que pasaban en las vidas de los narcotraficantes tratando de narrar y sobresaltar los hechos más importantes. (Wald, Elijah (2011). Narcocorrido: un viaje al mundo de la música de las drogas, armas y guerrilleros. Rayo)

En lo que va de este siglo, los narcocorridos han tenido un auge muy grande y se transmiten en casi todos los medios de comunicación. Se ha considerado como el producto más tangible de la narcocultura. (Ramírez-Pimienta, Juan Carlos (2010) Entorno al primer narcocorrido: arqueología del cancionero de las drogas. A contracorriente, NCSU)

Por ley se ha prohibido la transmisión de éste tipo de música en las radiodifusoras mexicanas. Los estados mexicanos donde existe y se escucha esta clase de corridos son, principalmente: San Rafael, Sinaloa, Baja California, Chiapas, Chihuahua, Aguascalientes, Sonora, Durango, Jalisco, Nayarit, Tamaulipas, Zacatecas, Coahuila, Guanajuato, Nuevo León, Querétaro y Oaxaca. Algunos intérpretes importantes de este género son: Chalino Sánchez, Gerardo Ortiz, Alfredo Ríos "El Komander", Ariel Camacho, Los Inquietos del Norte , Traviezos de la Sierra, Javier Rosas, Revolver Cannabis, El Tigrillo Palma, Los Sembradores de la Sierra, Los Titanes de Durango, Voz de Mando, Los Tucanes de Tijuana, Ramón Ayala, Los Buchones de Culiacán, BuKnas De Culiacán, Regulo Caro, Alfredito Olivas, Jesús Ojeda y Sus Parientes, Calibre 50, Los Buitres De Culiacán Sinaloa, entre otros…(Artículo acerca del narcocorrido, 2010. Omnia, 92, 14).

No solo en México se ha vuelto como la cuna de este genero tan popular, ino también Colombia y Chile han creado una adaptación de esta rama de la cultura del “narco”. Es obvio que el narcocorrido es un genero que llego para quedarse, que tardara mucho tiempo antes de que otro tipo de música venga a quitarle su lugar y sobre todo que estará dentro de los gustos del pueblo en cualquier lugar donde se escuche.

Los narcocorridos siempre han reflejado una especie de expresión hecha por el pueblo donde generalmente se expresa su ideología y la forma de ver como funcionan los grupos delictivos y los poderosos narcotraficantes, sin embargo, hoy en día ha cambiado mucho el relato de las historia narcas. Por ejemplo, en las canciones de ahora se habla acerca de camionetas del año, carros de lujo y todos blindados y antes, los mafiosos o bandidos solo se transportaban a caballo. También, hace unos años no se usaba mucho armamento y hoy en dia usan de todo, desde los famosos cuernos de chivo hasta bazucas y metralletas, sin contar el quipo de protección como los chalecos antibalas, que como normalmente se dice en las nuevas canciones, “andar empecherados”.

En la medida en que van surgiendo mas interpretes de este tipo de música, van cambiando mas la dirección acerca de la temática de cada corrido, ahora es mas común que se hable de cómo el narcotráfico da una vida grandiosa, llena de lujos placeres, drogas, mujeres, objetos valiosos (económicamente hablando) y sobre todo, como cualquier persona puede salir “fácil y rápido” de la pobreza y la miseria. Puede que los narcocorridos modernos conserven algo de la estructura de los corridos viejos, por lo que se le considera que no es un nuevo género musical sino la evolución del pasado. En los diferentes relatos de los que se habla en los nuevos narcocorridos siempre se trata de sobresaltar l narcotraficante del que se habla como una figura “heroica” muy comúnmente llamado “el Robín Hood” del pueblo, donde los muestran como hombres simpáticos, muy bien vestidos y arreglados, dispuestos a arriesgar su vida enfrentándose al peligro, poniendo a prueba la lealtad y el valor que se necesita para vivir dentro de la ilegalidad volviéndose protectores de su gente, de su raza, y brindándoles tranquilidad y protección. A pesar de mostrar ese lado humilde de los personajes a los que se les canta, no dejan de ser personajes violentos, corruptos y asesinos.

Entonces, la lucha contra el narcotráfico no solo ha traído violencia, asesinatos y tristeza en miles de hogares en los países que mas se han visto afectado debido a este gran problema, desde que la situación de la guerra contra el narcotráfico comenzara según la SEGOB aproximadamente el 11 de diciembre de 2006, cuando el gobierno federal anunció un operativo contra el crimen organizado en el estado de Michoacán, donde a lo largo de 2006 se habían contabilizado cerca de 500 asesinatos de miembros de los cárteles del narcotráfico. Para enfrentarlos, el gobierno mexicano ha privilegiado el uso de las fuerzas armadas.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad Pública federal, hasta marzo de 2010 se había detenido a 121.199 personas a las cuales se ha vinculado con grupos del crimen organizado. Los grupos más afectados por las detenciones son los cárteles del Golfo y Los Zetas. Muchos de los detenidos no han recibido sentencia aún.28 Algunas de las aprehensiones y abatimientos más notables son las de Édgar Valdez Villarreal, José de Jesús Méndez Vargas alias "El Chango" y Heriberto Lazcano Lazcano.

Entre diciembre de 2006 y enero de 2012 se estima que han muerto alrededor de 60.000 personas mediante ejecuciones, enfrentamientos entre bandas rivales y agresiones a la autoridad. Este número de víctimas engloba a narcotraficantes, efectivos de los cuerpos de seguridad y civiles. Entre los civiles se encuentran periodistas, defensores de los derechos humanos y personas sin